TIEMPO de
Rüdiger Safranski
(1 enero
1945 Rottweil Baden Wuttemberg filósofo alemán)
Safranski es un autor filósofo
alemán que escribió libro sobre Schopenhauer y el romanticismo alemán. Analiza
el tiempo como ese instante en que la vida se va desarrollando. Cada uno de
nosotros a partir de nuestra realidad subjetiva damos un sentido a nuestra
vida. El tiempo está ahí, pero lo utilizamos de una manera o de otra. Aparecen
conceptos como el aburrimiento, la pasión desmesurada por la revolución, la
apatía absoluta ante la vida. Desfila por el ensayo gente que hace que el
tiempo parezca que no termina y que sea una pesadumbre el momento. El tiempo
condiciona nuestra vida y la utilización que hacemos de ese tiempo. Safranski
habla de las posibilidades que para nuestra vida te deja ese concepto del
tiempo. No es tanto el tiempo físico como el psicológico, filosófico,
abstracto. Tengo un deber conmigo mismos a través del tiempo. Tengo que
utilizar el día a día y lo tengo que rellenar llenar y lo hago, lo lleno. Cada
uno lo llena con una determinación propia que da sentido a su propia vida en
cualquiera de sus facetas. Él lo analiza de esta manera. Habla de la
profundización de la identidad de cada cual dentro del tiempo.
La filosofa es que hacer con mi
tiempo. Es un PASA-TIEMPO. Si no hubiera filosofía y no tuviéramos tiempo, sería
el No-Ser y la Nada. La filosofía de forma consciente o no consciente nos da
identidad a nosotros mismos. Sin ella, seriamos el no ser, la nada. Cualquier
persona en su consciente hace este trabajo espiritual. El autor revindica una
filosofía del placer primario, y en los que no ignoremos sentimientos buenos
como la piedad, ni negativos como la maldad. Todas las pasiones humanas
obedecen a una condición filosófica de ese su momento. A cada uno le toca vivir
un momento del tiempo histórico y vital diferente. No es lo mismo el señor que
vive en las cruzadas que el que vive en el tiempo de internet. La filosofía del
momento determina la identidad de cada cual. La idea de este filósofo es que en
cada tiempo histórico aparece el individuo ciudadano que tiene que emplear su
tiempo y que crea una filosofía fruto de su subjetivismo. Eso es lo que cada
cual, cada uno, hace en lo cotidiano. Habrá tantas filosofías como individuos,
pero siempre habrá un tiempo que al pasar por el filtro de la historia condicionará
al individuo y su filosofía. Aunque tengamos diferentes visiones del 23 f,
aunque cada uno lo haya vivido diferente, el hecho histórico del 23 f será
igual para todos.
EL ROMANTICISMO
El romanticismo es un tiempo
histórico donde ese yo individual exaltado quiere absorber todo el tiempo del
tiempo en esa individualidad que es cada cual, vivida de forma pasional. No se
conforma con menudencias, el romanticismo quiere absorber todo de todo. Es un
tiempo muy enriquecedor. Los románticos son grandes buscadores del absoluto. El
absoluto viene condicionado porque como nunca se alcanza siempre queda una
dosis de frustración, de fracaso, porque el absoluto no se consigue. se da la
ambivalencia de que a la vez que hay fracaso hay éxito y en el éxito siempre te
queda un sentimiento de fracaso. Enorgullécete de tu fracaso que sugiere lo
limpio de la empresa, versaba García Calvo. Los escritores son como niños, lo
quieren todo y siempre andan buscando el tiempo perdido de Proust y el paraíso
feliz de Milton, el edén de la infancia del que nos expulsan.
Los románticos ven el tiempo en
dos vertientes; el tiempo real y vital como disfrute de la vida. Ese tiempo hay
que vivirlo plenamente y con intensidad y pasionalmente. Y luego aparece el
tiempo metafísico, el tiempo más allá del tiempo, enigmático, que posibilita
también una visión filosófica que repercute en la realidad momentánea de cada
cual, bien como esperanza, como añadido, como complemento. El romántico quiere
tocar todo. No se conforma con la limitación del tiempo. El problema del
romántico es que quiere ser divino, ser dios, pero como llega tarde no puede.
Se queda insatisfecho.
