Nos encontramos con Javier
LIñera, actor y director de escena, con toda su vida dedicada al teatro, de
forma apasionada. El montaje de Barro Rojo podemos verlo el sábado en el teatro
Barakaldo. Liñera vive el movimiento del teatro vasco de cerca, y nos habla de su
experiencia personal.
Estudió arte dramático en la escuela
de Getxo. Fue a Madrid. pero el trabajo le salió aquí, en una compañía de
teatro clásico. En la compañía pantano de Madrid viajaba todo el rato. Le gusta
el teatro de la palabra y el teatro con el texto, tan denostado en nuestra
época. Ha trabajado en el área física, vocal e interpretativa. Empezó a dar
clases. Las circunstancias que le han rodeado le han hecho decidir uno u otro
camino. Me voy a dedicar a esto, se dijo. Ahora se dedica a la formación de
gente con afición al teatro y concretamente mujeres. Trabaja en la formación
teatral y de género. Trabajó en varias compañías como simulando teatro. Hace 4
años, le dieron una beca artística y fue a estudiar a París. Recibió formación
vocal en el centro artístico donde desarrolló la voz hablada, cantada y el
canto del infierno, cuya meta es que una voz tenga las 8 octavas. Con esa
escuela ha estado muy vinculado. El trabajo vocal era el hándicap del director
Juan Carlos Irizabal. Tenía dificultad vocal y la trabajó mucho, para que no
fuera a más. Estudió voz danza y teatro corográfico en París. Muchas compañías
europeas nacen en los años 60 70. Trabajan la parte física o vocal. Las compañías
se retroalimentan una a otra. La compañía para la que el trabaja muere en el
75. Los miembros de la compañía hacen un centro artístico de formación. Una
persona dijo que le gustaría dirigirle. Pensó que lo decía por cumplir. Javier
Liñera es muy tímido, vergonzoso, pero la última comida le dijo; “quiero que me
dirijas”. Estuvo vinculado con estas escuelas de formación.
No sigue ninguna corriente
específica, mezcla todo. No es de gurús, de Stanislasky. Coge algo de cada
manera de trabajar, y lo mezcla como a él le gusta. No le gusta la formación
judeocristiana, el sufrimiento, el llegar hasta los límites físicos. Para él el
teatro es carnavalesco. Tiene que haber disciplina, pero ser puro placer. A la
vez que su formación como actor, hace trabajos de dirección. Le empiezan a
pedir proyectos; “vamos a formar esto, tienes 5 personas y la obra tiene 7”. Se
forma con cursos on line, con José Ramon Fernández, Josu montero, Paco Becerra
o Alberto Conejero. Tiene la necesidad de buscar herramientas en lo escrito. Dentro
de la formación hay una parte de dramaturgia. Sabe un poco más. No se ha
equivocado tanto. La formación la enfoca en su parte social. Trabaja mucho la
palabra con Vicente fuente. La abadía trabaja la palabra como algo físico, lo
escrito está muerto, ¿cómo hacer que la palabra este en el propio cuerpo?, que
salga natural o no. Ernesto arias, caballero y otros trabajan la palabra
contemporáneamente. El teatro actual busca ser veraz. Hablar como se habla en
la sociedad. Parece natural, las palabras brotan, pero está construido y
trabajado.
Hace unos años deja el grupo y se
plantea creaciones en solitario. Tras 10 años en grupo, ese ciclo se acababa.
