LA GUERRA

LA GUERRA

La guerra no la hacen las tropas, ni las personas, no hay héroes, no hay vencidos, no hay ideales. Tal vez las guerras del pasado fueran promovidas por ideologías, actualmente solo el dinero las motiva. En Asia/África las guerras son promovidas por multinacionales con la complicidad de los estados corruptos y bananeros. Cuando mandábamos dinero a Yugoslavia y otros países de ese avispero balcánico de desesperada supervivencia, no nos enterábamos de que lo interceptaba el Estado para más armas, financiar su burocracia y para que todo siga en Guerra. Actualmente nos asolan 3000 guerras o guerrillas formadas por críos de nuestra edad con armas y cocacolas que desechan los EEUU. Porque donde no llegan las ayudas internacionales, llega la Cocacola. Algunas son tan antiguas como el territorio, venían con el. Como es el caso israelí Palestíno Judío, muchas son políticas y tradicionalismos cerradas y conservadoras.

En una Democracia, en una mayoría no se lleva la razón quien la tiene sino quien la vende. Esta es la importancia de la publicidad. ”Quien no llora, no mama” Tan aplicable a nuestra economía consumista como a la política carismática, el culto a la personalidad de Trum. Es una pena por los ideales, por las Pymes, por los productos que no se dan a conocer, como los artísticos. Partiendo de que lo normal es lo que más se ve, la publicidad nos influye en nuestra forma de vestir, de vivir, de relacionarnos e incluso de pensar. La publicidad fomenta el pensamiento único.

No sé si la publicidad (y la TV) refleja la sociedad o más bien al revés. Anunciar un producto es natural, pero no que junto a él, nos trasladen lo políticamente correcto y bien pensantes (Como si se pudiera juzgar un pensamiento por bueno o malo) roles; el de la familia feliz(intimista y nuclear),el universitario emprendedor, la mujer mujer (estilo Ana Botella)de los anuncios de compresas, el joven bebepepsis...allí todo es un mundo perfecto en el que no salen negros salvo para un anuncio de colacao o nike. Ya se sabe que en los confesionarios no te venden a la Siffer y que el camello de camel no tendrá cáncer . En estas superproducciones la media de edad es de unos 25 años, la única edad decente para usar perfume.

CUANDO DIOS CAMBIÓ DE BETUN

Bajo las llamas de estas chozas destruidas en Ejido descansan sueños rotos. Seres humanos que erraron al nacer en su envoltorio de betún. No los veamos como fría estadística de inmigrantes. Imaginemos cada cara, cada llanto, cada labio tensado en sus gritos, cada cara congestionada en el vendaval, deriva del mar, devenir de su destino prometido, idealizado de las series Happy Family. Ilusiones aprovechadas por las mafias. su destino quebrado en el mar, en la mala suerte. No llegan a Itaca por el hambre devorador del mar, por las leyes de los blancos.