Josu Montero nos reparte
fotocopias, textos de autores y análisis. Como en las redacciones escolares te
dan el tema. Cualquiera no es capaz de escribir. Hay que tocar el diente al
lenguaje. Somos consumidores y productores. El lenguaje de ir a por pan no es
el mismo de escribir poemas. Aunque a veces sí. A veces la literatura se salta
las reglas ortográficas y normas sintácticas. La literatura puede saltarse
normas con criterio. No se puede enseñar a nadie a escribir. Escribes cosas
sueltas porque te apetece. Esta tarde la hemos dedicado para escribir, no estas
para amigos o familia. Al escritor hay que orientarle, corregirle, aconséjale.
Escribir es crear un hijo, no puedes criticar al hijo de nadie. En el Taller de
literatura vamos a leer, escribir cosas personales. Hay gente que no había
escrito nunca. Un miércoles al mes tenemos un espacio para la lectura, escribir
y recomendar libros. Estudiamos la literatura del siglo XVIII, XIX; XX.
Reflexionamos lo mal que llevan al cine los libros, aunque hay pelis que han
superado los libros. Estudiamos la novela dialogada sin descripciones, la
policiaca, el tebeo, y la novela gráfica, las novelas de robots maquinas, la ciencia
ficción. Analizamos el teatro de Darío Fo, los textos eróticos del Kama Sutra.
Somos viejos haciendo dictados de niños. El sábado a las 4 de la tarde
empezamos este rally poético con un trayecto por la dársena de Portugalete.
Atravesamos Andikollano, la ría, Lutxana, cruces, Gorostiza el Regato y Retuerto.
Cruzamos la ría en el gasolino Y armados de block y boli escribimos el primer
poema:
Digo la
palabra piedra con la suavidad del terciopelo. Es un poema primitivista al
estilo de Oteiza. Oírse. Serio Rio Oír Irse Orse. Púrpura Poca pura Para purar Pura
purpa
Oh
hombreo Sombero Sombra oh hombre Nombremos al hombre de las rayas.
Bueno,
mayor volando Hombre sombra de horror.
Sol Amor
Satanás Purenos Sananas O hombre de amor Oh amor Oh rana.
Oh manos
abrasadas Oh hombre hembra Ramo amor rana
Que brama
sin amor Que searte con horro Oh noches de
hombres
Nervión
arteria con Europa. Esperanza, presente pasado futuro
Cristales
en el agua que es sucia y marrón Y azul y gris
Y negra
como España Y gris como la noche sin esperanza
Gris
fábrica Gris grúa Y el río llora
Verdor
del paseo Verdel y la trucha
Nervión,
lágrimas y sudor, sal y suciedad, Nervión.
Nubes de
gris desembocadura
Mana el
río sangre azul Que no roja
Sino de
príncipe verde, de sapo, rana encantada
En el
verdor vespertino de la mañana.
Los hermanos Ibarra fueron los
creadores de altos hornos. Estaban instalados en Sestao, Barakaldo y Lutxana.
En Santurce estaba el puerto y también en Bilbao. En la zona de Abanto Cierbana,
de Gallarta y los montes de Triano estaban las minas. Visitamos los cargaderos, la plataforma
satélite del Mineral. Había una alhóndiga bodega que sufre una reforma entre 1889-1893.
Trabajaban 1500 obreros
¿dónde
quedó aquel tiempo en que la ría joven aún furiosa rompía el cauce orado, la
curva?, llevándose ahora su agua aceitosa por los estribos de la ruina de
hierro. Espera la siguiente subida de marea que la alza sobre lodos y escoria,
esa será la definitiva.
Subimos a una canoa de la trainera
de kaiku. En Santurce está el puerto sardinero y hay txalupas o embarcaciones
pequeñas. El bote comunica Santurce, Portugalete, Sestao y Baracaldo con la
margen derecha; Erandio, algorta, las arenas. Hay barcos de remos y
embarcaciones modernas. En el astillero se dividían las aguas. Visitamos diferentes zonas; san Ignacio, las minas,
las casas obreras donde parece caerse el hormigón, san bento, cruces, santa Ageda,
Retuerto Rontegi. El regato, la arboleda, el argalario, Pagasarri ganekogorta,
la niebla de Amboto arila, las fabricas de Sefanitro, eretxa, el mesinger, zorrozaude.