Siempre llega tarde, porque yo no
me creo a mí mismo. Llega tarde porque el papel de dios ya está cogido. Por eso
el romántico siempre llega tarde a la cita. Exprime todo de la vida, disfruta
toda su vida. Pretende que no quede ninguna gota por exprimir, que la fruta
quede seca porque hemos exprimido todo. El ateísmo de romántico es teogonal, simbólico,
ornamental. No afecta al absoluto. Su creencia en Dios es algo teórico, una
mezcla de panteísmo y deísmo. Dios aparece al fondo, como el paisaje de fondo
en un cuadro de Friedrich. Reconocen que está detrás de todo, pero no le dan
importancia porque lo que importa es el Yo y la persona. Saben que el absoluto
en el fondo está. Como el romántico es dios, dicen con nosotros ya es
suficiente, nosotros somos los dioses. No dejan de creer en Dios, pero intentan
que la Voluntad del hombre supere a la voluntad de la naturaleza. Si la
voluntad del hombre vence a la naturaleza nos cargamos el medio ambiente y la
naturaleza y esto lo rechazan. Pero la mayor parte de las veces el hombre
fracasada ante la Voluntad de la naturaleza pues él hombre es un ser débil y chiquito
frente a las olas del destino, el determinismo o el sino romántico. El
romanticismo dirá ¿para que vamos a depender de religiones si nosotros mismos
somos Dioses?
Su filosofía se enraíza en el
tiempo histórico concreto; desde la revolución francesa hasta la del 48 y la
aparición del realismo. El tiempo romántico es tiempo de orgullo, de soberbia,
del individuo que es autosuficiente, él es dios. El Dios de las religiones es
el. El absoluto que lo envuelve todo lo asumen, pero no le dan importancia. Ha
habido prepotencia, orgullo en todas las épocas. El romántico lo lleva al
extremo, de forma exacerbada. Con esa autosuficiencia, el yo se sobra y se
basta consigo mismo. Es una época narcisista y egocéntrica. La Ilustración
creía en la autosuficiencia de la razón. El romanticismo hace caer de su
pedestal a la Diosa Razón y parece recordarles que también somos cuerpo,
pasiones, sentidos, sensaciones, sentimientos e instintos. Toda elucubración
(sea filosofía, arte o poesía o ciencia) parte de la Vida en mayúsculas de cada
cual. La existencia precede a la esencia. El renacimiento había sido el triunfo
de la autonomía, distinto al de la autosuficiencia. Asumen los románticos la figura
de divinidad, pero para el día a día su autonomía como yo es suficiente. Yo dependo
de mi para hacer la realidad vital. En la edad medía el hombre no tenía
autonomía, dependía de Dios que le dirigía, en un determinismo absoluto, ni
libre albedrío ni nada. Asumías tu condición y un hijo de campesinos era
campesino. Había prepotencia por parte de los señores feudales. Era otra visión
histórica, el pueblo no existía, era obra del señor sus designios. El que nace
campesino era campesino. Nadie se plantea una rebelión de clases. Este proceso
de luchas de clases lo denotaría Marx en sus escritos. Al revalorizar al sujeto, que estaba sometido
al objeto, empieza una nueva y esperanzadora época. Pero ahora parecemos dirigirnos
a lo contrario; el sujeto vuelve a ser nada frente al Objeto de su realidad
tecnológica y tecnificada. El yo es un gnomo frente al ogro enorme del Sistema
que observa todo con su gran ojo de ciclope o de Gran Hermano que todo lo ve. Un
nuevo ojo de Dios.
Safranski analiza los diferentes
tiempos históricos donde da salidas explicativas a ese tiempo en lo social,
político, y relata el arte y la cultura de cada tiempo acorde. Ese individuo
ciudadano debe tomar la iniciativa para dar un sentido a su realidad que viene
de el y no de ningún Dios. Eso es ser libre para optar, tener criterio, uno
opta porque tiene criterio y actúa. Si no tiene criterio ni reflexión no actúa
libremente pues otros le condicionan la propia realidad. Eso es la mayoría de
edad de Kant a la que invitaba en su sapere aude; sé crítico, piensa por ti
mismo. El paternalismo estatal no lo permite. Aparece el estado como padre; en
vez de buscar la madurez de sus súbditos, busca su infantilización. El
individuo esclavo se somete al capital y al estado. El estado ofrece protección
a sus súbditos como en la edad media, en que el campesino daba un diezmo a la
iglesia y su trabajo a los nobles a cambio de protección militar en las
cruzadas y guerras banderizas. Carlos cree en un sistema de Federación que
funcione como una ayuda cuando los individuos que conviven con el otro así lo
necesiten. Safranski y Carlos no creen en paternalismo ni maternalismos. La protección
ha de ser la mínima para garantizar la convivencia entre los humanos, pero
lejos de esa paranoia por la seguridad colectiva. Desde la tv ofrecen un mundo
oscuro, lleno de peligros. La gente se queda en sus casas y sofás por miedo a
salir a la calle y que les atraquen o pinchen con una navaja. Los medios
extienden una visión del mundo negativa, las noticias siempre son negativas y
racistas, tenemos miedo a viajar a países árabes o tomar un avión por miedo al terrorismo.