Tenía la necesidad vital de buscar otra cosa, de cambiar. No sabía que quería,
pero era el momento de irse y la separación tuvo sus tiros y aflojas. “Es difícil
estar en escena, la creación, la institución...” No quería meterse en el grupo
durante un tiempo. Necesita su tiempo. No está en un grupo como tal, pero
trabaja en grupos amateur. Vive del teatro. “Te ofrecen una clase y te vas
creando una visión sobre el género diferente, sobre la mujer y tu propia
sexualidad y condición”, reconoce. Todo lo que rodea a esos grupos tiene que
ver con el teatro de género, y el teatro social. El teatro social es un término
denostado. Él estudia los textos que tienes que ensayar. Trabaja con mucho
placer y gusto, y además le pagan por ello. Llegan nuevos grupos. “Es loco,
pero me lo paso muy bien”. Trabajaba profesionalmente en esto. Se va un mes a
Chile. Le permiten más flexibilidad. Hace un laboratorio de teatro, rescribe los
textos. Los textos son suyos. pero el los corrige, reelabora. Es responsable del
material del texto, y esto es una arriesgada apuesta. Le gusta la parte
artística y de contenido, qué poner, qué quitar. Lleva años dirigiendo compañías jóvenes que
empiezan, grupos amateur, semi profesionales. Depende del elenco. Te dan el
texto, esto tienes que dirigir o te permiten hacer una propuesta de texto. No
trabaja con esa dinámica con sus alumnos. Intenta formarles, llevarles por la manera
de hacer teatro que le gusta más o es más cercana, romper los moldes teatrales,
la seguridad en entorno del trabajo. Quiere que se apropien del personaje y
encuentren su propia manera de hacer. Dejas migas de pan por el camino para que
se vaya encontrando los tesoros. Si te dan el texto de fuera es más fácil olvidarlo
rápido. Trabaja con intérpretes. El dirige y les dice por dónde quiere que
vaya. A veces sus alumnos van por otro lado. Le dan propuestas más interesantes
que lo que el pretendía. Les da total libertad en algo en que no hay libertad,
es un texto cerrado. De un personaje que es muy duro, vamos a hacer contrastes
que interesen. Trabajemos desde un personaje mucho más débil para llegar a algo
más interesante
Barro rojo es un proyecto
personal. Javier LIñera hace de autor creador y actor. En el centro Regal en París
le ofrecen la dirección. No hace más obras por el lio que supone, tiene que hacer
de creativo, la gestión, la administración, el venderlo. Es un trabajo muy
personal en el sentido más íntimo del término. No en cuanto al tema, sino al enfoque
personal. No sé si valgo para esto, se
decía. Se metió como teleoperador. Tenía paro, y le iban a dar la beca. Fue un
embarque apasionante pero duro. La dirección estaba lejos. Lleva la propuesta
allí. Eligio un tema que le atraía, los campos de concentración en Europa y como
trataban a los gays en las cárceles españolas. Se condenaba la intersexualidad.
Gay y gitanos estaban totalmente denostados. De los rojos no eran amigos ni
andaban cerca de ellos. Empezaron a caer los derechos de los trabajadores, de
las mujeres, iba a haber una ley del aborto y se paraliza. Como dice Beltor Brecht,
en cualquier momento te toca a tí. Le dan una ayuda que solicita para hacer un
trabajo de investigación. No se lo inventa la historia; es un trabajo, como una
historia de ficción, pero con pequeñas historias de realidad. No toda historia
es verdad pero hay pequeñas historias de realidad. Se hace el texto, llega al laboratorio
y se rescribe. La escena nace y se rescribe. Es un trabajo muy solitario. El
dramaturgo es un trabajo duro, solitario. No es como cuando ensayas y te ayudan
compañeros. Quería meter mujeres en el texto, pero apenas hay. El director está
dentro de los movimientos LGTB. En la obra de teatro no puedes abarcar todo lo
que ocurrió. No tiene nada que ver lo que vivieron las mujeres que lo que
vivieron los hombres. Se empieza a cristalizar el texto, la función. Es la manera
de trabajar, de ir, volver… Eres actor,
pero se te exige más. Espectadores, programadores y artistas se juntan en la
fundación de la obra. Luego se estrena, empieza a girar. No quiere desvelar
nada de la obra, mejor ir a verla.
La obra trata de la situación de
los gays en las cárceles franquistas, y campos de concentración. Hizo
entrevistas, vio documentales. Necesitas saber más cada vez. Se pregunta si lo
está planteando bien, políticamente ideológicamente y artísticamente. Se reunía
con un ideólogo e iba hasta Valencia. Se reunía con gente de la producción.
Tenía necesidad de que la problemática en si fuera bien. A pesar del drama
siempre había algo jocoso. O cantaban o se cogían las sabanas, se travestían,
se disfrazaban. Había algo de vitalidad siempre. Este espectáculo tiene este
pulso. Va del presente al pasado. Ponerlo todo en pasado no hace reflexionar.
