Francisco Ayala nace en Granada en 1906 y muere en el 2008 a los 102 años (increíble) Fue funcionario del ministerio de asuntos exteriores
en la república. Estudia literatura, sociología, y derecho político en la
complutense donde dio clases. A los 17
se traslada a Madrid donde estudia filosofía y letras. Publica sus dos primeras
novelas; tragicomedia de un hombre sin espíritu e historia de un amanecer. Vive
en Berlín en los años 20 30 (del 29 al 31), le pilla en Buenos Aires la guerra.
Fue letrado
de las Cortes desde la proclamación de la Republica. En el comienzo de la guerra
civil se encontró dando conferencias en Sudamérica y, durante la misma, ejerció
como funcionario del ministerio de estado. Va a París Puerto rico y EE.UU. allí se exilió y pasó 10 años colaborando
en la revista sur, en el diario la nación y en la editorial losada, así como en
la revista que creó con Lorenzo Luzuriaga; Realidad. En 1971 le dan premio de
la crítica por jardín de las delicias (no confundir con el jardín de los frailes
de Azaña) Dio clases toda su vida. En EEUU dio clases en las universidades de
Princeton, Utgers, Nueva York y Chicago. En Puerto Rico era amigo de Juan Ramón
Jiménez o Pau Casals. Vuelve en los 60 a España. Desde entonces lo hará todos
los veranos pues compra una casa de veraneo.
Está implicado con Rosa Chacel en la revista de occidente y la faceta
literaria Según el ensayo la deshumanización del arte, importa más la forma y
el cómo, lo experimental, la innovación En 1949 va a EE.UU. y escribe los
relatos los usurpadores, una historia de España, con las causas y males de la guerra
y cabeza de cordero que son 15 relatos de la guerra. Muerte de perro es una novela
del 58 y el fondo del vaso del 62 Visita Argentina, Puerto Rico, EE.UU. cultiva
el subgénero de los dictadores latinos. Los ciudadanos pierden libertad y dignidad,
ante los caprichos del dictador, y el régimen represivo. En el 76 vuelve a
Madrid definitivamente. Colabora activamente en prensa. En el 83, a los 77
años, es miembro de la RAE. En el 88 le dieron el premio Nacional de las letras,
en el 90 es nombrado hijo predilecto de Andalucía y en el 91 le dan el
cervantes y en el 98 el príncipe de Asturias . Recibe muchos premios, es
revindicado por muchos escritores, escribe de derecho político y sociología también.
Comparte generación con narradores como Sénder, nacido en 1901, Rosa Chacel
nacida en 1898 o Max Aub nacido en 1903. Eran jóvenes proclives a improvisar. Experimentan
la literatura de vanguardia; la sensualidad y las vacaciones que son la vida desde
el despertar hasta acostarse. La noche pasó volando sin huella, versa en uno de
sus poemas barrocos
La crítica
ha dividido generalmente la trayectoria narrativa de Francisco Ayala en dos
etapas: la anterior y la posterior a la guerra. En la primera etapa escribió Tragicomedia
de un hombre sin espíritu (1925) e Historia de un amanecer (1926),
que se inscriben en una línea narrativa tradicional. Con El boxeador y un
ángel (1929) y Cazador en el alba (1930) abordó la prosa de
vanguardia. En ambas colecciones de cuentos predominan el estilo metafórico, la
brillantez expresiva, la falta de interés por la anécdota, la fascinación por
el mundo moderno. Tras un largo silencio, Francisco Ayala inició su segunda
etapa en el exilio con El hechizado (1944), relato sobre el intento de
un criollo de entrevistarse con el rey Carlos II que formó parte en 1949 de Los
usurpadores, libro compuesto por siete narraciones cuyo tema común es el
ansia de poder. La historia sirve aquí para reflexionar sobre el pasado, a fin
de conocer con mayor profundidad el presente. También en 1949 publicó La
cabeza del cordero, conjunto de relatos sobre la Guerra Civil, en los que
presta mayor atención al análisis de las pasiones y comportamientos de los
personajes que a la crónica de unos acontecimientos externos. Muertes de
perro (1958) constituyó una denuncia de la situación de un pueblo sometido
a una dictadura, , al tiempo que presentó la degradación humana en un mundo sin
valores. El fondo del vaso (1962) es un complemento de la novela
anterior, que está presente en este nuevo relato a través de los comentarios
que de ella hacen los personajes. La ironía se convierte en el recurso central
de esta obra, aunque una mayor comprensión hacia el género humano va
sustituyendo al desprecio. En algunas ocasiones, como en El hechizado,
se acercó al mundo existencial y absurdo de Kafka con una denuncia implícita de la inmoralidad y
estupidez del poder.
Después de
estas novelas Francisco Ayala siguió publicando relatos, como los recogidos en El
As de Bastos (1963), El rapto (1965) y El jardín de las delicias
(1971), libro que se basa en el contraste entre la objetividad satírica de la
primera parte, «Diablo mundo», y el tono evocativo, subjetivo y lírico de la
segunda, «Días felices». En 1982 apareció De triunfos y penas, y en 1988
El jardín de las malicias, donde recogió seis cuentos escritos en
diferentes épocas de su vida. Gran importancia tiene también su obra
ensayística, que abarca temas políticos y sociales, reflexiones sobre el
presente y el pasado de España, el cine y la literatura. Escribió unas
memorias: "Recuerdos y olvidos" (1982, 1983, 1988 y 2006). Fue
miembro de la academia de las letras de Granada. En noviembre de 2003 recibió en su ciudad
natal el nombramiento de Socio de Honor de la asociación Granada Historia manifestando
que ese, «tal vez, había sido uno de los momentos más bellos de la última etapa
de su vida, pues tras casi un siglo de sentirse granadino por el mundo entero,
ahora se reconocía por los propios granadinos». Su relato El tajo fue
seleccionado en la antología de cuentos de la Guerra Civil Partes de guerra,
a cargo del escritor Ignacio Martínez de Pisón. Falleció el 3 de noviembre del
2009 en Madrid a la edad de 103 años Su capilla ardiente se instaló en el
tanatorio del cementerio de San Isidro de Madrid, donde fue incinerado en la
intimidad.
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