El Poema de Gilgamesh es un conjunto de fragmentos
de distintas versiones (arcadia, sumeria, babilónica) recopiladas por los
bardos. Gilgamesh recuerda a Aquiles;
mortal sólo en su talón. A diferencia de Hércules sus hazañas no lavan su
conciencia ni ayudan a la humanidad, buscan fama y reconocimiento.
División
de los 12 poemas en 3 partes (1-7)
I Gilgamesh- Uruk--- Muerte Enkidu
II
Lamento---- Retorno del héroe.
III
Tablilla 13 (Fuera de ctxt)
CANTO
CICLICO, El poeta empieza a narrar desde el final, tras
la aventura. Conciencia de su desnudez (Adán), de la inteligencia y de la
condena a la muerte..
¿Cuál es el tema principal de
la obra?
EL MUSHTEU BALATI o LA BÚSQUEDA DE LA VIDA ETERNA.
Todo el poema es una reflexión en torno a la condición
humana consciente de su finitud mortal y el intento de búsqueda de la eterna
juventud. No busca, en mi opinión, tanto la inmortalidad divina como la vuelta
a la inconciencia animal. La aptitud ante la muerte separa a Dioses, Animales y
Hombres. El animal no piensa en ella, los dioses carecen de ella, pero el
hombre adolece estar avocado al destino determinista (Es lo que Heideger llamó
ser- para- el No Ser, Ser para la muerte) El tema, en la epopeya, se
trata desde 3 planos;
1-
Dioses humanizados -casi griegos- ; ayudan
o dificultan la travesía del héroe en esta vida (Asocian los fenómenos a la
voluntad divina).
2-
Héroes trágicos, protas del mito.
(¿Gilgamesh o Enkidu?) o “el Noe”
3-
Humanos
realistas, encarnada por la prostituta o el pueblo, que vive en la
inmanencia de no cuestionarse estos asuntillos.
Gilgamesh.
Es un héroe, es decir, una criatura a caballo entre
lo divino y lo humano (Tiene 2/3 de divinidad por ser hijo de los dioses Lugalbanda
y Rimat- Ninsum o quizá creado por el Dios Anu, señor de Uruk y padre de los
Dioses)
Comparaciones: Ulises cuya odisea cantó el
rapsoda ciego o Hefestos, por su fuerza, Prometeo por su lucha contra los
dioses, o Perceval, S Jorge y los caballeros medievales recitados por los
trovadores. Se le llegó a comparar con los patriarcas o los profetas bíblicos
por sus sueños, y por supuesto con titanes, colosos, y Goliat (mide 11
codos altura), con el tórax de un búfalo salvaje (De hecho su diosa madre es la
diosa de los búfalos).
Descripción:
Hijo y rey de Uruk
gobierna despóticamente esta ciudad cercada. Sin embargo, los “anónimos” lo
describen como se estilaba en las civilizaciones mesopotámicas; Poderoso,
glorioso, inteligente, experto, líder, valiente, aguerrido, viril, auxiliador,
red y poderosa ola. Se dice de él que “abrió paso en las montañas, excavó
pozos en las laderas, cruzó los bastos mares y océanos, exploró los confines
del mundo y se adentró en el abismo” «Aquel que ha visto todo para darlo a conocer al
país, que ha conocido todo para referirlo a todos» Restableció mitos, reinstauró los
templos tras el diluvio universal. Se
inventa un derecho de pernada, con el que puede yacer con los hijos de Uruk. No hay padre o marido a la que no le
robe la doncella. Sería así una especie de minotauro, como el del laberinto de
Minos, que nunca sacia, y al que sólo otro monstruo logrará vencer en un duelo
de titanes. Gilgamesh es un toro “que acornea”, un salvaje Calibán que no
domina sus instintos irascibles y concupiscibles. Pero en el poema evoluciona,
se vuelve más elevado, abstraído en la búsqueda de la planta de la juventud
eterna, obsesionado por la muerte de su amigo. Llega a experimentar por él un
vehemente amor. Por eso el poema me parece un canto a la amistad.
3 y 4.- Elementos fantástico-
realistas del Mito
Como en todo poema épico o epopeya, domina la
exageración de los valores de los dos héroes y la enfatización de sus
gestas, hazañas y proezas.
Así como las ponderaciones e hipérboles de la voluptuosidad
de Shámkhat, la hieródula (Prostituta), concupiscible incitadora a la
bebida, los manjares y el sexo para el monstruoso Enkidu. Además, la ciudad
de Uruk, la ciudad cercada, de los 7 sabios, se envuelve en la lejanía de los
tiempos, mezclada casi en un trasunto literario o en un mundo onírico y
salvaje. Parece soñada por más que fuese capital de Summer tras el diluvio, y
actual Warka, junto al Eufrates y el Tigris.
