En
literatura somos libres sobre que escribir – la realidad, la fantasía- y
también de como decirlo, la forma. Es importante el punto de vista del narrador
y el espacio narrativo. La forma es la armadura de la escritura, el esqueleto
interno de la edificación que construyamos. La voz narradora debe ser
persuasiva y autosuficiente, y nos debe llevar a conmovernos con lo que cuenta
la historia. Solemos creer que todo lo que leemos es autobiografía del
escritor, pero no debemos confundir la voz del autor con la del narrador El
narrador no es de carne o hueso sino que está hecho de palabras. Por eso la
buena literatura hace creer que el narrador es el autor. No debemos confundir el autor real con el
autor Inventado, que es un ser de ficción. El narrador puede desarrollar varias
conductas; ser omnisciente, ser protagonista o ser testigo.
Faulkner
fue el primero en emplear el narrador idiota. Del narrador ya no podemos
fiarnos, pues tiene una visión sesgada de la realidad. O es un narrador del que
desconfiamos, por ejemplo, del subnormal idiota del ruido y la furia. Ya no
podemos creerle al 100% porque tiene una esquizofrenia o una enfermedad mental.
El narrador puede ser un gárrulo charlatán, e idiota y de su mirada dependen
los personajes. El Narrador puede ser un personaje desde dentro de la historia,
como por ejemplo el que cuenta los episodios nacionales de Galdós. Era un
compañero de aventuras del protagonista. El narrador puede ser un dios omnisciente
que desde fuera de la historia sabe todo, conoce lo que piensan, sienten y
hacen sus personajes. hasta cuándo van al baño. Y hay un tercer narrador que es
el ambiguo, y cuenta la historia desde dentro y desde fuera. El Yo tu o él es
la persona gramatical desde la que escribe el narrador. Puede usar la primera,
la segunda o la tercera persona. Por ejemplo, con el nosotros está escrito la ciudadela
de saint exuspery, o las uvas de la ira de stenbeck. La tercera persona se usa
cuando el narrador es un dios todopoderoso que lo ve y lo sabe todo, aunque no
forma parte de ese micro mundo creado. El narrador dirige allí el espacio y
manda sobre la historia. En la segunda persona escribe Carlos Fuentes su aura,
o la viuda de 5 horas de Mario que le reprocha todo al muerto o Galindez de Montalbán.
Parece ser una conciencia que se desarrolla y se habla así misma, aunque el
narrador omnisciente hable del tú. Los reproches de la viuda de Mario van
dirigidos a él, pero en el fondo a ella misma. El narrador puede ser un personaje
esquizofrénico del que ya no nos fiamos. Con la segunda persona no se ya sabe
con certeza, y siempre hay una X que averiguar. La carta está escrita siempre
en segunda persona, el que escribe es un yo a un tú. Los dos están en la
acción. El narrador es uno o varios, pero que pueden adoptar varios puntos de vista.
El narrador en primera persona, en el Yo, se emplea para la autobiografía. Al ser
el protagonista el narrador obviamente está metido dentro de la historia. El Tu
es ambiguo, el personaje se habla así mismo, o hace preguntas a un tú que a
veces no es un tú real sino que es la conciencia, se lo dice así mismo. El
personaje narrador no es Kafka sino el personaje que se inventa y escribe la
carta; un narrador invisible desconocido habla a un tú. El narrador omnisciente
es un Dios prepotente que ordena lo que quiera en la ficción. El narrador de la
novela contemporánea suele ser la mayor de las veces ambiguo. El narrador puede
ser un personaje tímido que se habla así mismo, a la vez que habla al lector.
El narrador testigo pertenece a la historia, sabe lo que sabe el personaje,
nada más, pues es un participante de la acción. Los lectores sabemos lo que nos
cuenta el narrador. El Quijote está escrita en tercera persona, pero el
arranque es en primera persona. En las primeras frases de una novela se suele
emplear la primera persona pues muchas dicen partir de unas cartas que alguien
encontró o de un diario personal. El narrador omnisciente es un dios que narra
desde fuera, y puede detractar a sus personajes o idealizarlos y hace una
exhibición de ellos. Los saltos en la
novela se pueden hacer espacialmente o cronológicamente. La novela va saltando,
del presente al pasado, al futuro… también se pueden alternar las perspectivas,
y la altura del narrador; se puede pasar del “yo” a el “él”, alternándolos. En
la segunda parte del quijote, Cervantes encuentra un pergamino. Sabemos que
hubo muchos imitadores del quijote porque había un pique entre los escritores
de la época, entre Lope de Vega y Cervantes. Cervantes trata de hacernos creer
que lo que ha pasado es cierto. Por eso a la novela no se le pide ser verdad
sino ser verosímil. Ser creíble. Creer que la ficción ha ocurrido en realidad.