El primero estado político sería
el capital, el segundo el comunismo, y el tercero el federalismo de tintes
anarquistas. El sujeto es individuo ciudadano y no está sometido al estado o
capital. El estado marxista socialista protege al individuo para que no haya
desfase de otros intermediarios, el capital. El capitalismo en nombre de la
libertad dice que los individuos que dependen de esa gran madre adquieren la
categoría de personas en una situación de libertad. Se puede decir que vivimos
gobernados por Papa Estado, Mama Iglesia y el espíritu santo del Capital. No es
solo un problema de clases sociales. Al vivir bajo el matriarcado capitalista
nos hacen creer que somos libres cuando estamos protegidos y tutelados por esa
madre económica. Hegel decía que la tesis de la familia (sociedad patriarcal
que viene del oikos griego) y la antítesis económica (el bien público y
comercial) se fundían en la síntesis que era el estado económico.
Carlos cree en esta tercera vía
que no es comunista ni capitalista ni la economía mixta de Keynes. El individuo
es sujeto, y se hace ciudadano, en esa convivencia federalista al margen de
esos dos conceptos de Capital y Estado. Además, surge desde abajo. Se organizaría
esta utopía según el paradigma que interesa al ciudadano, lejos del capital y
el estado. Lo primero sería capitalismo liberal, y lo segundo marxismo
leninismo comunista. La moral anarquista sería de matriz libertario. El
individuo se convierte en objeto de un sujeto que es el estado o el capital.
Pero en este nuevo gobierno el sujeto sería sujeto de derecho y hecho y el
sumatorio de individuos seria la federación.
Papa estado, mama capital, mama
iglesia asisten a una bacanal como las del fin del imperio romano o la
decadencia de Occidente. Son tiempos estos de gran orgia capitalista. Basta
leer la prensa. Se pretende que con la implantación del capital, los individuos
gocen de un bienestar. Eso enciende la llama que no se apaga de ese capitalismo
como la gran madre que envuelve a la vida. Una madre que se pretende nutricia y
que siempre ha estado ahí. El capitalismo tiene sus detractores. La orgia
capitalista beneficia a una parte y no otra. Los grandes beneficios van a donde
van y no donde deberían ir. Nos hemos independizado del padre, pero no de la
madre, que está muy presente y al igual que en un complejo de Edipo, no podemos
desembarazarnos de ella. Se denota en esta metáfora del padre y la madre y el
espíritu santo la filosofía triangular que caracterizaba los escritos de
Aristóteles, Tomas de Aquino o Hegel que todo lo dividían en tres partes, el 3
como número mágico.
En las ambivalencias Carlos
diferencia entre el padre y el maestro. El capital estado es el padre y la madre
y la federación es el maestro. El maestro te muestra, enseña. El padre siempre
impone. El padre impone, la federación pone. El acomplejado de Edipo mata a su
padre Estado (el comunismo) pero está enamorado de su madre (Capitalismo) Por
eso, el ciudadano busca maestros en gente de fuera. Nietzsche decía “no quiero
discípulos” ni se consideraba maestro. aunque tenía un ego tremendo; ¿por qué
soy un destino? ¿por qué soy tan guapo?
En su obra TIEMPO Safranski analiza
las distintas épocas del individuo ciudadano en la historia. Lo hace con capacidad
crítica. Expone lo que se va a encontrar con su conocimiento ese individuo y
como hará para no sucumbir a la altura de su tiempo. Habla en general de todas
las épocas. Menciona algunos tiempos históricos concretos. La tesis principal
es que cada tiempo histórico determina al hombre. Analiza el romanticismo y
también a Schopenhauer y su filosofía.
