En Mundo Burbuja Mañas no abandona este lenguaje anti-
literario, el argot callejero, la trasgresión de la juventud pos moderna, a
vueltas de todo. El protagonista es un joven becado erasmus. Estudia en la
autónoma, sale por Malasaña... Huye del compromiso (el político y social y
también el de la pareja), prefiere sus rollos, sus folla- amigas, el sexo
libre. Cohabita con el mundo homosexual, salen varios bares de ambiente, y también
con el artístico, el mundo de las presentaciones y exposiciones. No destaca en
el ámbito académico de la universidad más que en Sicohistoria (Hay en la novela
muchas citas de la filosofía del lenguaje y de los filósofos psicomarxistas) Al
igual que en soy un escritor frustrado, el protagonista quiere ser escritor
pero no logra escribir nada de calidad.
Al final conoce a la dulce Sofí en París, y con ella vive una historia de
amor, un lío de parejas, celos e infidelidades. Mañas retrata la camaradería
con sus amigos, describe la muerte de un chico. El profesor de Vanguardia es despedido
por llevar las clases anárquicamente. Lo de menos quizá sean estas historias
para no dormir (chicas fantasmas, las alucinaciones de LSD, coca y pirulas-
pastillas) sino como lo cuenta. Es muy importante en José Ángel Mañas la forma
en que cuenta sus historias, usando un registro coloquial y las jergas de la
calle. Es una novela en la que el
lenguaje se muestra en toda su perversión. Es el retrato de una generación que se siente
condenada al fracaso, abocada al nihilismo. El fracaso del protagonista es la decepción
de toda una época. Es el año 92, los juegos olímpicos con Kurro, la exposición
mundial con Kobi, el mundial de fútbol con Naranjito, el lavado de imagen de
España cara a Europa, acabamos de entrar en la Unión Europa y en la OTAN… la
droga esta en la calle, a la orden del día. Los sociatas estaban en el poder,
la corrupción y el pelotazo, el enchufismo, el tráfico de intereses… son
portadas de todos los periódicos. Esta novela hace una crítica político social,
como en ese fantástico altercado en el
bar donde el viejo banquero crítica todo el pasotismo de los jóvenes.esos jovenes apoliticos, que no votan, que no confian ya en nada. no creen en los beatles, ni en el comunismo, ni en dios, ni en nada
No hay comentarios:
Publicar un comentario