Si pongo el presente y el pasado, lo comparo con lo que pasó. Así uno sabe de dónde
viene y lo que pasa en otros países. En el colegio le han enseñado menos de la
mitad de a historia que luego ha investigado por su cuenta. Quería saber de
donde venia. Se le iba la obra. Intentaba poder ver las cosas, y solo hay un
distanciamiento en la obra; la del tiempo. No es el distanciamiento de Beltor
Brecht. Quería romper la función, volver a verla. Son temas que ya conocemos, sabemos,
pero no sabemos con detalle. No quería ser morboso en ese aspecto. Es importante
que el protagonista fuera una persona que se travestía, porque estas personas han
estado delante en la lucha. Se quiere al gay integrado. Si entra dentro del
mercado todo va bien.
Pero hay personas con mucha
pluma, travestis o transexuales que estaban crucificados en la época. Quería
que eso estuviera en primera línea. Se pasó más de un mes ensayando con
tacones. La obra está siendo un éxito. Al primero que le ha sorprendido es a él.
Premios, mach, festivales por Latinoamérica, chile, el festival de Santiago y
el del norte, Ecuador, festival Guallaqui… el festival Bad. Pensó al principio
cuando la compuso que iba a tener 7 funciones. Este mes hará 3, y el siguiente tiene
planeado otras 2. Se llevó al festival internacional de Brasilia. Si tiene
temática de mujer lo ponen el 8 marzo. El reclama que se ponga cualquier día,
no hace falta esperar a ese día. Pensó que no iba a tener tantas funciones. Un
amigo le dijo; sé responsable de lo que has hecho, asume lo que has hecho.
Está escribiendo ahora otra cosa
y siente presión. Hay una expectativa y a lo mejor es una mierda la nueva obra.
Es una comedia negra, dos chicos han matado a uno y lo tienen detrás para
descuartizarlo. Sale el tema de la época de las falsas denuncias; a un vecino
que nos les cae bien dicen que es rojo y ya está. Le da miedo la nueva obra.
Esta obra puede condicionar el crear otros espectáculos. Fracasar esta
denostado. Reclama el derecho a fracasar de vez en cuando. Pero si fallas en
algo en la obra en este país te crucifican. El hecho de que un trabajo este mal
no es que la dramaturga o actriz haga mal su trabajo. Eso lo ha hecho mal peor
solo esa parte. Dentro de cualquier trabajo o proceso creativo haces algo
concreto que no está bien. Con el mundo del teatro se castiga mucho y durante
mucho tiempo. Trabaja con la compañía Cabía que lleva la actividad constante de
entrenamiento actoral. Funciona en el país vasco, es un grupo interesante.
Preparan obra para octubre. Cogen el cuento de Alicia para contar otra
historia, la historia de chica que sufre una depresión.
Barrio rojo ya está ensañada.
Ensayan cuando tienen función. Es el mundo loco de los horarios. Se levanta a
las 8 de la mañana y no para. Come cuando esta con el ordenador. Despeja la
cabeza. Sueña con palabras, con la iluminación. Quedamos el sábado, le proponen
los amigos, pero él los sábados ensaya. Quedamos
el lunes, yo trabajo. El teatro le afecta a la vida personal. Escucha la
opinión de otra gente. No se pelea con los programadores. Tiene muchas ganas de
ver esta obra en un escenario. La dirección
aporta una visión desde fuera. No sabes si los tiempos son los que son, si
funcionan, que imagen das, la imagen dentro de una dramaturgia. No sabes los
tiempos. Esto aquí, ahora esto, déjalo más tiempo. la dirección te va ayudando
a cambiar cosas de la obra, Tiendes a hacer siempre cosas en el escenario para
no aburrir. Pero a veces no es necesario, deja que la imagen tenga su espacio y
se repose y ya cambias de escena. La dirección te da una visión diferente. Es interesante
lo que escribía.