SHOPENHAUER
Analiza la capacidad pesimista de Schopenhauer que se da cuenta de que el deseo esta en cada tiempo de cada hombre. El deseo es una necesidad, por tanto, una carencia y un lenguaje de resistencia ante cualquier tiempo y cualquier individuo. Es un autor pesimista. Cree que el absurdo de la realidad condiciona el movimiento del hombre, incluido el conocimiento de las cosas donde ese conocimiento quiere dar un sentido a algo que no lo tiene per se. El mundo es como un teatro, el gran teatro del mundo decía Calderón en la vida es sueño. Cada actor hace una representación que a veces le motiva, pero la mayoría de las veces no le motiva. El actor hace su papel y luego se quita su máscara, sus pócimas, lo que le embadurna y hace otra vida. Persona viene de mascara. Todo es mentira. Sí, es verdad. Aute cantaba; todo es mentira menos tú y si lo fueras, te lo suplico, miénteme y dime que todo es mentira menos tú. En esa apuesta hay matices de verdad. El ser humano encuentra esos matices de belleza y de verdad que hace que la vida sea más llevadera. Llevándolo a su término esencial estos filósofos de la sospecha dicen que todo es mentira. Ninguno de ellos tira cohetes. Todo es mentira, pero dentro de esa mentira se encuentran matices de verdad. Compagina mentira y verdad. Nietzsche decía que toda paranoia tenía un punto de luz. En toda oscuridad hay luz, En toda desesperanza hay una parte de esperanza y en la esperanza una parte de desesperación. En fin, filosofía…
Analiza la capacidad pesimista de Schopenhauer que se da cuenta de que el deseo esta en cada tiempo de cada hombre. El deseo es una necesidad, por tanto, una carencia y un lenguaje de resistencia ante cualquier tiempo y cualquier individuo. Es un autor pesimista. Cree que el absurdo de la realidad condiciona el movimiento del hombre, incluido el conocimiento de las cosas donde ese conocimiento quiere dar un sentido a algo que no lo tiene per se. El mundo es como un teatro, el gran teatro del mundo decía Calderón en la vida es sueño. Cada actor hace una representación que a veces le motiva, pero la mayoría de las veces no le motiva. El actor hace su papel y luego se quita su máscara, sus pócimas, lo que le embadurna y hace otra vida. Persona viene de mascara. Todo es mentira. Sí, es verdad. Aute cantaba; todo es mentira menos tú y si lo fueras, te lo suplico, miénteme y dime que todo es mentira menos tú. En esa apuesta hay matices de verdad. El ser humano encuentra esos matices de belleza y de verdad que hace que la vida sea más llevadera. Llevándolo a su término esencial estos filósofos de la sospecha dicen que todo es mentira. Ninguno de ellos tira cohetes. Todo es mentira, pero dentro de esa mentira se encuentran matices de verdad. Compagina mentira y verdad. Nietzsche decía que toda paranoia tenía un punto de luz. En toda oscuridad hay luz, En toda desesperanza hay una parte de esperanza y en la esperanza una parte de desesperación. En fin, filosofía…
La Voluntad de la naturaleza está
enfrentada a la voluntad hombre. El hombre es muy pequeño frente a ese
determinismo de la circunstancia. Un David ante un Goliat. El Yo sucumbe a las circunstancias,
al Mundo. Las circunstancias vencen al hombre, porque su voluntad es a veces mínima
o nula. Se convierte en guiñapo de si mismo, una marioneta, títere de su
destino como en el sino romántico. Las circunstancias siempre son adversas pero
la voluntad es férrea, y hay un dique de contención que hace que el hombre no
sucumba. Siempre hay circunstancias. Un mundo sin circunstancias trágicas sería
una arcadia feliz, el paraíso perdido de Milton. Si no hay circunstancia, me
dejo llevar por la maravilla de la vida. El placer que hago en mi vida es mi
paraíso. Las circunstancias aparecen quieras o no y el despertador ante esa
circunstancia es la voluntad. La voluntad reacciona y actúa. Si consigue un
éxito no sucumbe el ser humano y si fracasa se pega un golpe. Se queda como el
closar o los desheredados de la tierra, los que no son nada, no son ya ni
sujetos, desarraigados. No son nada. Se encuentra en los metros, ha muerto como
sujeto, se han cosificado en objetos. Dentro de ese pesimismo tiene muchos
aforismos aplicables a la vida. Aunque tenga una esencia pesimista, sigue la
vida. Sigues en esa vida en forma consciente o inconsciente e intentas encontrar
esa parte positiva o los matices de belleza y verdad que te incitan a seguir.
