lunes, 20 de febrero de 2017

LA GENERACION KRONEN

La generación kronen fue todo un fenómeno literario pero la diferencia con otros movimientos o generaciones literarias es que también fue un fenómeno editorial, un fenómeno hecho gracias a la publicidad y políticas de comercio y distribución de unos intereses editoriales. Todos aquellos que integraron este grupo comparten la idea de que esta generación fue un invento comercial, publicitario. Debemos su nombre a la gran novela de José Ángel Mañas que según las leyendas urbanas escribió en una noche. Mañas parte de su propia vida para contarnos las vicisitudes y problemas de su generación.
La novela se caracteriza por el lenguaje coloquial y el argot del lumpen, de las clases bajas obreras y urbanas. Es el lenguaje que se emplea en los barrios, en las zonas desfavorecidas y entre las llamadas familias desestructuradas. Este ambiente es esencialmente violento, la droga está muy relacionada con ese mundo. Palabras, tacos, insultos… se trata de un retrato de la generación no future. La obra tiene influencia de la generación X de Coupland o otros libros como amerycan syco. Y aparecen hasta las películas snuff movie, o películas de pornografía y sadismo que circulaban por la universidad, en un ambiente parecido a Tesis de Amenábar.
La novela trata de un chaval de clase media alta que vive en un chalet de la moraleja. La criada sustituye la figura de la madre pues ambos progenitores son pasotes, ausentes, pasan un poco del hijo. La historia de su familia, de su abuelo enfermo y de sus padres ausentes trascurre paralelo a la historia de sus colegas.
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 Todos se reúnen en el bar kronen. El chaval tiene una novia que en la magnífica película interpreta Cayetana Guillén Cuervo, pero está abierto a muchas aventuras sexuales. Escrito con un aire a la naranja mecánica, el grupo de colegas, de su mafia o cuadrilla o clan se pasan el día fumando porros, metiéndose cocaína y emborrachándose a cubatas. Este grupo de adolescentes o de jóvenes conducen frenéticamente en sus coches o se cuelgan de un puente sobre las autopistas de Madrid. la novela está redactada con una narrativa alucinada y una atmosfera entre sueño e irrealidad y a mitad de camino entre el retrato generacional y un diario de anécdotas macarras. La forma en que está escrita sí que parece corresponderse con que se escribió una noche de borrachera. A veces aparecen nombres de películas o grupos musicales o marcas comerciales, algo plenamente postmoderno. Y por supuesto los nombres en inglés de estos cantantes o filmes están escritos como suena en el idioma castellano, no como se escribe en la lengua originaria.
La obra es tragicómica, pero acaba de forma muy trágica con un final abierto. Uno de los chavales, con la sospecha de que sea homosexual, es emborrachado hasta que muere. Le meten un embudo en la boca y le van echando alcohol. En cierto sentido tiene el aire del señor de las moscas, donde los niños se pelean entre sí en relaciones de poder. En general esta obra me ha recordado a esas obras; el señor de las moscas (por la crueldad de unos niños, en este caso adolescentes), a la naranja mecánica (por la violencia, las conductas anti sociales y el lenguaje inventado del futuro en una novela y del spanish english en la otra) y también a generación x, la película y libro Transporttin (por el mundo de las drogas, la heroína, el speed, costo, marihuana, las pastillas, las drogas sintéticas), amerycan shyco donde también hay violencia callejera. Me recuerda al retrato que Carmen Laforet hace de sus amigos universitarios en Nada o el que hace Pla en el cuaderno gris, si bien aquella juventud era existencialista y nihilista pero no violenta como la de este libro. Del guardián entre el centeno me recuerda el tono sencillo y fresco del adolescente que relata su propia vida. En este caso podemos ubicar historias del kronen como una novela bildurs roman, de iniciación.  