La obra fue candidata a los
premios mach y ganó el premio a la autoría teatral. ¿Cómo te seleccionan? Hay
una serie de requisitos como el número de funciones. El mismo técnico le invitó
a hacerlo, total no te cuesta nada. Hay un montón de gente participando. Te dicen
a que categorías has pasado. Pasas la criba del autor revelación, y quedaron entre
los 10 últimos. No hizo nada en especial, se presentó y ya está. Te miran
diferente cuando ganas un concurso. Los críticos criticaban la dirección, pero
nadie decía nada del texto. Desde que es autor revelación las críticas han ido
al texto. ¿esto es casualidad? La obra genera expectativas. En los premios
entran muchas cosas en juego, no solo las cualidades artísticas. Si hubiera
dinero, una cuantía económica, como el Planeta sería mejor.
Una obra de teatro puede hacernos
pensar, hacernos cómplices, entretenernos, incomodar, reflexionar, molestar,
pegar el tostón. ¿Cuál es tu deseo, qué buscas con la obra? La palabra
entretener está denostada. Entretenido va a ser, pero no es banal. Juega con los
contrastes. Vas por aquí, y el espectador se abre, y cuando ya está abierto... esta
la función lograda. No puede especificar su objetivo concreto, pero si
empatizar, esto está pasando, puede volver a pasar, de forma sutilmente está pasando.
En Chechenia hay campos de concentración para gays. Busca la complicidad del
público. El público está en escenario. Va a haber gradas como en un teatro
isabelino. Eso no le preocupa. Es super obediente con lo que dicen los técnicos.
Hay cosas que no quiero que me toquen. Deja hacer a los técnicos lo que
quieran, me parece bien.
¿Por qué te dedicas al teatro?
“Fue algo accidental. En el colegio había canto y teatro. Cuando empecé
periodismo, que no acabé, a la vez estudiaba interpretación en la antigua
escuela de las artes escénicas del país vasco”. Estaba en amateur, pasó a la
profesional, le dijeron que valía para el teatro. En ese momento le empieza a
gustar cada vez más. Ve sueño de verano en un teatro y dice; quiero hacer eso.
Eso se le conto a Víctor criado, uno de los actores. Tuvo que trabajar la voz,
el canto, y la interpretación. Empezó porque le gustaba lo que veía en escena.
Fue una mezcla de cuestión egoísta y trabajo con las personas. La parte
pedagógica no la quiere dejar. Se resiste a tener que dejarlo. Buscará otras
formas de grupo para no dejar la parte pedagógica. Le gusta la trasformación
que se produce en él y en los demás, le gusta trabajar temas sociales y tema de
género. Le abre mucho y ve la vida de otra manera. Ha estudiado diferentes
vertientes del feminismo, la teoría queen. A el le descoloca. Mezclar el arte
con estos diferentes temas le gusta mucho.
Las personas que trabaja son
mujeres amateur, no son mujeres profesionales. Trabajaba con una chica, Sara,
que hacía un master de ingeniero en la universidad. Se tenía que ir a trabajar.
Con ella iba hasta el final. Se documentó mucho sobre la diversidad sexual. Una
vez te metes en ese ambiente te atrapa. ¿Cómo llevarlo para que funcione
artísticamente? Depende de los temas que toques te pueden encasillar en el 8 de
marzo. El teatro es trabajar y engañar. Esos grupos salen de algún sitio. Se
publica su obra. Trabajaban los procesos, mas importantes que el resultado. Les
invitan a fiestas y van. Pero a muchos les trastoca la vida el teatro, ya no
quieren seguir. Han ganado premios a la dirección, al mejor montaje, premio a
la mejor actriz. Han ido a festivales de teatro y han sido reconocidos. Matando
horas trata sobre el nido vacío. Trabajaba ese tema y otros temas en cuanto a
la soledad. Tuvo una repercusión mayor. Contentas, buscaban otras funciones.
Hay subidas y bajadas y vidas personales más complicadas. Desde la mancomunidad
de Uribe costa les dan temas y le ofrecen trabajo. Queremos otro tipo de
procesos, de plazos. Para el 8 de marzo tal y para otro mes tal. En un proceso
que en tiempo corto se hacen muchas cosas. Del trabajo de las mujeres hicieron un
espectáculo con ello. Hablaron con las mujeres para que hablaran con las
abuelas. No quiero que hablen de mi madre, protestaba alguna actriz. vamos a
hacer una ficción partiendo de una realidad y son necesarios esos testimonios.