El barco de vapor salía del puerto. Norai se llamaba a las amarras de los
barcos bolarbo Vemos el contraste entre una casa tipo Beurko y una conductista
de reciente creación. Los niños jugaban con la Goytibera de madera y la
rayuela. Visitamos kareaga y la casa torre museo de Larrea donde ahora es un
restaurante.
Postrado
de rodillas. beato de lo verde, como un monje descalzo, un carmelita del
desierto Baracaldo. Beato de lo verde, rezando al puente de Rontegi, casas
azules, autobuses volando, sonrisa de piedra, olor a musgo cortado, canto a las
máquinas y fábricas y a la harley davison, que me lleva al cielo, al cielo
nublado, gaviotas en círculo chocando. El futurismo me esta iluminando,
cristales de botella, espigas y colada en las nubes flotando.
Comisura
de un labio, Descarga de un revolver, Tren desvalido. Entrepierna de la luna
rota, martilleo de un parpado, semáforo de hiedra. Dios sabelotodo, etílico de
la noche
Tranvías
de medianoche, Confesionario de iglesia, Arroyo de lima, Recuerdo sin memoria,
Ojo de túnel, Bolsillos llenos de mariposas
Pestaña
dios sabelotodo
Beber
sudor etílico de la noche
Cabello insípido
lluvioso
Brioso
tranvía de medianoche
Borrachos
en confesionarios
La mañana
era preciosa
Pero la
mañana es pasado
El mañana
será como esa casa de hormigón
Que
llaman futuro
Escribo
versos
Y bebo el
vino triste del viento
Que mece
la melena susurrante de los árboles
Y los
muros de piedra
Del
silencio
Y el
túnel sin salida
Y la
estación sin tren
El tren
sin maquinista
El
paseante sin paseo
Sin
mañana ni futuro ni pasado
Hojas mecidas
que se caen
Ácido
clorhídrico salido de rontealde sefanitro
Droga
dura Lingote amapola
Opio
salido del bolígrafo
Extraña
ria esta, de tarde por el sol
En Ibaibe
quisquillas, en Musikuluna, gaviotas y Aguas cristalinas
Las malditas sirenas llamaban al
obrero a la fábrica. Allí dejaban sudor y lágrimas para la plusvalía del
burgués. Los jefes vivían en los paraísos de Neguri. Lutxana o Erandio son
ciudades que se reforman cuando surge el metro En Santurce hacían romerías y
traineras en kaiku donde aún vemos barcos a medio construir y la vieja fábrica
a medio destruir. Hay paseos reconvertidos, paseos marítimos y un nuevo
Barakaldo más limpio.
En Cruces
nací y mi familia vino a verme con regalos y peluches. Morí allí cuando murió
mi bisabuela, mi abuela, mis abuelos. En Cruces me enamoré de una chica, entre
poemas y cigarros y libros de mujeres y cortes de venas. Discursos, monólogos,
mongo logos. Besos de Javi, gritos de José Luis, aquí en Cruces gané el
concurso de cartas de amor, escrito el último día entre el sabor del té con
limón y aquí me ingresaron por esquizofrenia bipolar; loco de amor, entre Cruces
y mi corazón.
En la exposición de Cruces vemos
pinturas de gran agitación,
despertar interior,
experimento en color en la
pintura, la marginación
obrera en estas imágenes
y narraciones. Diferentes volúmenes, formas,
colores, los movimientos
de la piel envolvente, el mundo interior. Vemos piezas del diseño moda y vestuario y composición
de la época. Estas obras son de una comunicación directa, una sintaxis del
artista, como una ventana abierta desmaterializada. Hay cuadros de diseño
web y audiovisual, cuadros gráficos hechos con infografía. El cuadro es un medio
que ayuda a entender el significado de la poesía. La imagen visible es un camino
paralelo a la escritura. En los cuadros vemos diversas estaciones, diversas visiones
de conciencia. Es un paseo la vida entera con un final incierto. Por eso estos
cuadros nos hablan del comienzo cuando es semilla, antes de florecer los tallos.