Creer que es cierta la ficción, que es una realidad. Y esto viene del renacimiento
barroco. “Supongamos que me llamo Ismael” es el comienzo de Movi dick de Melville,
él sabe lo que sabe como personaje. Ahí el narrador es el protagonista, pero a
veces es solo un personaje testigo, si consideramos al capitán como el
protagonista. Sabemos lo que Ismael percibe por sus sentidos, nada más. Movi
Dick no está contada por un muerto, eso sería otro relato fantástico más, sino que
es contada por un personaje real. Ismael sobrevive para poder contar su
historia. El narrador protagonista o el compañero sabe lo que va sucediendo cuando
va sucediendo mientras que el omnisciente lo sabe todo antes que sus personajes,
se antepone a ellos. Así se escribió el museo de la inocencia de Pamuk,
historias de amor de una loca. Se suele escribir una auto biografía usando el
yo. En mientras agonizo de Faulkner, el narrador cuenta como entierran a la
madre en el lugar donde nació. Hay rasgos épicos, bíblicos, fanáticos en este
narrador. Movi dick pasa de la tercera persona a la primera persona. El Quijote
pasa de la primera persona a la tercera. No te avisa de estos cambios de
narrador. Hay cambios de los puntos de vista, de la primera a la tercera, muchas
veces forzados, sin una transición dulce. El marido de Madam Bobary es médico y
aparece como personaje secundario, pero como protagonista al describir su
colegio al principio de la novela. El protagonista pasa a ser secundario. Se escribe también desde el nosotros. A veces
usamos el nosotros por modestia o timidez. El contarlo en tercera persona
invisibiliza relativamente al narrador del XIX; Dickens, Galdós, Dostoievski,
pero en la novela actual el narrador es mucho más invisible que entonces. La novela
de ahora te presenta a los personajes a través de sus acciones y diálogos. Sabemos
que es tímido porque no mira a los ojos, porque tartamudea, porque parece
duditativo y porque dice “me da vergüenza”. En cambio, el narrador del XIX
decía; “juan es tímido” Aquellos narradores decimonónicos estaban presentes en
la acción de los folletines. Eran narradores ilustrados que de todo sabían. El narrador
no sólo decía que era tímido, sino que daba sus opiniones, podías ver su
ideología y que pensaba sobre tal tema. En las novelas del realismo, el autor y
su voz empiezan a desaparecer y se hace invisible. Un ejemplo es Flaubert. Se
empieza con Bobary a narrar sin opinar o interpretar o juzgar la historia. Esta
objetividad del narrador invisible se da en los narradores modernos, que ya no
saben todo, sino que muestran al personaje a través de sus acciones y diálogos.
Muchos narradores son incapaces de saber lo que piensan sus personajes y en
otros, en cambio, aparece escrito tal cual su pensamiento, su monologo
interior. La novela romántica y realista
va haciendo experimentos técnicos, va reformándose y ahora muchas novelas
clásicas nos parecen poco creíbles. Víctor Hugo en los miserables usa un narrador
omnisciente pero más discreto. Este narrador se hará invisible durante el
realismo. En los miserables el narrador sabe y reflexiona sobre todo, política,
sociedad… exhibe a sus personajes. El narrador omnisciente idolatra o detesta al
personaje, lo presenta como un héroe y lo encarama a un espacio interior. montsebul birbellus, cosette, marius son la
fauna humana que aparece en los miserables. En esta novela el narrador está más
presente que los personajes. Actualmente se ha pasado de ese narrador invisible
pero en tercera persona a un narrador en primera persona de tono confesional.
Desaparece la forma neutral del narrador y en las novelas confesionales el
narrador opina, saca conclusiones sin que se note demasiado. Son embargo, un
narrador en primera persona nunca es invisible. Esta opinando, tiene una visión
de las cosas dentro de la historia. En tercera persona no puede haber monologo
interior y es que es un invento reciente del siglo XX que empieza con Yoyce. En
las novelas decimonónicas el narrador está constantemente opinando. Ese
narrador desaparece pero sigue opinando solo que en boca de ese narrador en
primera persona.
