Detienen a una falsa empresa de distribución
de servicios telefónicos. La denuncia de los vecinos ronda ya los 8.000 euros.Agentes de la
Ertzaintza detuvieron ayer en San Sebastián a dos comerciales que se hacían
pasar por comerciales del grupo Uni2 y se dedicaban a ofertar por los
domicilios los servicios de esta compañía. En realidad, carecían de
autorización como empresa distribuidora de la teleoperadora. La oferta
consistía básicamente en que el cliente pagaría la mitad de lo que actualmente
pagaba con Telefónica y un poco menos que lo que podría pagar si se pasaba a
Euskaltel. Según los vecinos, estos presuntos comerciales habían pasado por el
barrio en varias “oleadas” y fue una señora la que alertó a los agentes de la
ertzaintza, ya que “le daban mala pinta, como de timadores”, según declaró la
testigo. Un portavoz de la policía ha declarado que ya han logrado interceptar
y desmantelar la empresa “invisible” Distribuci- tel, para la que trabajaban,
cuya sede se situaba en el número 7 de la gran vía bilbaína.
Los
mismos comerciales afirmaron no saber nada de la infracción de esta empresa, y
uno de los policías observó que la edad de la mayoría de comerciales no
superaba los 24 años. “Nos han usado como tontos útiles- se quejó uno de los
detenidos- Somos unos timadores timados”. El policía declaró que estas empresas,
basadas en la teoría de la pirámide, suelen usar como cebos a estudiantes que
trabajan a media jornada sin ningún tipo de contrato laboral, con lo que se
dificulta encontrar a los verdaderos organizadores del timo. De hecho, cuando
la policía se personó en la fraudulenta empresa, sólo quedaba allí la
secretaría que no sabía o quería responder a los interrogatorios. Los policías
descubrieron que los trabajadores no tenían siquiera contrato laboral, por lo
que es prácticamente imposible dar con el paradero de todos los causantes del
fraude y encontrar el paralelo del dinero.
Al
igual que los contratos laborales, los contratos que hacían firmar a los
clientes no tenían validez jurídica ninguna. Algunos vecinos de la zona han
reconocido “picar” en este timo y recibir ahora dos facturas; una de su
compañía de teléfonos habitual y la otra de esta empresa. Los timadores
conseguían por medios ilícitos- presión, pedirles facturas pasadas del gas,
interceptar el correo- su número de cuenta y de esta forma se conseguía llevar
a cabo el delito. “En vez de la mitad, pagábamos el doble. Y sí intentábamos
borrarnos no podíamos porque el teléfono que nos daban, de la distribuidora o
de la compañía teleoperadora, no existen”. Los timadores han pasado a
disposición del juzgado de guardia. El portavoz de la comisaría ha agradecido
la colaboración ciudadana a la hora de descubrir este timo que llevaba
circulando casi medio año por toda la provincia.
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