jueves, 21 de septiembre de 2017

JORGE LUIS BORGES

Borges es sin duda el mito o arquetipo de poeta y escritor total. Una persona que vivió por y para la literatura, olvidando quizá otras facetas de su vida. Al menos esa es la leyenda que de él nos ha llegado. También es conocido por tener opiniones bastante incorrectas políticamente. Sabido es que era de derechas, algo raro en el artista escritor o intelectual que suele ser de izquierdas. Llegó incluso a ponerse a favor de la dictadura. Borges vivió apegado a su madre, quizá por un complejo de Edipo o tal vez por su enorme timidez que le hacía esconderse entre los libros. Sin embargo, Borges también tuvo una vida sentimental. Conocemos a su última mujer, María Kodama, que es ahora la presidenta de su fundación y la custodia de su legado. Lo que me atrae de Borges es sobre todo su cuento del Aleph.  En el Aleph, Borges propone un rincón mágico en nuestro cuarto desde el que podríamos espiar todo el universo, desde perspectivas abiertas, pero no cubistas sino redondas y voluptuosas.... oler como los perros todas las soledades de los demás niños sin amigos, como nosotros. “Mi única pena es no haber tenido nunca amigos” dijo el vate ciego y se murió. La ceguera de Borges, debida a una miopía contraída de tanto leer libros, nos recuerda a la del otro poeta invidente de ceguera que fue Homero. Borges puede incluso despertarnos pena y compasión. Quizá él mismo se convirtió en un ciego de la caverna de Saramago o de la caverna de Platón, anteponiendo el árbol de la ciencia al de la vida. El gran dilema de Fausto. Edipo también se cortó los ojos cuando no pudo soportar la realidad de haber matado a su padre Layo y acostado con su madre Yocasta. Todos estos mitos nos están hablando de la entrada en la razón o la toma de conciencia, del despertar en medio de una sociedad dormida y aletargada. El saber ocupa lugar- y la razón no nos va a hacer más felices, quizá lo contrario. En el fondo el intelectual añora el hombre simple y básico que fue, el hombre primitivo y salvaje que descansa dentro de él. Antes de literaturizar el mundo y hacerlo complicado, vivíamos de forma más primaria e irracional. Es la eterna pregunta de si debemos ser libres como Don Quijote, pero infelices, o esclavos como Sancho Panza, pero quizá más felices. La felicidad del aldeano, del hombre de campo, descansa detrás de la teoría del buen salvaje y el hombre nacido bueno y libre de Rousseau.  Vivimos en un mundo oscuro de sobre información, pero quizá apostar por la cultura sea otra nueva forma de ceguera y oscurantismo en lo vital. Borges añora un rincón, un ángulo secreto, un sitio desde el que poder ver el universo desde todos sus ángulos redondos, desde todas sus perspectivas, desde el gran circulo, sintiendo el dolor en el pecho de todos aquellos cuyos nombres han sido olvidados y barridos en el viento. Ver desde un triste rincón del cuarto todos los lugares del mundo, todas las personas, todas las voces de la intrahistoria, poder comprender a todos los hombres y a la vez a uno mismo. Borges parece haber encontrado una realidad mágica y paralela a la realidad de nuestro mundo. Hay mundos de fantasía, de religión o de mitología, pero están en este. La obra de Borges es como ese Aleph, pues nos invita a entrar en el mundo de la fantasía, pero para atravesar ese umbral hay que cumplir una serie de requisitos. No todo el mundo está preparado para leer a Borges. Borges es casi para iniciados. No hablo de ninguna secta masónica, sino que opino que su literatura está destinada a hombres muy cultos. Borges hace continuos juegos literarios. Concibe la literatura como un espejo deformante, o como la chistera de un mago. Todos los trucos que Borges utiliza solo los descubrimos si estamos familiarizados con su mundo erudito. Borges despliega en toda su obra una serie de signos, marcas o señales que son fácilmente reconocibles cuando nos introducimos en su obra. Quizá por eso Borges toma el papel del mago e