PLA 1897-1974 Vivió 84 años
Fue entrevistado en el programa
de a fondo por Joaquin Serrano. Es un gran pensador del siglo XX.
Hace derecho a los 18
años. Esto supuso que marchara de su masía en el campo a la ciudad, a la universidad
y eso fue un gran cambio en su vida y una apertura de mente. De todo esto habla
en su famoso cuaderno gris. Pla escribe claro
y sencillo, para que lo entienda todo el mundo. Era fan de Baroja, ese escritor
de mesa camilla como lo llamaba Umbral. Y fue su seguidor en Cataluña. El estilo
del vasco lo copió el catalán. Escribe diarios, memorias, crónicas periodísticas
(fue periodista) Escribe sobre las pestes y la marginación. Describe la
realidad con muchos adjetivos muy descriptivo. Es corresponsal en Berlín, Londres,
Roma, vivió el Madrid cosmopolita y culto. Vive en Calafuell, pueblo del ampurdán
catalán. En 1940 se va a la masía de su familia. Muere en el 81 con su boina, su
chaquetilla, solterón y misógino. Se publica viaje en bus en el 1972 en destino
y gripe en el 18. Montaigne recomendaba en sus ensayos no conocer a los escritores
que uno admira porque decepcionan y también recomendaba no ser pedante. Pla es
un autor objetivo, periodístico, de la exactitud y precisión en la palabra. En esto
comparte con Juan Ramón Jiménez el gusto y la búsqueda de la palabra o el
adjetivo correcto, preciso, que es uno solo y no otro. siempre hay una palabra
perfecta en esa obsesión del purismo. Es un autor pesimista. Bebe café y wiski
en la universidad, la juventud de la época era conservadora. Hace tertulia en los
bares. Siempre con su sempiterno cigarrillo. Escucha los chismorreos de los pueblos,
los mezcla con su erudición de biblioteca. No avanza el hombre que es cruel e
irracional. Jesucristo es el nuevo Sócrates. El hombre es un animal sensual e instintivo.
Nadie que estudie sabe nada. De vez en cuando hay una persona que vale en el
mundo. Un señor inventa el microscopio, o el wáter, y fomenta el progreso
material de la sociedad. No le gusta al viejo cascarrabias que las mujeres
trabajen. Es egoísta, con sentido del ridículo, hoy diríamos machista. Es un
individualista puro, observa la vida y el país a través de sus protagonistas,
los curas y aldeanos a los que va entrevistando por los pueblos. Visita Figueras, los territorios agrícolas
payeses, la ciudad industrial, los comerciantes de vino del pueblo, y una burguesía
plástica. Parece un señor feudal que aplica la ley de murfhy a su sociedad;
todo podría ser aún peor, Terenci moix va a conocerlo a su masía. Él le enseña
a escribir. Enseñar a escribir es muy difícil. Relata viajes, paisajes,
retratos… escribe en catalán y castellano, no quiere perder la guerra. Para él
la literatura es matemática; Articulo + sustantivo + adjetivo + verbo. Escribe sin
retórica y con naturalidad. Escribe para ganarse la vida. Escribe Caracolas del
mar, cara de la muchacha. Escribe en cuartillas, no trató a ninguna mujer en términos
amorosos. Sus enemigos le tildaban de mentiroso e hipócrita. Escribe su Diario en
1919, publicado en el 65. Estudia abogado, aunque trabajó de periodista y corresponsal
en Europa. La mitad de su vida vivió en Gerona. Era irónico. Era amigo de
ortega y de Dors. Fue un hombre de acción y aventuras, un entusiasta. Analiza
las carreras universitarias y el atraso español., iba al convento, al café, a
los negocios de la moral, y de ahí sacó sus historias y anécdotas. Trató con respeto
su colegio. Dejó dicho; amamos en proporción a la lejanía en que vivimos. Fue de
maestro de escuela a corresponsal de Europa. Había estudiado el cuadrivio con
los escolapios o maristas. También dicen que era un maniático de la limpieza. Solía
tomar su medicación y pastillas con whisky. Leyó los ensayos de Montaigne, Montesquieu.
Y hombres de la ilustración, de Pascal, las confesiones de San Agustín y Rousseau
(influencia evidente de su cuaderno grís), y su obra favorita era la última
vuelta del camino de Baroja. Escribió crónicas, recuerdos, diarios, memorias, artículos,
relatos de sus viajes… aún no existía la tv.
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