Debe el árbol observarse, palparse y extender raíces. La rama abierta nos
muestra a un ser finito al que miramos. Caerá la estación, mudará de piel. Ahora
Barakaldo tiene su cara limpia y lavada. La industria nueva y blanca ha
sustituido a la negra, siderometalúrgica pero aún vemos parte de su corazón
lleno de arterias y fábricas. Una gaviota sobrevuela el mar contaminado. En la
cresta del Serantes, entre la esbeltez de las grúas, vemos la gaviota que huye
y regresa. Te vas en bus y te alejas cargado de recuerdos. Cauces que te
resultan monótonos. Dormido en el tiempo. Suenan vapores Pasajeros aletargados.
Un gigantesco verdel de lunas de oro y plata. Helada piedra caliente. En los
cuadros aparece el niño del jersey o la niña de anónimos ojos. Cuadros que nos
hablan de paseos, de cañas de hojalata, de fábricas que aun respiran y
languidecen. Higueras Manantiales Tenderos, un antiguo Barakaldo. A hurtadillas
entre recovecos y matorrales vemos la Torre del Bilbao exhibición center BEC
como el Orinoco, río entre selvas. Los cascotes de hierro y metal nos hablan de
la antigua industria, antes de que se rindiera tributo a la especulación
inmobiliaria. Los niños jugaban a las chapas, con la Goitibera, al rincón, la rayuela,
con los patines, a la casa de muñecas que vestían con sus corsés desnudos. Ana
nos habla de su abuelo zapatero remendón que tenía dos hijas, su madre y tía,
trabajando en la zapatería. Eran anarquistas. Los chicos se las quedaban mirando,
eran las guapas de Lutxana. En Ortuella y Gallarta estaban las minerías de la Orconera
de carbón. La división azul sobrevoló esta zona en la II guerra mundial,
alemanes y rusos, voluntarios bombardearon a los pobres de la miseria. Los gudaris
eran los soldados vascos, a los que se creía salvadores de la patria. En muchos
caseríos se protegían a los fugitivos, muchos criaban caballos o ovejas o otros
animales. La crisis de la posguerra fue mucho más cruel que las posteriores.
Me sentí
muerto como animal descompuesto. Se congela mi cuerpo. Orquídeas. Flores amarillas.
Pecíolos. Pareado Enmudecido, ¿por qué no mueres? ¿por qué no te callas en el
éter luminoso al olvido? Azul eléctrico de la fábrica y el aire caliente
espeso. Contenedores de chatarra y ladridos. Especulación y miedo de marcharte
el pantalón entre estas ruinas oxidadas y hombres rudos navegando sin descanso
en las traineras. Olor ocre, el paso del tiempo, la ruina vista, relámpago y
ruido en la lejanía. Los ferroviarios, de linterna roja, se sientan en los asientos
de madera. El cielo verde estrellado. Margaritas, pérgolas sin vegetaciones,
sigue siendo noviembre. Ruinas de mis recuerdos de juventud. Al pitido del tren
y las campanas corres amortajado en verde cuchillada, morena piel. La roca
tiene tu destino en las noches sin alma Los niños no saben de ti ni las beatas del
orden de la pasión De los caminantes emergen islas
Cara
feerica de bruja atormentada. Es el latir de la tierra, en la raíz del vientre,
en el dolor del pecho. Es la metamorfosis de hombre o mujer, de chica o chico o
etéreo rostro o su cadáver, última mascara o su verdad desnuda
Apariencias
felices solitarios, ambigüedades de lo visible e invisible, magia, teatro,
velos, sueños, espejos, lamías, polvo de hada, pintura de ojo, silencio,
descanso del camino. Amar hasta quedarse en los huesos, empezar con la piel del
olvido y el silencio, ¡tanto para encontrar sólo esto!, tras tus huesos, irrealizable,
nada más que un sueño. Mano en el pecho, ofrezco mi corazón a los dioses, fuego
de amor, calma y sed de sangre, deposito en ti la sangre. Herencia de mi infancia,
atrapados tras el cristal, imagen frágil quemada, distorsión tras el espejo.
Rosa sangre y oro en tu mirada y cabello. Resplandor de estrellas, odiar la
esencia, entre literas, mi buena estrella, mi pecho oscuro. La verdad desnuda,
me miro, me miras, de pie aguardas y se sujeta la mesa, la verdad en tus ojos,
la mentira en tus manos. Luciérnagas vuelan.
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