jueves, 14 de septiembre de 2017

MEDEA de EURIPIDES

Eurípides :     Con él se cierra el ciclo de oro de la tragedia griega. Los personajes en sus obras son seres humanos con todas sus virtudes y errores, por ejemplo, “Las Troyanas”.
Jasón busca el vellocino de oro en Cólquida, donde el rey Etes le ofrece la mano de su hija Medea tras superar unas pruebas. Esta le da una sustancia que le hace invulnerable y con fuerza sobrenatural. Jasón domesticó dos bueyes que echaban fuego y con ellos sembró un terreno del que salieron gigantes. Jasón estrecha la mano de Medea y la promete eterna fidelidad. Tienen dos hijos (Feres y Mérmero) Medea convence a las hijas de Pelias (el rey usurpador del reino de Jasón) de que la única forma de rejuvenecer a su padre es despedazarle en la corona. Jasón ha llegado a Corinto y allí el rey Creónte le ofrece la mano de su hija Glauce tras superar unas pruebas. Jasón se compromete con Glauce. Esto Medea no lo recibe bien, su marido la ha traicionado. Medea y sus hijos siguen alojados en palacio, pero en calidad de invitados, en breve han de irse. Un pedagogo y la nodriza educan a Ferer y Mérmero y temen que su madre los mate para castigar a su padre (Era un deshonor perder la descendencia).
Medea invoca entonces a Temis (la justicia) y Artemisa y le reprocha haber matado a su hermano por él. “De todos los seres animados y dotados de pensamiento las mujeres somos el más desdichado, porque hemos de buscar marido, malo o bueno, y no podemos repudiarlo. Y si nuestro marido no nos impone su yugo por la fuerza envidiable es nuestra vida, pero si no; menester es morir. Es forzoso dirigir la mirada a un solo hombre. Dicen que pasamos en nuestros hogares una vida carente de peligros, pero 3 veces prefiero permanecer junto al escudo y la lanza que tener 1 sólo parto más.”
Creonte la exilia a Medea de su país. (el ostracismo era común en la Grecia clásica) Ella le pide quedarse aún un solo día más.  Medea arde en deseos de matar al marido que la ha deshonrado. Duda entre prender fuego al lecho nupcial, o atravesarle el hígado con una afilada espada  Invoca a Hécate, la diosa de la magia y de las hechiceras (es sobrina de Circe) Jasón habla con ella diciendo que no siente hostilidad hacía ella, que así son las cosas, que se casa buscando la estabilidad económica. Esa estabilidad económica Medea no se la da. Jasón se casa por dinero con Glauce, y la intenta convencer de que lo hace para que ella viva bien ella y también sus hijos pues les pasará una pensión económica vitalicia. Ella le insulta “sufre al oírme” Resentida, le encara que le salvó la vida, mató a una serpiente, se escapó de su casa y de su padre por él, le ayudó en su búsqueda del vellocino de oro, le dio dos hijos…  Jasón cree que sólo le ha ayudado Afrodita (Cipris) En realidad Cupido Eros, hijo de Afrodita Venus, había lazado flechas para que Medea se enamorara de él y lo salvara.  Ella le dice que una extranjera no le conviene, pero resulta patético patentar que aún está enamorada profundamente de el.
Medea habla con Egeo, rey de Atenas que debe buscar a Piteo para vaticinarle un oráculo. Le pide que le acoja en Atenas. “Apiádate de mí” grita vehemente. Él quiere casarse con ella y acepta, aunque no quiere que ella cumpla su venganza y mancillarse con esa sangre su prestigio.  Medea reflexiona y su conciencia (encarnada en el corifeo, en el coro griego) le ruega que no asesine a sus hijos. Pide perdón a Jasón y sella con él su tregua. Ella le pide permanecer con sus hijos, pero Jasón quiere que los adopte Glauce. Glauce regala vestidos a Medea para convencerla de que lo correcto es que ella se case con Jasón y adopte a sus dos hijos. Medea se marchará a tierras extranjeras, pero dejará a sus hijos a buen recaudo con su padre. Medea no soporta que Jasón ame a Glauce y no a ella, ni que se vayan a casar por dinero y poderes. Habla con Pedagogo y duda si asesinar o no a sus hijos.  “No permitiré que tiemble mi mano. ¡No, corazón, no cometas este crimen!, le grita él. Pero Medea no puedo consentir que los eduque una extranjera y “puesto que les da la vida, también se la quitaré” Medea le regala a su enemiga Glauce un peplo (un vestido) y una corona envenenada, aunque el Corifeo de su conciencia le recomienda que no lo haga.  Medea asesina a sus propios hijos vengándose así de Glauce, de Jasón, del padre de Jasón y del padre de Glauce. Todo está determinado por su voluntad personal, pero sobre todo por el destino, hado o fauto, parece decir al final Eurípides.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario