Marian Izaguirre presenta su
libro Cuando aparecen los hombres en la biblioteca de Bidebarrieta. En el 92
publicó su primer libro. Trabaja en medios de comunicación y ha recibido varios
premios.
El argumento de la novela es el
siguiente: Teresa regenta un hotel en la costa brava, una mansión palaciega muy
pequeñita con vistas al mar, que por consecuencia de la crisis quiebra y debe
cerrar. Presenta diálogos mediante unas cartas que localiza. Estas cartas han
sido escritas cien años antes por una niña Elisabeth a modo de diario. Es una
niña sordomuda en los comienzos del siglo XX. Hace frente al día a día y a su familia
y varios problemas y complejidades. Hoy es 22 de febrero, aniversario de la muerte
de Machado. Cuando un poeta es de verdad se queda para siempre, reconoce la
autora. En esta biblioteca Marian Izaguirre leyó mucho. Lo importante no es lo
que sucede en la novela sino lo que transita debajo de ella; hay una búsqueda
permanente de la identidad. Teresa tiene una trayectoria vital constreñida,
tiene voz pero es muda emocionalmente. Elisabeth es muda, pero tiene voz porque
escribe. Comunica sus sentimientos más íntimos. Se escribe cartas a sí mismas,
se plantea escribir un diario, pero diario es como pensar y ella ya piensa
demasiado. Quiere hablar con alguien para contarle sus verdaderos secretos. La
mejor persona es ella misma. Ella misma es el mejor interlocutor para escuchar
sus cuitas. Por eso Elisabeth se escribe así misma. Hay personajes masculinos
que las ayudan o ponen la zancadilla.
Las mujeres van construyendo su identidad. Cuando Marian leía en
Bidebarrieta se fijaba mucho en los autores, eran un camino con pisadas hechas
para poder andar. Teresa, la dueña del hotel, no encuentra mejor modelo que Elisabeth
y el diario que ha dejado en la mansión. Poco a poco va siguiendo sus pasos y
se van convirtiendo en almas gemelas. Las dos son amantes de la cocina, (cocinan
los mismos platos y mismas recetas), a las dos les gusta la esgrima, tienen las
dos escalabro emocional cuando llega el primer amor. Teresa cree que son alter
egos y el lector lo cree durante un tiempo, pero luego descubrimos que es
teresa la que imita a Elizabeth. Se construye la identidad en positivo o
negativo. Teresa también tiene una madre que es ejemplo de la libertad, una mujer
que deja en los 60 al marido y se va a la costa brava. Se lleva a su hija, a
Teresa, tras dejarla 2 años en custodia del padre. la madre es de ascendencia
inglesa, se codea con bohemios internacionales, asiste a bailes de sevillanas
de noche, conoce arquitectos, directores de cine… es la posibilidad de la libertad
con todas las puertas y ventanas abiertas para que entre bien el aire. Teresa
no aguanta a su madre atípica, quiere una madre como las demás, que coma
chocolate y planche la ropa. A los niños les gusta que todo trascurra
convencionalmente. No le gusta que llegue tarde a la noche o se quite bañador
en la playa. Es el prototipo negativo su
madre. sin embargo, Teresa de adulta reproduce actos de su madre, aunque no lo
quería. Sigue sin voz y sin contarnos lo que le pasa. Pasa algo y la novela
cambia de registro, hay un cambio. La voz que contaba historia se hace muy
visible, pero entran los demás a seguir contándolo. Muchas personas cuentan la
historia, cuentan la misma escena desde puntos de vista diferentes. La verdad
está en todos juntos y ninguno en particular.
Elisabeth es un personaje que
empatiza mucho. Una niña muda y sorda tiene problemas de adaptación porque la
sociedad le impone barreras. Muchas veces se encuentra sola. No como ahora que
hay ayudas. El hecho de ir a la escuela y no poder integrarse la trauma.
Intenta salir de su casa y hacer esgrima. Es una salida de su casa, del entorno
negativo y le da cierta libertad. Hay un momento en que se lo prohíben. Escribe
en primera persona, se lo escribe a ella misma. Vivimos los problemas que ella
tenía. Es un personaje muy fuerte a sus 14 años. Se la priva de muchas cosas y
aun así tira adelante. La novela va avanzando, se hace mayor, la prohíben hacer
esgrima. Cuida a los mayores, lo hace y tira para adelante. Sigue sus
instintos. El lector puede ponerse en la piel de esa niña sordomuda de 14 años
hace 100 años. Teresa se hace más fuerte mientras va leyendo esas cartas.
Elisabeth será sorda y muda, pero es muy lista. Marian Izaguirre no puede tener
protagonistas tontas. Si son mujeres son listas. Elisabeth tiene barreras,
tiene dificultades, pero las vence todas. Arregla relojes de campanario, de
torres, maquinarias grandes y complicadas. El padrastro a la única hija que
puede enseñar es a ella. Cuando muere es ella la que lo conserva. Aprende a
cocinar mirando a la cocinera. Le gusta cocinar porque en ella tiene voz. Vemos
como se hacen esos platos, esas recetas. Ella va preparando el sofrito, corta
patatas. Tiene una psicología fantástica para conocer a los que le rodean, sabe
quiénes son personas puede fiar y quién no. Siempre está atenta a las
traiciones de la vida, no entra en conflictos directos. Le dejan la casa cuando
muere el ultimo de esas personas mayores. “Mis hermanastros me han dejado la
casa porque mientras este aquí no se hacen cargo de mí. Se han quitado un problema”,
dice Elisabeth y lo dice sin amargura. Me quedo aquí y hago mi vida aquí.
Teresa es el personaje al que acabas queriendo por desvalida que esta. Lo
contrario que Elisabeth. Es la protagonista central. Elisabeth debería causar
pena y desvalimiento, pero su fuerza interior puede con todo. Teresa es guapa,
lista, con posibilidades económicas, una vida resuelta, pero tiene un talón de
Aquiles; no es capaz de admitir el amor. Se enamoró una vez y sigue presa de
ese amor fantasma. Ha decidido sin saberlo reproducir la historia de su madre y
los amantes de su madre. Tienen muchas relaciones amorosas. Prefiere hombres
casados porque no piden compromiso. Acaba negando la posibilidad del amor, lo
quiere conservar siempre inmaculado y perfecto. ¿por qué? Es un porqué de mucho
sentido. Esos hombres que aparecen las dejan marcados para toda la vida. Teresa
es un personaje complejo. No quiere desvelar de media novela en adelante. En la
radio se le ha escapado algunas veces. Dos pilares en que se centra la novela
es la esgrima y gastronomía. Se va fijando Elisabeth que no puede escuchar ni
hablar, en cómo se cocina. Aparecen varias recetas en el libro. Intenta Teresa reproducir las recetas de
Elizabeth que se encuentra en esa especie de diario. La esgrima hace 100 años
era un deporte de elite, de personas nobles y adineradas. Elisabeth con su
hermanastra encuentra un maestro. Ambas tienen maestro, un referente al que
seguir. En la esgrima debes defenderte,
saber moverte, ser ágil, adelantar un movimiento antes de que ocurra. Haber
pensado como poner el pie en decimas de segundos. Las dos son muy agiles y
tienen buenos maestros de esgrima. En ese abanico de hombres al que nos
referíamos el más importante es el maestro de esgrima de Teresa.
Se recurre a los paisajes. Teresa
viaja al mediterráneo desde Euskadi y monta el hotel en la costa brava en la
misma casa donde vivía Elisabeth. Aparece el lugar de veraneo. También aparece
la ría de urdaibai, naturaleza pura, caseríos de montaña y en esencia lo que es
la ría. La diferencia entre esos dos mares, cantábrico y mediterráneo es
sustancial. El cantábrico es el esfuerzo, barcos mercantes, trasporte mineral,
grandes olas y lucha contra el medio, las galernas. El Mediterráneo es el mar
del placer, tranquilo y sosegado. Es tan peligroso como cualquier otro mar El Mediterráneo
es para ir a pasarlo bien, a la libertad. Hay gran actividad de personajes
según los vamos siguiendo. Otro personaje de la novela es el mar. Que con la
misma palabra se llame a los dos mares siendo diferentes es algo que se
pregunta. Podemos ver mensajes ocultos de la novela. Y siempre presente la ría
y el mar de urdaibai. El Cantábrico es un mar peligroso con muchas rocas, zonas
expuestas al propio mar. Los niños disfrutan del verano, de la playa, como
hacemos nosotros cuando vamos al mediterráneo. Cogen calamarros, muergos, cazan
sardinas… Muchas de las cosas que se pueden hacer en aquel antiguo mundo. Iban
con las bicis a san juan de Gaxteluache, sitio mágico, legendario, lleno de
historia y leyendas, y emociones de una generación tras otra. El día de san
juan va la gente a tocar la campana y cantan la canción de Gazteluache, de Aizkorri.
Esa canción trata de una galerna que sorprende a los chicos. El cordonazo de
san francisco se hace notar tanto en la tierra como en el mar. El 4 de octubre
empieza la cosa difícil en el otoño, tanto en tierra como en mar. El 4 de
octubre pasan muchas cosas, Teresa cierra el hotel, y hay una muerte de un
personaje muy importante en la novela.
Cuando entrega la novela tenía
una cita para la abertura del libro. Quería poner cita de una poeta
contemporánea, Ane Sexton. Un poema vinculado al mundo- mujer, al interior de
la mujer. Es un poema duro pero conmovedor. Ane Sexton se había suicidado el 4
de octubre. Cuando estas embarazada vas a la calle y solo ves mujeres embarazadas.
Las coincidencias están ahí pero no las vemos.
Aunque las principales
protagonistas son mujeres, de repente cuando aparecen los hombres… todo cambia.
Surge una chispa, cambia radicalmente la vida de las dos. ¿Cómo afrontan el
amor una y otra? Con intensidad, con la misma pasión las dos y a las dos las
produce el mismo descalabro. ¿Con qué personaje te identificas más?, quedan
rasgos de uno en las pinceladas de los personajes. No se identifica, pero le
encanta y le gusta Quima la cocinera, de principios de siglo, que sirve a una
familia de ingleses, de la zona de la costa brava, llena de refranes y cultura
popular. Es un personaje secundario, pero estos son muy importantes. Los personajes
secundarios hacen la fachada, construyen el andamio, sobre el que se sustentan los
personajes protagonistas.
Algo se te queda dentro y eso
surge en la próxima novela. Va consiguiendo ideas para otra novela. Es instintivo,
no lo tienes planificado, es algo que te lleva. “Me interesa ahora escribir de
algo que he apuntado ahí y quiero desarrollar ese algo. Te tiene que emocionar
a uno mismo para emocionar en otros. En esto pasamos las horas”. Apoyar la
cultura, la literatura, como parte vital del ser humano. ¿Qué seriamos nosotros
sin libros ni escritores como Marian ni el soporte de los lectores?
Abren el turno de preguntas, y críticas
constructivas. Sus novelas son muy cinematográficas. Ella piensa en imágenes. Las
palabras son el utensilio que usa para que esas imágenes en la cabeza se plasmen.
Pongamos fecha 4 de octubre para próxima novela. La novela es muy paisajística.
No es como una novela de acción o policiaca, describe los paisajes y la casa de
principios del siglo xx con la reforma de ese momento, casa que recupera Teresa
como hotel. Se imagina viendo una película, como sube Teresa a arreglar el
reloj. El reloj es importante para los dos protagonistas. Importante el paisaje
de urdaibai o como suben con las bicis a Gazteluache. Podría esr adaptado a una
película. ¿hay algún director en la sala? Una asistente no es aún lectora suya aunque
tiene ganas de leerla Las dos personajes tienen similitudes entre si y además
se expresan por escrito, ¿te habrá costado mucho para darla a cada una su
propia voz, que recursos has utilizado para esto?. Lleva 30 años publicando.
Procura que cada novela la sorprenda y tenga un desafío, pero hay que reconocer
que con los años vas teniendo un oficio. “Voces diferentes no me cuesta
sacrificio. Concibo al personaje con sus características, Oigo como tiene que
hablar, no es magia, es solo que me pongo en situación. Se puede hacer sin
problema. Puede hacerlo cualquier persona que escriba dar voz diferente a cada
personaje. Hay varios recursos. La vista se impone sobre la voz. Si tiene
características especiales que les diferencia eso ayuda”. Es una novela de los 5
sentidos; se ve, se saborea por el sentido del gusto (la comida y gastronomía) el
tacto (texturas), y el sonido; hay música, y un vínculo con el sonido del mar.
Es como la cocina. Esto con esto pega y esto con otro no. A los personajes a
unos les corresponde unas cosas y a otros otra. Como cuando combinamos ropa
para llevar a la calle. En mi corta vida he leído mucha novela de diferentes
géneros pero esta me ha encantado, asegura el presentador de la conferencia.
Las dos voces se mezclan bien. Aparecen cartas escritas por una niña en primera
persona hace 100 años. Hasta ahora no había conocido un libro redactado escrito
de esa manera. Pone en primera persona a todos los personajes y hace que el
lector empatice con ellos. Lo complicado es la segunda parte de la novela donde
tienes que recomponer una historia con diferentes puntos de vista. Eso es lo
complicado para el escritor y lo que valorareis vosotros como lectores. La parte
más confesional resultaba más fácil, crear un personaje que vibre es muy fácil,
lo difícil es sentir simpatía o querer a un personaje como Teresa con todas sus
contradicciones. Querer a Elizabeth es más lógico o normal. La pasan cosas
malas y las intentas superar. Empatizas más con ella que con Teresa. El principal
problema es uno mismo y Teresa lleva el demonio dentro, se pone complicaciones
ella misma, el mal le viene de dentro. No hemos hablado de la segunda parte
para no destripar la novela. En la segunda parte la novela cambia radicalmente.
¿qué ha pasado aquí? Es una parte que rompe esas dos vidas que estamos llevando
por delante. La novela no se lo lleva el aire, queda en algún sitio. Le llama la
atención el uso del lenguaje poético. “la letra de las personas es su voz
secreta, susurro inacabable con que consiguen vaciar el tiempo”. Esa frase ni
se acuerda haberlo escrito, era lo que Elizabeth pedía decir. En las
entrevistas te señalan unas cuantas frases del libro, esa es una de las que más
repiten. El punto de partida es la crisis, muy manida en estos tiempos. No es
una novela derrotista a la que nos tiene acostumbrado Chirbes. Alguien tiene
que cerrar un hotel al comienzo de la crisis y ya está. No va de eso esta
novela. La vida cuando era nuestra pasa en el año 51, en plena posguerra. Es
como la crisis que pasamos aquí, se parece mucho. Escribió una novela sobre lo
que estaba pasando en este país. Te han quitado todo de repente, tu propia
vida, pero en esta no habla de política ni de una época histórica o una crisis.
“Me siento identificada con las facetas de los personajes femeninos”, ha dicho
en una entrevista. “Si fuera un hombre presentando esta novela con dos
personajes femeninos. Nadie me preguntaría por qué hay personajes femeninos. Los
hombres son dueños de todo, hasta de los personajes femeninos. Escribo como
mujer que soy, que le vamos a hacer, somos el 52% de la sociedad”. Marian
Izaguirre escribe desde su punto de vista y condición de mujer. las mujeres
tenemos muchas facetas. No quiere decir que hombres no las tenga. Aunque en sus
novelas los personajes masculinos suelen tener menos facetas. Ser más planos.
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