jueves, 9 de febrero de 2017

LEY DE POBRES EN LA INGLATERRA VICTORIANA




LA LEY DE POBRES


INTRO Comentamos un texto de carácter histórico- jurídico. Se trata del anteproyecto de la “ley de pobres”.  Las comisiones de su Majestad (organismos encargados por la corona para estudiar la situación social del menesteroso y proponer una solución) redactan esta petición legislativa ante el parlamento inglés  en 1834. Históricamente, dentro del siglo XIX lo englobamos en vísperas de gestarse en Inglaterra la famosa era victoriana. (la etapa “early victorian” empieza en el 37 y llega a mitad de siglo.)
Los comisarios parecen expresarse directamente ante la Central Board o oficina central desde donde se dirigen las workhouses, por el énfasis con que les imputan esa realidad. 

La administración dedicada a redactar las “Poor laws” denuncia la nefasta situación del proletariado urbano ingles. Este vive, según patenta el texto, en unas condiciones del todo “infrahumanas” (en estrechas viviendas de barriadas proletarias en los llamados cinturones rojos, en la calle, explotado laboralmente y recogido en manicomios, orfanatos o workhouses donde le asisten cristianamente y le explotan laboralmente)

Opinan que “ la situación del asistido no debe preferirse a la del obrero asalariado.”
Esta dependencia al “auxilio estatal” crea, en su opinión, un parasitismo social hacía la ayuda institucional. Las pensiones fomentan en estas clases obreras el conformismo hacía su condición y situación, y terminan por vincularlas al aparato estatal sin libertad.

Por esto, los organismos públicos deberían dejar de financiar esas casas de trabajo para la población inactiva (desempleados, vagabundos, “vagos y maleantes”) que eran en la practica verdaderos infiernos. Estos parlamentarios deberían preocuparse más bien por garantizarles que el patrón les dará un salario mínimo y al volver a casa hallarán un  hogar digno y no un cubículo angosto.
El estado debe dejar inmediatamente de promover esa caridad paternalista y establecer cotas al capitalista que puede despedirles sin indemnización de ningún tipo, establecer la jornada laboral que desee y explotar laboralmente a niños y mujeres. Etc.
Su petición es muy clara y concreta: “Cualquier otra forma de socorro debe ser declarada ilegal y debe cesar..” Con estos auxilios el estado sólo impide que se ayuden entre ellos con las posteriores fondos comunes como las cajas de mutuo socorro o el movimiento sindicalista. Apiadándose de ellos sólo eternizan la hipócrita doble moral y las condiciones sórdidas que tanto retrató Dickens.

CONTEXTO
Esta petición no podría entenderse sin atenerse al contexto de esta Inglaterra que nos ocupa; La industrialización atrae al campesinado hacía los núcleos urbanos fabriles
del Norte (Liverpool, Manchester, Birmingham..) como nuevo proletariado o mano de obra barata. Estos focos demográficos no soportan en sus estructuras el avance masivo del éxodo rural. Su caótica planificación urbanística en barriadas obreras del cinturón rojo (en la periferia, junto a la fábrica) ofrece un nivel de vida deplorable. Por tanto; por este aumento demográfico, las condiciones en que viven los obreros y los bajos salarios; aumentan los niveles de miseria y actividades marginales como robos o la prostitución.

Esta inestabilidad social no se puede sostener por varias causas: 1ºel capitalismo precisa seguridad para desarrollarse, 2ºla mentalidad liberal y anglicana demanda caridad hacía el pobre y 3º el tradicional reformismo de la potencia insular les lleva a intentar paliar esta problemática de las clases bajas. Además, una 4ª causa sería que si Gran Bretaña quiere erigirse como artífice y líder del equilibrio o balance europeo, ha de ejemplificar dentro de su propia nación. Un país con disturbios internos no desempeña una buena política externa.

Inglaterra ha ido conquistando las libertades “democráticas” de las revoluciones de 1789, 1820 o 1830 de forma pacifica, reformista y a través de un organismo clave; su sistema parlamentarista. Democrático va entre comillas pues en el 1834 de este texto aún no se ha conseguido el sufragio universal, aunque los “whigs” han ampliado el cupo de un 11% a un 18% de votantes censitarios (Reforma de 1832)

El sistema inglés se ha basado en el respeto no escrito a las leyes e instituciones, básicamente 2; la corona y el parlamento con su cámara de lores y comunes (senado y congreso). Estas instituciones políticas funcionan gracias a lo que Canovas del Castillo llamaría “rotación de partidos o turnismo”.
  
En el momento de la redacción de este anteproyecto, dos partidos se disputan el poder en el parlamento. El partido “whig” de los “whises”y el partido “liberal” de los “Toryes.
El partido “whig” actualmente (1834) esta en el poder, representa a la  aristocracia oligárquica y caquiquista en la campiña rural, y siempre se ha caracterizado por su proteccionismo económico y su conservadurismo político.
Sin embargo, lo paradójico es que el partido Torye se ha desligado de esa supuesta ideología liberal burguesa reprimiendo duramente en la Batalla de San Peterloo o con una ley arancelaria sobre la exportación de cereal, que no beneficia nada al campesinado inglés. Este partido liberal sufre una escisión interna ante un cohesionado y más coherente partido “whig”. Ante la presión de las denuncias de los burgueses toryes a esa situación insostenible de las clases pudientes, los whishes promueven esta reforma, “marcándose otro tanto” político, frente al supuesto partido de izquierdas. Los “whises” no han hecho sino “reformar desde arriba y evitar que nos revolucionen desde abajo.”
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Todos estas causas (la corriente liberal, la necesidad de estabilidad del capitalismo, la caridad anglicana, el equilibrio de poder europeo y la presión por parte de los toryes) razonan que en 1834 el parlamento ingles se interesase por las misérrimas condiciones en que vivía sumida la mayor parte de su ciudadanía, en plena lucha contra la vida.

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