Goytisolo
usa narradores en primera persona. La novela del siglo XX tiene un gran afán
descriptivo y experimental. Muestra la influencia del cine y las novelas. El
arte y el cine y la fotografía son las disciplinas artísticas que logran total
verosimilitud con la realidad, una suerte de hiperrealismo. La pintura se
libera de ser figurativa cuando nace cine. El cine no deja de ser una historia
con principio nudo y final. La novela del siglo xx es más experimental y
autobiográfica. El narrador está liberado de describir a sus personajes. simplemente
los presenta a través de sus palabras y hechos y que el lector los interprete,
los juzgue, los conozca. En el xix los
narradores eran más pesados (Tolstoi Dostoievski) y ya entonces eran
autobiográficos. Pero la autobiografía ha encontrado su auge en nuestra época.
En el siglo XX y XXI abunda la novela escrita en primera persona, más
individualista, más “capitalista”. En la novela realista el narrador sabe de
todo y moraliza, tiene certezas. En la novela actual el narrador tiene una “doxa”,
una mera opinión, no tiene la verdad y sabe de lo poco que sabe. No hay
certezas, todo son dudas. Tras las dos
guerras mundiales, el escritor escribe en primera persona como forma de bajarse
a tierra. Deja de ser prepotente y pedante y habla de lo que sabe, de su vida,
sus opiniones y visiones personales. No quiere sistematizar esas opiniones,
solo ofrecernos un bosquejo humilde de su visión. En tercera persona el
narrador pasa más inadvertido que en estos relatos individualistas de ahora. Son
novelas confesionales, vivenciales, periodísticas, donde a un individuo
capitalista le ocurren una serie de anécdotas. Y suelen incorporar el monologo
interior que refleja de esta forma el inconsciente descubierto y estudiado por
Freud. Se usa la primera persona porque son los sueños, deseos, paranoias de
una persona concreta. En la novela realista se buscaba la crítica social, por
eso el narrador habla de la pobreza desde la tercera persona. La tercera
persona era más objetiva, seguía el pensamiento tecno científico del
positivismo y utilitarismo. Ahora se busca más lo sentimental, lo emocional y
personal que esa crítica social desde la ciencia. El narrador actual además interrumpe
la acción con digresiones y va virando el punto de vista y de narrador, pasa de
la primera a la tercera. Esto supone una ruptura del sistema de escribir. En
primera persona el narrador discute sobre lo que él sabe, del periodismo, de su
familia, lo que piensa de política… Los ilustrados saben de todo, pero los
narradores actuales son mucho más modestos. En tercera persona el narrador es
invisible, pasa inadvertido, en madam Bobary el narrador es egolátrico. El narrador
personaje sabe lo que está a su alcance mientras que el omnisciente sabe de
todo, lo que siente, lo que teme, lo que va a pasar. Sabe lo que vive el
personaje, incluso lo que le pasa por la cabeza, y lo que va a suceder. Ese
narrador omnisciente se mete en la cabeza del personaje. El romanticismo fue
dañino, era visto como una enfermedad, aunque sus obras fueron geniales. El narrador
testigo ha vivido los hechos, es un personaje que no es el protagonista, pero
no es ajeno a la historia que narra; el amigo y vecino del gran Gatsby, o el
viajero que llega a cumbres borrascosas. Lo normal en la literatura actual es
que haya varios narradores que se rulan unos a otros, de esa forma hay varias
perspectivas, como en la novela mientras agonizo. Lo de saltar espacio
temporalmente mediante desde nudos ya estaba en Cervantes, y luego en Melville.
En una obra de teatro hay una muda sutil, se pasa de lo que habla el personaje
al otro actor. En la obra de teatro hay acotaciones “- yo también te amo-
exclamó María” Sigue siendo el narrador en tercera persona, pero hace retratos ínfimos.
Apenas aparece el narrador en tercera persona en el teatro salvo para enfatizar
el estado de ánimo del personaje y si llora, lo dice alegre o lo dice irónico
etc. Con pequeños detalles son con los que hacen una gran obra literaria. Actualmente
los cambios de puntos de vista y de narradores son de una multiplicidad
poliédrica. La tercera persona sigue siendo la modalidad de voz más usada en
literatura. La mayoría de best sellers y de novelas históricas que triunfan
ahora están escritas en tercera persona. Sin embargo hay que destacar el auge
de esta narrativa autobiográfica y confesional que se narra en primera persona.
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