Denotamos elementos fantásticos en la enrevesada genealogía mitológica que nos remite a la griega (Anu=
Zeus), sobretodo a través de 2 de los 3 personajes femeninos; la reina madre y
la diosa repudiada.
La
mágica gestación de Enkidu por la diosa Aruru, la grande, recuerda el
mito de Pandora o el de Adán, Eva y Lilith del génesis. “Tú, Aruru, que has creado al
hombre, crea ahora una imagen suya; que a su tiempo sea él un retrato de
Gilgamesh, lucharán entre sí y Uruk se calmará". Así es como ella crea de
arcilla (Igual que el Dios cristiano) a un monstruo paradójicamente peludo. Que
además “junto a las gacelas comía la hierba, junto a las bestias bebía en
los abrevaderos, junto al ganado se complacía en el agua” Otro titán
salvaje, entre animal y héroe sobrehumano. Este hijo de la estepa sería la
antitesis del buen salvaje de Rosseau, hombre prehistórico, instintivo, animal,
un Adán primigenio. Su psique cambia cuando retoza - ¿y se enamora? - con la
prostituta, «Seis días y siete noches se acostó Enkidu con la prostituta y
la poseyó. Cuando su voluntad estuvo saciada, se volvió hacia los animales,
pero las gacelas, cuando vieron a Enkidu, corrieron de aquí para allá, los
animales del campo se apartaron de su cuerpo. Enkidu se aterró, su cuerpo
estaba como pegado, sus rodillas se detuvieron, su carrera ya no era como
antes. Él se dio cuenta, y su inteligencia se despertó». Este es
el despertar a la conciencia del Thanatos a través del Eros la misma que
ilustra el símil de la manzana de Eva. El surgimiento de la inteligencia
nacería con el despertar a una sexualidad epigamatica, al calentarse en el
fuego del amor.
Otro elemento fantástico que presenciamos es todo lo relacionado
con los sueños. El imperioso Gilgamesh sin embargo va corriendo a que su mamá
le interpreté el sueño. El colosal ogro, el hijito mimado de los dioses y de
Uruk, va a tener un amigo. En todas las ocasiones los sueños son pronósticos,
augurios de muertes futuras o de la llegada del duelo. Por tanto, la
interpretación de estos sueños sería la de un oráculo que auspicia la Moira, el
Destino.
Otro signo ficticio es la persecución del monstruo Humbaba o Khuwawa, custodio del
Bosque de los Cedros “Su bramido es diluvio, su boca fuego y su aliento
muerte” Esto es una antecedente de los posteriores mitos medievales del
caballero que mata al¡ dragón y salva a la princesa (San Jorge)
Realista es que te ofrezcan el perímetro del
bosque, sesenta dobles lenguas, o las medidas de las 7 capas de la sólida
muralla de Uruk; 3 Shar. Y hasta la altura del gigante, 11
codos. Pero la obra puede leerse casi cabalísticamente, ya que vemos ritos de
iniciación, presencia de esos chamanes o asamblea de viejos (Ágora democrática)
rituales divinos de la reina madre, extenuada de incienso como las pitonisas de
Delfos o los rituales mánticos y los círculos mágicos.
La parte más legendaria
quizá sea el rechazo de Gilgamesh a la diosa Ishtar. Este despecho causa
la protesta ante su padre, el padre de los dioses; Anu. Y la petición de que cree un toro celeste
(Minotauro de Minos) También logran vencerlo, esto cuesta la muerte a Inkidu.
Pero antes de ella alucina su agüero, visita en una visión los infiernos.
En esta región de ultratumba dantesca las almas se convierten en pichones con
sendas alas, la diosa escribe en tablilla... Nos describe, en fin, el reino del
otro lado del espejo. Una figura quimérica como de león o esfinge le arrastra a
los purgatorios, ya sólo balbucea “¿Por qué me has abandonado, hermano?” (el
mito de Caín y Abel) Esto sucede en el plano de la fantasía, en la realidad el
viejo prímate yace en el catre junto a su inseparable rey Gilgamesh.
El grito catártico de
Gilgamesh “que le lloren” por la muerte de su amigo es otro rasgo fantástico,
un enorme plañido ensombreciendo las orillas de Uruk. Esta parte me
parece además un canto al valor de la amistad; más que la conciencia de
que él también morirá, pienso que se lamenta sinceramente por su amigo.
Descreído de las plegarias a los dioses, Gilgamesh conoce la angustia
existencial de la muerte.
Clama la inmortalidad, por
su esencia hybrica (Escapar de los límites físicos hasta los
metafísicos, a lo teleología inmortal que es patrimonio teológico y divino)
Acepta la muerte física de su colega cuando un gusano le recorre la nariz,
síntoma de su descomposición. Entonces, se tira al monte y deambula.