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Además del éxito de ventas de Historias del Kronen (éxito de público pero rechazo de la crítica) otros escritores fueron metidos en esta generación inventada llamada del kronen. Ray Loriga escribió varias novelas en la línea de la obra maestra de Mañanas. Escribió Héroes o Tokio o el hombre que inventó Manhattan. Además, Ray Loriga compartía con Mañas la edad. Esta generación se caracteriza porque todos eran veinteañeros o treintañeros cuando publican sus obras. Ray Loriga tuvo un romance sonado con Cristina Rosenville, que era la vocalista de un grupo musical y cantaba aquello de “cuando crees que me ves cruzo la pared, hago chas y aparezco a tu lado” Todos estos escritores rondaban los 30 años y sus personajes de los 20 a los 30. Es decir que eran autores y personajes jóvenes. Lola becaria, Lucia Extebarria fueron la parte femenina de la generación. La bermeotarra Lucia Etxebarria escribió amor, prozac y dudas. Lo de Prozac nos suena todos al libro Nación Prozac y lo de las chicas buenas y chicas malas al libro de autoayuda; las chicas buenas van al cielo. Lucia había leído ambas obras, ella misma defiende la intertextualidad y los homenajes a otros autores. La idea se le había ocurrido trabajando para revistas de moda.
Lucía escribió varios cuentos sobre mujeres jóvenes, cada una había escogido un destino diferente; estaba la literata trasgresora y rebelde (un poco la propia Lucia) que había acabado trabajando tras la barra de un bar porque le parecía más ético que trabajar para la publicidad. Antes que venderme al sistema me hago puta, era el lema de esta chica mala (ya se sabe; las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes) La otra mujer es una psicóloga amargada, una trepa ejecutiva y yuppi que sin embargo es infeliz y desgraciada en el amor. En este perfil de mujer Lucia retrata a la super woman de las empresas y multinacionales (también hay mucho de Lucia en este personaje) Es el prototipo de mujer que antepone su carrera profesional a su vida y a sus amores. Y el tercer personaje es un ama de casa, aburrida, histérica y neurótica, obsesionada con el orden, y con ser buena madre esposa… ya saben, otro ángel del hogar. Lucia escribió también su primera novela, Beatriz y los cuerpos celestes que fue premio Nadal. Cuenta las desventuras de una bisexual, Beatriz, que viaja a Irlanda de intercambio y conoce a una lesbiana de la que se enamora. Luego Lucía Extebarria ha seguido escribiendo recopilaciones de historias como cosmofobia, nosotras que no somos como las demás, una historia de amor como otra cualquiera, y también ensayos de literatura y feminismo.  Lucia simpatía con la postmodernidad, el feminismo, los movimientos situacionismos (en la novela lo verdadero es un momento de lo falso), los gays y asociaciones LGTB (la travesti Divine sale en un relato), el ecologismo, el yoga y una especie de hipismo de final de milenio. En mi opinión su obra maestra es De todo lo visible e invisible que es la historia de una escritora y directora de cine, ella misma, que intenta suicidarse. En esta novela aparecen todos los grandes genios de la movida y quizá podamos considerarlo una novela “kronen”. Aparece Pedro Almodóvar o Alaska e incluso Juan Manuel de Prada y Espido Freire. Con otros nombres, claro. Estos dos escritores han sido metidos en el invento de generación kronen, si bien ambos son ideológicamente más conservadores y formalmente escriben más clásico, menos experimental. Juan Manuel de Prada, nuestro baracaldés internacional, comparte con Laura el gusto por escribir novela histórica. Ambos han escrito sobre Santa Teresa de Jesús. Espido Freire en melocotones helados hace una historia de la guerra civil en la que aparece una secta. (el tema secta sale en el contenido del silencio, novela de Lucia Etxebarria) Luego Espido ha escrito novelas fantásticas como Diabulus in música, Irlanda, nos espera la noche que tiene tema fantástico, un aire fantasmal de cuento gótico  y nada tiene que ver con lo kronen. Quizá su