AMELIE NOTHOMB
De ella hay
libros por todas partes. Confiesa haber escrito 80 novelas de las que ha
publicado 22 y yo he leído 3. Es la escritora belga en lengua francesa que más
vende. Es conocida y afamada. Hay un club de fans de ella. Sale en todos los
medios de comunicación en Francia, en presentaciones de libros. Es un icono
pop. Es buena novelista, pero es famosa por sus extravagancias, peculiaridades
y excentricidades. Lleva grandes sombreros y siempre va muy maquillada. Ha sido
anoréxica. Solo come por las tardes y le da por el alcohol y bebe champan.
Duerme muy poco, 4 horas al día. De 4 de la mañana a 8 escribe todos los días.
Se despierta en un estado sorprendente de negatividad. Sus libros nacen de las tinieblas
y la negritud, pero dicen como salir de esa oscuridad. Sale de esa mierda
escribiendo. Escribe dos novelas y media al año. Publica una novela cada año.
No los publica el resto por ser demasiados negros o no tener calidad. Todos los
años no han traducido la novela. Se destacan por el estilo y forma que tienen y
su uso del humor negro. Nació en Osaka Japón en 1967. El padre era embajador de
Bélgica en países asiáticos. Su infancia la pasa en Japón, país al que ha
vuelto en varias ocasiones. Sus principales novelas trascurren allí.
Su primera novela es del 92, higiene del asesino. En el 99 escribe
su novela más famosa, estupor y
temblores. Regresa a Japón la protagonista y trabaja en una multinacional
de traductora y todo tiene un aire muy kafkiano. Ha vivido en China, Laos,
Bangladesh, Birmania, Inglaterra, Nueva York y París. Estudio letras en Bélgica
en la universidad de Bruselas. Tras muchos años se creyó que era belga. Ser
belga es no ser de ningún sitio. No tener identidad definida. Sus novelas son
autobiográficas. Cita a Virginia Woolf;
nada ha ocurrido a menos que lo escribas. Todo lo que vive lo escribe. En
la higiene del asesino a un premio nobel le quedan dos meses de vida. La autora
usa a protagonistas que son alter ego de ella. En metafísica de los tubos aborda la vida de una niña superdotada con
mucho ego e ínfulas. En Petronil se
describe la relación de amistad, la entrega literaria, la complicidad entre una
escritora treintañera famosa y una joven de 20 años que empieza a escribir. Las
dos son distintas, antítesis. La escritora consagrada fue criada por un padre
embajador y teoriza metafísicamente sobre el champan. La joven es ruda y
directa, de un barrio pobre de parís, de un izquierdismo dogmático y violento
heredado de su padre. Se conocen las dos escritoras en una presentación de
libro. Mantienen momentos de sinceridad, pero la relación se vuelve
autodestructiva. en sabotaje amoroso una adolescente maltrata a otra y esta desarrolla
un síndrome de Estocolmo enamorándose de su maltratadora.
La escritora
tiene ahora 50 años justos. Bebe champan todos los días y penetra en el placer
del alcohol. El alcohol nos suelta y nos revela secretos y nuestro verdadero
rostro. Tiene ligeras borracheras que le elevan de la vulgaridad a lo sublime.
No se considera alcohólica; no lo hace todos los días y no bebe sola. En pocos
libros la portada es la propia autora. Es un icono popular. Ella siempre se ha
extrañado del éxito super rotundo que ha tenido en Francia. Dedica el resto del
día a contestar a sus lectores. Tarda más en responderlos que en escribir sus
novelas. Responde personalmente a todos, hagan la prueba. Se siente reconocida
en sus novelas mucha gente, y eso que ella más rara que Abundio. Un señor viejo
le dijo que se sentía super reflejado e identificado en un protagonista joven y
femenino. Eso le gusta, pero le pasma y le genera mucha angustia. Ella responde
a todas las cartas. Dedica la tarde a responder cartas y al champan. En otra
novela habla de la relación entre una mafia, el capo y un concursante. Crean un
campo de concentración, una especie de Gran Hermano, donde cogen gente de la
calle y la retienen allí dentro. Otra novela surgió a partir del dialogo diario
con sus lectores. Escribe a mano todos los días. Toma té negro. Lleva sombreros
y vestidos estrafalarios en público. Color y amor en Japón se dice con la misma
palabra. Y ella es muy colorista optimista. Descubrió las propiedades terapéuticas
del chocolate. El libro forma de vida
surge de esa correspondencia son su público y lectores. Esta hija de un
embajador viajo por el mundo hasta los 17 años. Su material narrativo es
autobiográfico y trascurre en Japón muchas veces. En ni Eva ni adán también se cuenta el regreso a Japón y en nostalgia feliz y en la que ya hemos
mencionado que es su mejor novela; estupor y temblores. Allí se rencuentra con
sus amigos y familiares. La autora es fabulosa, irónica, burlona consigo misma.
Siempre usa protagonistas alter ego de ella o que sufren alto grado de demencia
romántica. Es una autora original. Traducida a 32 idiomas. Confiesa que padece grafomanía,
adición a escribir. De los 7 libros que escribe al año publica uno, el que más
le satisface.
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