Otro elemento realista es
la tabernera y el pesimista nihilista Shamash que harto de oír sus
lamentos de que su amigo este reducido al barro, le replica; ¿Cuándo un muerto podría
ver de nuevo el esplendor del sol? Llena tu vientre
(confórmate), Danza y canta día y noche (Carpe Diem epicúreo) y lávate la
cabeza (Hedonismo) Ese es el consejo que le da, intentando que abandone su
viaje a las orillas de la muerte. Allí nuestro viajero
encontrará a Urshanabi,
el barquero de Utnapishtín, quien le lleva ante su presencia. La columna VI
desgarraría a cualquier lector, que los dioses nos abocaron al crearnos a la
muerte y demás desalientos.
Otro elemento fantástico es la existencia de
la flor de la eterna juventud, como una flor de Absalón o la de los
lótofagos en la laguna Estigia, que congela la eternidad en el olvido de la mortalidad.
Esta planta guarda muchas analogías con la dichosa manzana del pecado original.
Incluso en el momento en que la va a comer, aparece la serpiente bíblica,
envenenando el ambiente, sigilosa, siseando, símbolo del demonio.
Abandona el país de los muertos (región del
Líbano) y retorna a Uruk. Es el regreso del héroe vencido, vencido porque en la
desesperada travesía hacía su eterna juventud, ha olvidado la animalidad de su
cuerpo, su débil consistencia. Es un final amargo, y nada abierto. En algunas
versiones la historia se prolonga. Desciende a los infiernos y se
reencuentra con su amigo. La descripción del infierno recuerda a los 7
purgatorios dantescos, pues cada condenado padece los castigos correspondientes
a su pecado, sin redención ni atisbo de esperanza.
¿Qué personaje
bíblico te recuerda el héroe Utnapishtim?
Utnapishtín nos remite a otro personaje
mitológico, a Noe, ya que también a él los dioses le advirtieron del
diluvio. “Destruye tu casa, construye un barco,” “Todo lo que yo tenía lo
cargué en el barco, los animales domésticos y salvajes, y a todos los
artesanos” Lloverán panes y trigos (Lo que recuerda las pestes en Egipto
vaticinadas por el profeta Moisés o las babilónicas de Daniel)
Todos los hombres tornan barro, es el castigo
divino, sólo se salva el arca. Hace soltar una paloma y un cuervo negro (Más
relacionados no pueden andar ambos mitos, esto sugiere que los evangelistas
conocían sin duda el relato sumerio) Cuando esta especie de Noe se queja a los
dioses, le piden que si busca la vida, se mantenga insomne 7 noches. El soñador
desiste, y yace aletargado. Le ha vencido su propia naturaleza animal, física.
ANALOGÍA CON OTROS MITOS
La torre de Babel y el reducto del minotauro son el mismo dédalo
que la legendaria ciudad de Uruk. Ícaro intenta “volar”, escapar del laberinto,
huir de la ciudad como el poema de Kavafis, evadirse del cuerpo. Gilgamesh
también siente esa presión de una ciudad cercada que le asfixia, intenta
desapegarse de su cuerpo inmanente, físico, concupiscible, terrenal y pedestre,
para alcanzar la inconciencia de la muerte, para retornar al entorno natural de
un animal salvaje (Como su amigo que sufre el proceso contrario y torna
civilizado) Esa es la idea del buen salvaje de Rosseau y la que mueve a Thoreau
a los bosques.
La torre de Babel, políglota e incomunicada, es como ese par de
torres gemelas derrumbadas, el paradigma de nuestra pos- modernidad
incomunicada, que lucha por alcanzar el cielo con sus avances tecnológicos o la
eterna juventud con sus adelantos científicos, y se encuentra derrumbada, con
las alas del ángel caído de Ícaro. Por intentar acercarse al sol, a lo divino,
este mortal se quema. Quien sabe si por el latrocinio de Prometeo, la
curiosidad de Eva o de Epimeteo al destapar la caja de Pandora, quien sabe por
qué, pero estamos condenados a esta débil naturaleza mortal. Y nuestros
intentos de fortificar marañas de hilos de Ariadna en el laberinto; torres
erguidas sobre las nubes enhiestas hacía Dios; o plantas de la eterna juventud,
caen en el olvido. “Sufrirás con el dolor de tu vientre” o “Trabajarás con el
sudor de tu frente” parecen el único destino, y sin embargo la leyenda de
Gilgamesh tiene un mensaje de esperanza. Si bien el hombre es mortal, puede
prolongarse en el recuerdo. Inmortalidad del nombre, si no ya del hombre, como
en las coplas de Manrique. Paraíso terrenal alcanzado con el acérrimo esfuerzo
de intentar “volar” más allá.