ilusionista que hace un truco de magia, o del erudito de la biblioteca de Alejandría que falsea los datos y nos hace creer su ficción como si realmente hubiera ocurrido históricamente. Borges fantasea sobre la torre de Babel, la biblioteca de Alejandría, vuelve a escribir el Quijote sin haber leído el Quijote… Borges mezcla la fantasía con el relato histórico, con la mitología, con la crónica de sus antepasados legendarios y mitológicos o con las peleas de navajeros, ladrones y contrabandistas de su país. Parece trascender la realidad tomista hegeliana, ofrecernos un mundo fantástico, un jardín de senderos bifurcados. Hay una realidad paralela que sólo es posible en la gente soñadora, parece ser el mensaje de Borges. Por eso su literatura a veces parece criptica, hermética, cerrada, especializada. Borges, en una de sus últimas entrevistas para el programa A Fondo de Joaquín Soler Serrano, reconoce que no teme a la muerte;  “yo soñé que esta mañana me moría y era inmensamente feliz” ¿Cómo ve la muerte un ciego? Seguro que ellos ven la luz de la puerta que te llama. Borges escribía de segunda mano sobre otros. Parece que se esconde tras las citas, su literatura es meta literaria, habla de la literatura dentro de la literatura. Su poética artística es la transformación- transmutación de los sentimientos en formulas y símbolos (el artista nunca descansa, soñar es su estado puro de creación, como en Coleridge) El arte no tiene objetivo práctico ni finalidad, es disfrutar la rosa sin porqué. “El arte sucede”, sin más. Coge la rosa, doncella, antes de que se marchite. Es un arte por el arte, una literatura exquisita y sublime para buenos “gourmets” Quizá su obra pueda ser acusada de demasiado intelectual, demasiado fría, pues en Borges todo sentimiento se convierte en intelección. Escribe desde una emoción contenida, procesada mentalmente. La literatura en Borges es la perpetuidad de nuestra mortalidad, el intento de eternidad en lo temporal y por tanto una mística trascendente, una religión esto del Arte. Su escritura es secreta. (todos los libros son un primer y único libro nunca conseguido) Borges empezó muy niño a leer, junto a su hermana Nora, compañera de lecturas y juegos primeros. Y empezó a escribir muy joven. Dedicó toda su vida a la literatura pues aprobó unas oposiciones a bibliotecario y de eso trabajó toda su vida. Al principio Borges es hechizado por las vanguardias del momento, el surrealismo, el dadaísmo, en especial el ultraísmo y el creacionismo que se daba en Sudamérica y se exportó a España con poetas como Jorge Guillén o Juan Larrea. Borges era un hombre de pocos amigos. De joven fue muy cerrado, de difícil trato. Podía parecer antipático o demasiado serio o cabreado. En su obra primera trata de experimentar, de epatar al burgués, de buscar nuevos lenguajes. Luego fue consiguiendo una voz y un estilo propio, muy característico. La forma de escribir de Borges es fácilmente reconocible. E inconfundible. Borges tenía la creencia de que los poetas primerizos pecaban de barrocos, de sobre cargados, de artificiosos. El joven busca ser moderno o arcaico por timidez. Por ejemplo analiza la frase “La vida es una milicia contra la malicia” En esa frase el retruécano entorpece e impide. Gracian se creía obligado al juego retórico de la simetría. Para escribir un buen texto hay que oír las ideas, las palabras han de pasar impercebibles. Se escribe con palabras, no con ideas, pero el lector se queda con las ideas cuando es buena literatura. Si se empieza a fijar en las palabras, en la forma, en la manera de construir las frases, algo estamos haciendo mal. “Dí ana, ¿Eres Diana?” El poeta primerizo es un pedante y usa todas las palabras del diccionario. Pero hay que escribir con palabras sencillas, de andar por casa. El objetivo es comunicar, no impresionar. El escritor barroco peca de mentira y vanidad. Pone de ejemplo Borges a Quevedo y Gracián que llega a llamar a las estrellas “gallinas de los campos celestiales”. 