Ha representado obras en Barrika,
Sopelana, Banarte, cuando era mas joven, ha estado en toda la geografía vasca y
ahora está en la compañía Imara de Amurrio. Por eso es loco el trabajo de actor.
La primera obra de Imara reconoce el director que la destrozó. Los actores
principiantes tuvieron premios. Él no quiere dejarlos. El tren le sirve para
escribir y comer. Ha recibido formación on line con Becerra y José Ramon. Tiene
trabajos durante todo el año. “Podías escribir una obra y luego hacías el
trabajo escénico como herramienta, hacías ejercicios”, cuenta. “Cada semana
entregabas el ejercicio y te respondían o llamaban por teléfono.” Estuvo en la
escuela de teatro de Baracaldo. Quería ir a clases de Josu, pero los miércoles
no podía.
Buscaba otras formas de hacerlo.
Iba a la sala Beckett de Barcelona enfocada al teatro. Trajeron al alemán que
hizo la noche árabe, y a diferentes autores. Había talleres más puntuales. Eran
varias horas al día durante 2 semanas. Talleres de dramaturgia como tales no
hay. Estudias 4 años en la BAI. No es sencillo engancharse a la parte de dramatúrgica.
El teatro es una herramienta social, para el cambio y para sensibilizar. Tiene
muchas vertientes en su horizontalidad. A veces se quiere que el teatro no sea
como herramienta, que sea trasversal.
Esta denostado lo que tenga que ver con la mujer. Se asocia con lo panfletario.
¿Dónde está el arte? Él toca temas que
tienen que ver con la mujer. el teatro va más allá de la herramienta social.
Recorre todos los departamentos
Los aficionados al teatro hacemos
nuestros pinitos. Una actriz lleva todo el peso del monologo. Trasmitir esos
diálogos se le hace muy difícil y memorizar los papeles que es cuestión de
poner codos. Mucha gente no sigue en el teatro porque no se lo va a poder
aprender el papel. Para aprenderse un papel hay que jugar con las palabras, el
texto, decirlo de una manera y otra. Interiorizarlo. Recordarlo después. Es
cuestión de memoria, de tranquilidad. Cuestión de evitar el pánico. Sales a
escena y si no te sale el texto ¿qué haces? Esta el trabajo hecho, tranquilízate,
ya lo has estudiado memorizado interiorizado. Los compañeros alrededor te
ayudan. Llevan el apuntador por si acaso. Tranquilidad y jugar. Si no viene una
palabra viene otra, lo importante es lo que estas contando. La historia es
importante. Soy un canal por donde pasan todas las emociones. Hay que sentirse
un canal, que entra y sale. Mucha tranquilidad y jugar, pasártelo bien. No
importa. Es tu texto, tu historia, tus compañeros que están contigo te ayudan a
llevarlo a buen fin. No está ya en ti, el peso está en la historia. Voy a
contar esto y esto y hablo de esto, eso te ayuda a interiorizarlo.
No hay improvisación ninguna. En
la primera parte hay parte mas improvisada porque cada público es diferente. En
el resto de la obra no hay nada improvisado. Es amigo de la improvisación, pero
no se ha formado en ella. En la obra está todo medido. Que cada vez que suceda
sea la primera vez, eso sí que lo ha trabajado. Trabaja la historia en cada
función. Respecto al proceso de memorizar, nos confiesa que tiene un atril en
su casa. Dice el texto y lo repite. Le vienen imágenes. Es importante que haya
link con el texto. Esto me recuerda a esto. Luego están las técnicas
memorísticas; decirlo en voz alta en casa, y escucharlo, lo bien que lo haces,
perder el miedo, decirlo y decirlo. Ahora lo digo gritado, y hacerlo con el
cuerpo. Se trabaja de aquí para arriba o de aquí para abajo. Debajo de cada
palabra hay una historia de cada palabra y del sentido que tiene para ti la
palabra. El Amor es una idea distinta para uno u otro. Buscar las imágenes que
sugieren las palabras y meter muchas horas de trabajo. Un profesor le dijo que
le faltaba soñar lo que quería. “Ahora sé que quiero. Actuar es como cantar. Para
llegar aquí tienes que hacer esto y esto es puro trabajo.”, finaliza el
director.
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