confesión de haber sido bulímica y su ensayo sobre el primer amor, los cuentos y los mileuristas sea lo más kronen que esta mujer ha escrito. Juan Manuel de Prada tiene un estilo muy clásico, influencia de Cela y Umbral, y escribe novelas perfectas formalmente como la tempestad o las máscaras del héroe. Ellos mismos se han declarado independientes de la generación. Otros autores kronen son Juan Gracia, Ramón Alcoberro, Luis de la peña, Juana , Benjamín prado, Nicolas casariego, Fernando Gallican, Enrique Urbijo, Paula Urquijo, Marta Sanz, Pote huerta, Pablo gonzalez cuesta, pedro Maestre, Francisco Casavella  y película como Mentiras y Gordas, o la Juani o el cine de Elias Querejeta o películas como barrio, princesa o los lunes al sol y otras de Fernández de Aranoa. En esta generación podemos meter el cine de Gracia Querejeta (hija de Elías) o incluso a Alex de la Iglesia, Medem, Amenábar y Almodóvar
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El termino generación kronen va desde el hipismo de los años 70, la música protesta y cantautores hasta fenómenos más modernos de la contra cultura como el hip hop, los hípster, los góticos y emos, los nihilistas, el grupo Nirvana… en general esta literatura se caracteriza por su frescura y espontaneidad. Está escrita a salto de mata, a la velocidad con la que se vivía la post movida. Está escrita en ordenadores y en cafés, en ese proceso desde el café Gijón hasta comunicarse el escritor por email, Facebook o wasap como un genio aislado y romántico. Son novelas por tanto escritas de prisa, sin mucha documentación (no así las de Prada), escritas con menor sensibilidad, cercanas a la calle. En todas ellas hay más influencia del cine y de la música que de la propia literatura. Todas son meta literarias e intertextuales. Se citan marcas, comercios, productos de la sociedad pop y del consumo… No tienen compromiso social si bien su retrato realista hace una fotografía de cómo se vivían en los barrios obreros postindustriales. Aparecen los fantasmas del paro y la droga, los últimos románticos, los últimos existencialistas y los últimos marxistas. El fracaso de los meta relatos e ideologías comunistas y socialistas o sociales es otro de sus temas. Es un clima de desasosiego, melancólico, romántico, un aire de derrota y fracaso. 

Siguen el realismo español clásico, pues son relatos costumbristas del día a día. Y al igual que los autores realistas reflejan el habla popular. Igual que los realistas su discurso es inductivo y conductista, o como decían los realistas; beahuvorista. Al escribir están imponiendo una visión de la vida, una cosmología determinada y lo hacen de forma brusca, sin transiciones ni dulzura.
De los románticos comparten ese aire fantasmal de las cosas muertas, de las ideologías derrotadas, la cultura del antihéroe en su ciudad en crisis y paro. Es romántico porque sus personajes viven vidas rápidas, cortas, muchos mueren de la droga y heroína. Y los finales, como en los románticos, son trágicos también y acaban en muertes y suicidios.
Y de las vanguardistas heredan el gusto por la trasgresión y la innovación estilística, del lenguaje.
También Historias del kronen tiene un aire barroco, el tratamiento del sexo, como sexo rápido y pandémico recuerda a la celestina. El protagonista de historias del Kronen es un lazarillo de Tormes, pues al fin y al cabo es un buscón el que narra su historia. Y al igual que en el lazarillo, el protagonista se enfrenta a un mundo hostil. Es rebelde “porque el mundo le ha hecho así”. Un mundo nivelado por clases sociales casi estamentales, donde el raterillo de barrio, el pícaro clásico español, nace y muere en su mismo barrio. Y el que vive en la moraleja también se enfrenta a la épica de la nocturnidad y bares de mala muerte.
¿Cómo ha cambiado el mundo literario desde los 90? En general las clases sociales se han aburguesado y vivimos en la tiranía de las clases medías como diría Borges. Aquella crisis de lo industrial es ahora la crisis total, el paro, de una sociedad de servicios, del tercer sector. 