Borges era hijo de Leonor Acevero. Su madre es muy importante en su vida y obra. Estaba muy unido a ella y murieron con pocos años de diferencia. Borges presumía de ser descendiente de conquistadores españoles y soldados independentistas argentinos y por parte de su abuela inglesa; de curas protestantes.  Su padre era un poeta romántico inglés y psicólogo, anarquista y lector de Spengler. Borges siempre tuvo clara su vocación y destino literario. El primer libro que leyó fue una edición del Quijote, seguido de las 1001 noches, Kipling, Stevenson, Conrad...No las juzgaba críticamente, sólo las gozaba. Tradujo el príncipe feliz de Oscar Wilde y se dio a conocer como enfant terrible con 10 años.  En su opinión, Cervantes no quería hacer una parodia de las novelas de caballeros andantes porque de hecho le apasionaban. Cervantes y el Quijote son sujetos amados, amigos, mientras que Quevedo sólo un objeto admirado, demasiado apasionado. Acaba así la obra “Dio el espíritu, quiero decir que se murió” Es una frase muy conmovida, no es una retórica, ni un recurso estilístico. La abuela de Borges se sabía la Biblia entera y murió con entereza: “soy una vieja fuerte muriéndose despacio” Desde entonces le acompaña a Borges su obsesión con la muerte y la eternidad. “Somos fortuitos, casuales” Borges fue comunista y ultraísta en su juventud. Nunca pensó en los laureles del reconocimiento público, aunque no le faltaban medios. Rafael Cansino fue uno de sus mejores amigos. Otro de sus grandes amigos fue Bioy Casares con el que escribió cuentos juntos (el sendero de los jardines) o Eduardo Sábato (autor de sobre tumbas y héroes) También le hizo una entrevista la escritora argentina Luisa Futurasky, amiga de Jodorowsky. Durante la guerra, Borges vive en la Suiza neutral, es antiimperialista y no nacionalista ni chauvinista con todos los exiliados de la guerra. Sin embargo, al final de su vida tenía opiniones muy conservadoras y hasta dictatoriales. Tenía mucha relación con la filosofía y la filología, con las lenguas. Sus grandes filósofos eran Schopenhauer y Nietzsche “la gramática es la filosofía del lenguaje, no hay que estudiarla” Traduce al alemán Spengler, la decadencia de Occidente. Borges sabía hasta 17 lenguas. Hablaba inglés y español como lenguas maternas. (tenía antepasados maternos ingleses) Sabía latín, anglosajón, alemán y escandinavo como lenguas conquistadas. Distinguía los sonidos ínter vocales en el inglés y vocálicos en el castellano o alemán. Estudió idiomas toda su vida. Borges fue propuesto para el Nobel toda su vida y nunca lo consiguió. Le dan el anti premio nacional en Argentina ya que no le dieron el nacional. Escribió historia Universal de la Infamia. (cuentos) y El jardín de los senderos que se bifurcan (laberinto) Estos cuentos fueron publicados en el Sur tras salir de una convalecencia (había recibido un fuerte golpe en la mollera) en la que ha sufrido muchas fiebres e insomnios. Junto a ficciones y el Aleph, estas cuatro obras son sus principales. En estos cuentos vemos ya esos signos inconfundibles de su voz o estilo; los laberintos, el minotauro, los tigres, los jardines, los espejos, elementos del modernismo, los libros y bibliotecas, la erudición, los hombres de acción, los aventureros, los sabios, los navajeros…Fue el descubridor de Julio Cortazar. Dos amigos suyos que optaban al premio nacional de Argentina renunciaron a el premio y se presentaron como jurado para premiar a Borges. Famosas son sus opiniones políticas; La democracia es un abuso de la estadística. (lo dice el traductor de What Whitman) En Argentina seguirá habiendo un monopolio yanqui. Borges es anarquista y con la edad un poco de derechas. Su hermana Nora fue una pintora expresionista bélica y también escritora de derechas. A Borges le encantan las religiones, la filosofía oriental, la mitología griega y romana y hebrea y sumeria y nórdica, el taoísmo; Lao Tse y los haikus y los poemas breves, concisos, sintéticos que respiran una fragancia especial, con una  renuncia a lo patético, y gran austeridad…
 
Aforismos:
La amistad no necesita frecuencia, el amor sí
El éxito y el fracaso son dos grandes impostores. KIPLING(escritor épico)
La clase media estabiliza la democracia.
Llenar la soledad de fantasmas
Publicamos para librarnos del borrador y corregidor de textos
No hay nadie tras el espejo (su gato no se reconocía tras él)
La literatura es relación entre lector y escritor, no es nada en sí misma, sólo símbolos, jeroglíficos, galimatías, tautologías, estructuras gramaticales, símbolos... una manzana existe al contacto con el paladar.
Las palabras se revalorizan (patético ya no significa romántico sino ridículo)
El sufrimiento no es una coraza de gloria.
Feliz quien no tiene razón porque o nadie o todos la tienen
Nuestra vida es sólo regida por el azar y el destino (no hay justicia)
Decir la verdad siempre es una mentira ética.
El olvido es la única venganza y el único perdón.
El cielo y el infierno esta en la tierra y los actos de los hombres no los merecen
El amo es esclavo. El odio es corrosivo y destructivo.
La puerta elige al hombre
Consejo al escritor: escribir mucho, leer, releer, romper mucho de lo escrito y no apresurarse a publicar.

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