El tema principal de la obra es el proceso de civilización del hombre. Enkidu es un animal que bebe en los
abrevaderos y vive en el monte. Al contacto con la prostituta descubre los
valores de la civilización, y a la vez; toma conciencia de su propia muerte.
Incluso un sueño le avisa de este castigo de los dioses. Su amigo, el rey
Gilgamesh, volverá a un estado natural y salvaje para honrarle y buscará la
inmortalidad perdida.
Gilgamesh, aunque es un
rey valiente, inteligente y sabio (Reinstaura los ritos de los templos,
embellece la ciudad) gobierna tiránicamente, como un toro, la ciudad de Uruk,
la cercada. Además, roba a las doncellas para hacer el amor con ellas, y a los
hombres los impone a la fuerza en sus milicias. Por eso deciden que una diosa
cree a su equivalente, Enkidu, que al final se hará amigo de él.
A partir de
esta amistad, el protagonista (Aunque no me queda claro quien de los dos debe
considerarse personaje principal) experimenta nuevas aptitudes. Lamentará su
muerte, se cuestionará como Hamlet que seamos ceniza, barro y calaveras nada
más. Visitará la región de los muertos a por inmortalidad, pero volverá
derrotado por la adversidad de su destino. Descubre que es un hombre mortal, no
un Dios, y que tampoco puede dejar de ser consciente de la muerte como un
animal. Aunque se angustie, no logrará cambiar esto, así que lo mejor será que
viva el momento, y lo termine por aceptar.
Predominan más los elementos maravillos que los realistas. Al ser una
leyenda obviamente domina la fantasía.
La ciudad esta descrita muy realista, pero te parece propia de un tiempo
inmemorial, quizá por la lejanía histórica.
El rey esta descrito como un virtuoso, haciéndole la pelota, a pesar de
que también comentan sus rasgos más dictatoriales. Sin embargo, como todos los
cantares de gesta, dramatizan sus hazañas o su tamaño, o el estado salvaje de
Enkidu o la belleza de la prostituta. Hay muchos elementos maravillosos, todo
el mundo de los dioses (La diosa rechazada por Gilgamesh pide a su padre, el
Dios más importante, que le mande el toro celeste para matarlo) Luego hay
muchos rituales mágicos que debían ser como los que había en la sociedad
sumeria, como las plegarias de la madre de Gilgamesh.El nacimiento
de Endiku es también muy propio de los mitos, ya que no nació de padres, sino
como probeta, moldeado por los dioses. Cuando buscan al monstruo recuerda mucho
los cantares medievales de esos caballeros del grial Mata- Dragones.En cuanto a los
lugares mágicos y legendarios, hablaríamos del bosque de los cedros o el país
de los Muertos, aunque aporten datos realistas en cuanto a su extensión o su
localización. También me parece un elemento maravilloso el descenso final a los
infiernos en busca del amigo perdido, quien le relata las penurias de los
condenados a castigos eternos, Atlas lastrando los mundos a la espalda. Por último,
todo el poema se articula en torno a la idea de un destino, y por eso el mundo
onírico, de los sueños, es tan importante. Los sueños avisan a nuestros amigos
de los vericuetos en el camino, incluso vaticinan la muerte de Endiku.
Utnapishtim recuerda al personaje Noé de la
Biblia. Porque a él Dios le pidió que abandonará todo, construyera un arca
(Aunque pensaran que estaba loco) y llevará allí a su mujer, hijos y a dos
ejemplares de cada animal. Este protagonista, como el del génesis, manda al
final del diluvio una paloma blanca, una golondrina y un cuervo negro, y no
vuelve nadie. La historia es muy parecida.
El
Paraíso, la Torre de Babel, Ícaro
El Paraíso
sería el estado natural, donde los hombres vivíamos agrestes, animales, sin
preocuparnos de nada, bebiendo en los abrevaderos, retozando a gusto. Cuando
Eva muerde la manzana se corresponde a cuando Endiku se enamora de la
prostituta. Así surgiría la civilización y la conciencia de la muerte, con el
sexo, lo erótico. Entonces Dios les expulsa del Paraíso por tener una curiosidad
que quiere algo más que vivir inconsciente. Es la misma curiosidad por el
conocer, el saber o el aprehender que mueve a Ícaro a construirse sendas alas y
volar hasta el Sol, que es una metáfora de Dios. Y ese intento
de conocer a Dios, o más bien de emularlo (Ser inmortal y divino) lleva a toda
la sociedad babilónica a construir la torre de Babel, desafío contra Dios, que
atenta contra los cimientos mortales del hombre que quiere volar, pero no puede; sus alas son de cera.
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