La poesía social tiene
dos representantes masculinos; Otero y Celaya en la generación del 40 50 de
posguerra. (olvidando a Hierro) Y dos representantes femeninas; Ángela Figueras
y Gloria Fuertes, Se oponen y denuncian la situación existente en España. No se
publican en España sino en el extranjero; Argentina, México. Los poetas
principales del movimiento eran vascos. José hierro es de Santander, y Celaya de
San Sebastián. Los cantautores del final del franquismo ponen música a estos
poemas, no se leía poesía, se intenta llevar la poesía a la gente corriente de
la calle, la poesía es un arma cargada de futuro. Tiene que llegar a la mayor
parte de gente, ser divulgativa. Son poemas muy sencillos y fácilmente
entendibles que parecen actuales pues los grandes temas son universales, aunque
avance la técnica. Nos seguimos preguntando las mismas cosas que Platón. Con 46
años publica su primer libro Ángela Figuera. Estudió en Deusto, en Madrid,
veraneaba en Bilbao, tuvo hijos. Es importante la figura de la madre en estos
poetas. Y la mujer es vista como musas, esas mujeres que destripan al escritor
y no como creadoras, a pesar de que esta la gran figura de Ángela Figuera y después
de Gloria Fuertes. Hay imágenes potentes en esa poesía social. Figuera critica
la ingenuidad candorosa de ese ángel blanco y bondadoso que debía ser la mujer.
la mujer escribe en secreto y eso la conforta, sin pretender publicar. Figuera
usa la ironía y el humor al más estilo Álvaro de Cuenca. La poesía social se
basa en la rima y en la denuncia, pero emplea el humor y la ironía. Hay que
saber usar la rima para que quede mal. Aporta poco cuando todos estamos de
acuerdo con lo que se denuncia. Si todos piensan igual nadie piensa demasiado. Un
peligro de lo social es caer en lo melodramático, en lo sentimental o panfletario.
Suele echar la culpa al dios del capitalismo. ¿qué culpa tenemos las mujeres?, vamos
a misa, somos gente honrada, dios dispone las cosas, las cosas son así, el sábado
es para ir al cine con el marido… ese era el mensaje y la grandilocuencia franquista.
Figuera pública en el exilio en Argentina y muere en el 77 los cantautores
hacen música con sus letras panfletarias, son ideales para musicarlos. Ahora que
estamos cansados de las canciones protesta parece que no nos cansamos de los anuncios
de publicidad que son igual de panfletarios. Hartos de las batallas sociales de
sus padres, los modernos “chunteros” de ahora, los hijos de los que vivieron la
movida arremeten contra los pogres y contra los retros. Los movimientos
sociales, las ganas de cambiar el mundo parecen estar trasnochados en nuestra
época. Lo moderno ha dejado de ser pogre, para ser retro y carca. Y lo
postmoderno ha acabado con el discurso del proyecto moderno e ilustrado de
libertad, igualdad, fraternidad.
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