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Muchas voces nos dicen que no queda ya nada de los kronen, que es una generación muerta y superada por el best seller y el libro comercial. Hoy en día los líderes de venta son las novelas históricas de Matilde Asensi, Falcones Navarro, Dolores Redondo, Julia Navarro, etc y los libros de autoayuda, la novela rosa y la de crímenes.  “No pintáis nada en el mundo literario, Estáis muertos”. Aquellos que recuerdan a esta generación se les acusa de haberse quedado anclados en el pasado, que no evolucionan con los tiempos. Y los tiempos son cada vez más rápidos. Y aquel que se queda desfasado en la música nostálgica de la FM enseguida es llamado casposo, retro progresista, anticuado…José Ángel Mañas siguió escribiendo novelas después de su gran éxito. Pero Mensaka, soy un escritor frustrado y mundo burbuja e incluso caso Karen parecen secuelas de su gran obra. Sin duda, es un escritor de una sola novela. Los temas siguen siendo los mismos; un profesor de universidad frustrado como escritor, una chica violada, un mensajero en moto y un mundo burbuja de sociedad liquida, pecera y nueva era. Para finales de noviembre está previsto el estreno de Generación Kronen, un documental que recuerda lo que significó hace 21 años el libro Historias del Kronen Este libro fue finalista del premio Nadal.  La película homónima fue realizada por Montxo Armendáriz, y en su día ganó el Goya al Mejor guión adaptado y llegó a presentarse al Festival de Cannes.  
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José Ángel Mañas fue, quizá, el primero (o el más exitoso) de una larga lista de jóvenes escritores que irrumpieron con fuerza en el panorama literario de los noventa, y entre los que se encontraban también Pedro Maestre o el fallecido Francisco Casavella (aunque éste siempre fue otra cosa). Por aquellos años, el sociólogo y antropólogo Luis Mancha escribió una tesis doctoral basada en entrevistas a muchos de los protagonistas de aquella locura. Ahora, ha intentado contactarles de nuevo para saber qué fue de todos ellos y, sobre todo, para recordar cómo fueron aquellos años, en los que las novelas de aquellos jóvenes de repente se vendían como discos, en los que toda una generación literaria hablaba a sus contemporáneos con su mismo lenguaje y sobre su propia vida.  
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Mañas es hoy un maduro hombre de 44 años. Toda aquella fiebre editorial, fruto de un negocio con sus propias reglas, se acabó tan intensamente como había empezado. Hoy casi todos aquellos autores siguen escribiendo, pero ya sin el paraguas de generación alguna: son independientes, para bien y para mal. Entonces ser escritor era otra cosa. ¿Qué acontecía en aquellos años 90? El neo capitalismo se había erguido soberano frente al comunismo. EE.UU. era el líder, como ahora. se celebraban los juegos olímpicos de Barcelona con Kobi y la exposición universal con Kurro y el mundial de fútbol con Naranjito, pues España estaba en la Unión Europea y en la OTAN. Gobernaba Felipe y luego Aznar. Los actores que protagonizaron Historias del Kronen, muchos de ellos siguen formando parte de la industria (Juan Diego Botto, Jordi Mollà, Aitor Merino Uno de los chicos con el que el personaje de Botto se colgaba del viaducto era un extra llamado Eduardo Noriega. Un poco después, gracias al éxito de la película Tesis, de Amenábar, se convertiría en uno de nuestros más famosos actores. Mañas tiene la responsabilidad de ser el padre de la ‘Generación X’ española, esa corriente literaria que comenzó a principios de los 90 y que se basa en el realismo sucio, crudo y cercano, demasiado en ocasiones. Es un movimiento que no se ha tomado demasiado en serio y se ha visto como un fenómeno puntual y accesorio, que obedecía a una necesidad de relatar esa forma de vida en los 90. José Ángel Mañas nació en Madrid en 1971. Va siempre vestido de negro, con sus gafas de sol (un look parecido al de Loriga) Viste pragmático y funcional. No le preocupa vestir elegante, aunque en las novelas de los kronen siempre están las marcas de ropa como otro elemento de cultura pop. Tenía 23 años cuando cosechó el éxito. Sigue siendo joven, aunque peina canas por la cantidad de premios y reconocimientos que acumula. Mensaka, Ciudad Rayada y Sonko 95 son las obras complementarias a esta primera y contextualizan la época de las drogas, el desfase, el alcohol y el sida.  El lenguaje ágil, natural, actual y cercano de sus personajes fluye como si él mismo fuera parte de una de sus novelas. Hemos de reconocerle como padre de una gran novela y de rebote -por qué él nunca lo pretendió adrede- en el inventor del nombre de una generación que algunos menosprecian y consideran genero menor mientras otros la siguen idolatrando.  
 

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