La escritora Angela Valley reconocía
emplear muchos aforismos de Schopenhauer cuando trabajaba en revistas de mujer
de moda, en la sección de psicología. Y es porque son como consejos sobre la
vida, qué hacer ante determinadas situaciones. Los aforismos del filósofo son píldoras
vitales.
Es existencialista y sigue a kinkegaard que es el padre de esta
corriente. Schopenhauer es el maestro de
Nietzsche, aunque no sabemos si lo conoció personalmente, pero si sabemos
con certeza que lo leyó. Su nihilismo no es ni negativo ni positivo. pero sí
pesimista. La vida es lucha por la vida, ley del más fuerte, selva donde el
hombre es un lobo para el hombre. Schopenhauer sigue a Hobbes en este pesimismo
antropológico. No cree en el buen salvaje de Roseau ni en un paraíso original
donde fuimos felices, ni es contractualista del contrato social. En la época Darwin publicaba el origen de las especies
donde decía que veníamos del mono y que solo sobrevivían las especies que mejor
se adaptaban al medio y que estas solían ser las más fuertes o las más
inteligentes. Se empezaba a conocer los orígenes del universo, el big ban.
Faltarían décadas para descubrir la teoría de la relatividad. pero algo estaba
cambiando en la ciencia a pasos agigantados. Mendel investigaría sobre las
especies y la genética y se descubrirían los cuerpos sanguíneos. Freud. Marx y
Nietzsche son los filósofos de la sospecha que parten de las teorías de
Schopenhauer que hace una crítica política y social.
Schopenhauer era un huraño
ermitaño que llegó a decir que él no era social por naturaleza, como pretendía
Aristóteles También surgen los movimientos obreros, sindicalistas, socialistas
y los movimientos anarquistas de apoyo mutuo. Los príncipes Bakunin y koprovich
serán sus grandes teóricos. Es necesario la abolición de ese infierno para
Sartre. Sartre es también un autor muy pesimista pues no solo la sociedad era
un infierno, sino que la libertad era una condena. La libertad es la condena de
que debes elegir, es una libertad impuesta. No hay libertad sin elección y toda
elección implica su equivocación. Por eso quizá, tras la muerte de Dios el
hombre europeo suplica al cielo nuevas cadenas. El hombre teme la libertad, ya
lo dijo Fromm. El anarquismo no pretende destruir al otro, porque el Yo y el
Otro se necesitan para vivir. Lo que hay
que intentar es que el Otro y la sociedad no sea nuestro infierno diario. El
cangrejo ermitaño y la actinia se necesitan, cada uno depende del otro para
vivir. Lo que uno tiene de corazón lo otro tiene de pulmón. Si falla uno lo
tiene el otro. Ambos se necesitan para vivir. En este libro habla de la naturaleza
como algo sostenible que necesitan proteger todos los miembros. Para que la humanidad
no se destruya, necesito del oxígeno, y acabar con la contaminación que rompe
el ecosistema. Me enriquezco de la
naturaleza, vivo de ella y con ella. Frente a la destrucción propia del capital
y el estado estos autores hablan del apoyo mutuo como prolongación de la dignidad
humana y bienestar frente al hombre lobo para el hombre.
Schopenhauer y Nietzsche coincidieron
en la época pero no tenían una relación maestro discípulo. Nietzsche si conoció
a Wagner personalmente Schopenhauer es el primer filosofo que se interesa por
las corrientes budistas. Había dicho que todo deseo es necesidad y por tanto
carencia. Y el budismo pretende abolir los deseos del hombre, sus sentidos,
sentimientos. Todo lo que dificulta e impide la mera contemplación de uno
mismo, la meditación hasta alcanzar el nirvana. El nirvana vendría a ser ese
momento de plenitud, de ataraxia católica o de gratias divina. Una especie de
Kairos en la cual no necesitas hacer preguntas filosóficas pues todo está
respondido. Es un momento metafísico dentro de lo físico, es decir es la
búsqueda del Logos. Es el momento en que te has iluminado, conoces la verdad y
la belleza del universo y simplemente la gozas y celebras.
