sábado, 18 de febrero de 2017

LA POESIA SOCIAL



La poesía social tiene dos representantes masculinos; Otero y Celaya en la generación del 40 50 de posguerra. (olvidando a Hierro) Y dos representantes femeninas; Ángela Figueras y Gloria Fuertes, Se oponen y denuncian la situación existente en España. No se publican en España sino en el extranjero; Argentina, México. Los poetas principales del movimiento eran vascos. José hierro es de Santander, y Celaya de San Sebastián. Los cantautores del final del franquismo ponen música a estos poemas, no se leía poesía, se intenta llevar la poesía a la gente corriente de la calle, la poesía es un arma cargada de futuro. Tiene que llegar a la mayor parte de gente, ser divulgativa. Son poemas muy sencillos y fácilmente entendibles que parecen actuales pues los grandes temas son universales, aunque avance la técnica. Nos seguimos preguntando las mismas cosas que Platón. Con 46 años publica su primer libro Ángela Figuera. Estudió en Deusto, en Madrid, veraneaba en Bilbao, tuvo hijos. Es importante la figura de la madre en estos poetas. Y la mujer es vista como musas, esas mujeres que destripan al escritor y no como creadoras, a pesar de que esta la gran figura de Ángela Figuera y después de Gloria Fuertes. Hay imágenes potentes en esa poesía social. Figuera critica la ingenuidad candorosa de ese ángel blanco y bondadoso que debía ser la mujer. la mujer escribe en secreto y eso la conforta, sin pretender publicar. Figuera usa la ironía y el humor al más estilo Álvaro de Cuenca. La poesía social se basa en la rima y en la denuncia, pero emplea el humor y la ironía. Hay que saber usar la rima para que quede mal. Aporta poco cuando todos estamos de acuerdo con lo que se denuncia. Si todos piensan igual nadie piensa demasiado. Un peligro de lo social es caer en lo melodramático, en lo sentimental o panfletario. Suele echar la culpa al dios del capitalismo. ¿qué culpa tenemos las mujeres?, vamos a misa, somos gente honrada, dios dispone las cosas, las cosas son así, el sábado es para ir al cine con el marido… ese era el mensaje y la grandilocuencia franquista. Figuera pública en el exilio en Argentina y muere en el 77 los cantautores hacen música con sus letras panfletarias, son ideales para musicarlos. Ahora que estamos cansados de las canciones protesta parece que no nos cansamos de los anuncios de publicidad que son igual de panfletarios. Hartos de las batallas sociales de sus padres, los modernos “chunteros” de ahora, los hijos de los que vivieron la movida arremeten contra los pogres y contra los retros. Los movimientos sociales, las ganas de cambiar el mundo parecen estar trasnochados en nuestra época. Lo moderno ha dejado de ser pogre, para ser retro y carca. Y lo postmoderno ha acabado con el discurso del proyecto moderno e ilustrado de libertad, igualdad, fraternidad.  

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