EDURNE
Cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo, dice Edurne cuando entramos en su bar LA Riojana Rock en Barakaldo. Su vida es el rock roll y los libros. Es la dueña y camarera del Riojana rock que puede visitarse en Facebook. Allí la gente pone fotos, pero no lee nada. Le gustaba hacer redacciones, pero escribía de pena en el colegio. Ahora la da vergüenza leerlo. Se ha publicado dos autoediciones con cien ejemplares para los amigos. Vende en los bares sus poemarios. Están hechos en los bares donde trabaja los poemas. Tiene un cuadernito de papel pequeño. Salen rockeros, por supuesto. La camarera está muerta de su trabajo. Los bares son su lugar de paso. En la pared vemos fotos de Janis joplin, Jim Morrison, Jimi Hendrix, los Rollings o Amy Winehouse. Demonios a veces ángeles y se alquila son los dos poemarios de Edurne. Escribe en servilletas de bar. Cerró el Alaska y pusieron una tienda de deporte. Ella compró la antigua riojana de la que solo queda un cuadro de Janes Joplin y el vecino la amenaza con llamar a la municipal porque no tiene licencia. Su tema favorito es el rock an roll y las emociones que le hace sentir. Funde chocolate en moldes en forma de guitarras. Hace una guitarra enorme de chocolate. Un hombre le trae chocolate blanco y ella le echa colorante y lo funde. Ha escrito poemas para la ocasión. Vive en san Vicente, república independiente y tiene una parcela en el cementerio a la que no piensa ir.
Cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo, dice Edurne cuando entramos en su bar LA Riojana Rock en Barakaldo. Su vida es el rock roll y los libros. Es la dueña y camarera del Riojana rock que puede visitarse en Facebook. Allí la gente pone fotos, pero no lee nada. Le gustaba hacer redacciones, pero escribía de pena en el colegio. Ahora la da vergüenza leerlo. Se ha publicado dos autoediciones con cien ejemplares para los amigos. Vende en los bares sus poemarios. Están hechos en los bares donde trabaja los poemas. Tiene un cuadernito de papel pequeño. Salen rockeros, por supuesto. La camarera está muerta de su trabajo. Los bares son su lugar de paso. En la pared vemos fotos de Janis joplin, Jim Morrison, Jimi Hendrix, los Rollings o Amy Winehouse. Demonios a veces ángeles y se alquila son los dos poemarios de Edurne. Escribe en servilletas de bar. Cerró el Alaska y pusieron una tienda de deporte. Ella compró la antigua riojana de la que solo queda un cuadro de Janes Joplin y el vecino la amenaza con llamar a la municipal porque no tiene licencia. Su tema favorito es el rock an roll y las emociones que le hace sentir. Funde chocolate en moldes en forma de guitarras. Hace una guitarra enorme de chocolate. Un hombre le trae chocolate blanco y ella le echa colorante y lo funde. Ha escrito poemas para la ocasión. Vive en san Vicente, república independiente y tiene una parcela en el cementerio a la que no piensa ir.
Su padre era taxista. La madre
murió hace un año y este es su primer día de la madre sin madre. Vive de noche.
Barakaldo ha caído. Lo dice la gente de fuera. Quizá por la crisis o porque no
se puede fumar. Si sales a fumar te riñe el vecino. Ha caído también el casco
viejo. Los antiguos rockeros tienen ahora 4 hijos. En los conciertos no se ve
gente joven. El más joven tenía 30 y tantos. No saben que es rock roll las
generaciones de ahora. Aquí solo suena eso. A los chavales les gusta pachanga y
reketon, a pesar de que tienen muchas letras contra la mujer. Hay que pelear y
buscar su sitio contra el machismo asqueroso. Iba a saltar de la barra a partirle
a uno la cara; ya no vas a jugar más al futbolín, le dijo. No estaba miguel su
novio para protegerla.
En el bar intentó hacer una novela.
Se alquila es una novelita corta y cuentos, sobre casas de alquiler. Lo
escribió en el bar carpe diem. El libro es pequeño, solo venia eso. Hacen obras
frente a su fachada. Estudio en Alkartu en Gorostiza, en la ciudad deportiva. Entró
hace poco en un grupo de Facebook de videos de alumnos. ¿Qué será de ellos? Los
nietos llevan al abuelo a conciertos de Queen y les gusta. En su bar estaban
los niños bailando Queen, les iba a contratar para que viniesen otros días. Los
niños se suben a la alfombra. Se notan los años currando en los bares. “El rock
and roll me va a llevar a la muerte”. La dueña del Riojana rock solo bebe cava y
champan, tiene glamour. No ponemos a escribir y bailar. Los ha escrito a las 4 mañana
cuando llega a casa. Es cuando más escribe. Abre a las 5 de la tarde. Por la
mañana no.
En la
rivera. Aire salubre abre pelo, costillas reumas, oxidadas. Hombres rudos
navegan por las aguas, dioses en montañas, ir venir traineras, desde la nueva
atalaya observo historias que quizá un día fueron ciertas
Quimera.
Subir bajar cuesta, escalones, vuelta a la nada, buscar lo no perdido, tropezar
misma piedra, escribir sin palabras, leer páginas en blanco
Pensáis
que pudisteis transformarse en vosotros cuando lo que odie, no esta en venta mi
alma
Trasnochados.
Hundió la noche helada. Brillar coches y farolas. Nos pertenecen las calles. Nos
besamos sin que nos miren. Nos dormidos con la música y los sonidos nos acunan.
No había estrellas, pero si lluvia. Llegamos al portal. Nos susurramos poemas
en la noche y nos abandonamos a los sueños
Rock
roll. Vibrante, escucho me siento atrapado cuerpo sudor brillo. Alzo manos
corazón. infierno parece más cercano, libero energía espíritus danzantes, desparezca
lo que no me gusta. Manos eléctricas en respiro, hace eco llegar a ti, rock
seduce la noche
Quiere tener ayudante, peor se
teme que va a tener que cerrar después de fiestas. A diario nadie sale. Cuando
vino no había ni un taburete. Es un bar en el que no hay peleas. Su influencia
es Bukomsky. Escribe cuando va algo tomada realismo socio, lo único que puede
hacerse en Barakaldo
Si bukomsky
hubiera sido mujer seria Edurne, porque escribe realismo sucio cuando va algo
tocada a las 4 de la mañana. Escribe con el rock vibrante de fondo o quizás nos
esté preparando una guitarra de chocolate. Ahí está, detrás de la barra, con su
peinado a lo Maitena. Detrás de su dura apariencia hay una mujer que se emociona
haciendo los deberes para el taller literario de josu
Tras la trinchera
del rock, no pasaran. Pincho poeta de la esperanza. Niña de cabello blanco, riendo
con gesto ajeno de nadie. Es la belleza de los iconos muertos, dame la paz
amen. Extender las alas, y volar con los
Rolling Stone y los guitarrazos. Palabras chirriantes, estridentes como tijeras
llenan la boca y el estómago con los versos latiendo, radar oscuro de noche de bares
llenos de palabras. Tras la barra los años pasan, las noches arden. Admira a Bob
Dylan, su sonrisa dura brillante. Piedra del camino, la diva se rompe las uñas y
en nueva Orleans tocan guitarras. Lleva una chupa con destellos metálicos y desparpajo.
En los 90 miraban recelosos asomamos al bar, la guitarra mal sonante. Los últimos
son los mejores, algo de ellos queda pegado, en una sonrisa vibrante. Delgadas y
vibrantes frases cortas. Levantar los ojos al finalizar los poemas, en los bares
toda la vida trabajando, chocolate fundido primorosamente.
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