Schopenhauer fue un gran escritor
de aforismos, y quizá de ambivalencias, palabra que aún no conocía. Safranski
estudia su filosofía en obras como el
arte del buen vivir y sobre todo su monumental obra el mundo como voluntad y representación. Aporta una biografía y
análisis de su filosofía. Son aforismos casi psicológicos escritos en esta línea
como un recetario de consejos vitales. Safranski deja claro quién era, sus
relaciones familiares. Fue soltero toda su vida, murió virgen como Kant. El
libro está muy bien documentado. Retrata como era él y su familia, su hermana, los
ambientes que frecuentaba. No debía ser sociable, sino más bien ermitaño. Un día
entró en un café, y se levantó y pegó a una persona. Dijo, era un hombre muy
feo, me molestaba su fealdad. Debió ser un hombre muy toxico, y dejado en sus relaciones.
En los ensayos de Montaigne están todos los caracteres analizados de la
humana condición. Analiza sus pasiones para entender lo que es el hombre. Si
vamos hablar a filosofía debemos entender lo que es el hombre. Está relacionado
con el libro de Safranski, con Nietzsche, Schopenhauer y la reflexión de la conducta
humana…
Se habla de las pasiones, el aburrimiento,
el gozo, las apariencias en vez de las esencias, el mundo carnavalesco,
dionisiaco. Todo lo que el hombre hace lo analiza Montaigne. Safranski y
Montaigne son una especie de Josep Pla
que analizan en escritos costumbristas que es ser hombre en los diferentes
tiempos históricos. Josep Plá analiza los caracteres humanos como una forma de filosofía
de la sencillez. La vida dionisiaca a la que invita Nietzsche a Schopenhauer no
le interesaba. Su vida fue la de un “camello” erudito, una vida dedicada al
estudio y al ascetismo. La vida es un castigo que hay que ir pasando por etapas.
Sufrir por nuestros pecados en este valle de lágrimas, una visión todavía muy
judeocristiana, aunque influida por el taoísmo, el budismo y las religiones
orientales (que como toda religión no dejan de ser “moral de esclavos”) La vida
para Schopenhauer es una Vida en mayúsculas, la vida concreta de cada cual,
pero no es una vida como en Spinoza, hedonista; ya que estamos vamos a disfrutarla
y gozarla con sus matices de belleza. Schopenhauer estaba más cerca del Nihilismo
de Heidegger donde el hombre es convertido y anulado como No-ser y nada.
.
"La
conciencia hace que el hombre se precipite en el tiempo: en un pasado opresivo;
en un presente huidizo; en un futuro que puede convertirse en bastidor
amenazante y capaz de despertar la preocupación. Todo sería más sencillo si la
conciencia fuera simplemente ser consciente. Pero ésta se desgaja, se erige con
libertad ante un horizonte de posibilidades. La conciencia puede trascender la
realidad actual y descubrir una nada vertiginosa, o bien un Dios en el que todo
alcanza su plenitud.
Cuando hay desazón por lo real y acostumbrado
se buscan salidas, cambios y posibilidades de superación, casi siempre entra en
juego lo romántico. Lo romántico es fantástico, inventivo, metafísico,
imaginario, tentador, exaltado, abismal. No está obligado al consenso, no
necesita ser útil a la comunidad, y ni siquiera ser útil a la vida. Puede estar
enamorado de la muerte. Lo romántico busca la intensidad hasta llegar al
sufrimiento y la tragedia. Con todos esos rasgos lo romántico no es
particularmente apropiado para la política. Cuando desemboca en ella, habría de
tener un suplemento de realismo. La política, en efecto, debería fundarse en el
principio de evitar los dolores, el sufrimiento y la crueldad. Lo romántico ama
los extremos; en cambio, una política racional ama más bien el compromiso.
Nosotros necesitamos ambas cosas: la aventura del Romanticismo y la sobriedad
de una política adelgazada [...] Aunque lo romántico forma parte de una cultura
viva, una política romántica es peligrosa [...] Por otra parte, no podemos
perder el Romanticismo, pues la razón política y el sentido de realidad no son
suficientes para vivir".
(Rüdiger Safranski).
BIBLIOGRAFIA BASICA.
- "Ensayos". Michel de Montaigne. Ediciones
Cátedra. Madrid 1994.
La semana que viene, el jueves 18,
daremos a Andrea salome, musa de autores como Rilke o Nietzsche. Terminamos en
mayo
En junio tendremos a Fernando Pessoa
el 1 de junio y los heterónimos, como Ricardo Reis o su libro del desasosiego.
El día 15 daremos a Peter Handke,
autor austriaco, teórico de Nietzsche, los silencios. Y la vida como teatro.
El 22 de junio jueves a las 7 en
la matriz bailen 11 Carlos nos regalará una charla sobre cine
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