miércoles, 31 de agosto de 2016

CONTRA EL UTILITARISMO


Sustituye la búsqueda de la felicidad (objetivo de la ética) por la búsqueda de la utilidad, del bienestar (objetivo de la economía)


Surge en Inglaterra

Stuart Mill 1806-1873.
JEREMIAS BENTHAM (1748- 1832)
“Introducción a los principios de la moral” y “Deontología o sistema de moral”. Quería elaborar un código de leyes sociales basadas en una deontología pues es jurista de profesión.
Amigo intimo de Adam Smith
Vive la revolución americana y francesa como experiencia de abolición de leyes.
Los grandes principios universales son creación de la imaginación humana.
La ética no debe fundarse en los derechos sino en los deberes, en los decretos, en imperativos y normas (se inspira en el contrato social de Hobbes). 
No cree en la dignidad universal. No propone un ideal moral utópico (como deber ser) ya que el mundo de las ideas le parece una irrealidad.
Es discípulo del empirismo científico- corriente pragmática- materialista, de Newton y de Hume y John Locke.
 “elaborar normas para vivir lo mejor posible, lo más agradable” (en ese sentido es epicúreo)
    PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL UTILITARIO Y MI OPINIÓN
1)      NATURALEZA EGOÍSTA El hombre es un lobo para el hombre. Todos buscamos nuestro propio interés. Somos narcisistas. Instinto de conservación (el Eros de Freud) como ley biológica y llamada de la sangre. Todos actuamos con interés, también el héroe que da la vida o el mártir- santo.

 
2)      NATURALEZA SOCIAL. Estamos condenados a vivir juntos. Somos seres comunitarios. La ética es un problema de convivencia. La sociedad vive un conflicto de intereses, de egos. (Todos quieren un trozo del pastel) Necesitamos una deontología social de manera civil y organizada.

 
3)      PASO DE UNA HORDA PRIMITIVA A UNA SOCIEDAD CIVILIZADA HORDA PRIMITIVA la ley de la selva, la ley del más fuerte. Egoísmo.                            SOCIEDAD DE DERECHO, fundada en la ley.

 
4)      EL BIEN es el fundamento de la ética. El bien no es un estado anímico de la persona (ser bueno), ni modo de ser ni de actuación, sino una realidad exterior útil para el bienestar personal. El bien es aquello que responde a las necesidades materiales o espirituales.

Un bien es un valor práctico y concreto y material, un valor económico. Todo bien tiene valor monetario. “TODO SE COMPRA CON DINERO” Conviene adquirir bienes materiales y evitar la quiebra. Acumular bienes (ser rico) te lleva a ser más feliz y si tu eres rico y feliz lo será tu sociedad.

5)      El bien supremo es el Bien-estar o la felicidad burguesa. Ese bien- estar es la suma de todos los bienes, una vida cómoda y placentera para el mayor número de personas posibles. ¿El más rico es el más feliz?

 6)      UTILIDAD SOCIAL   No existe el Bien o el mal en sí. No se pueden juzgar a priori, sino que dependen de los resultados. No esta en la teoría, sino en la práctica. Importan sólo los fines y no los medios. (hombre como fin del hombre. Camino o posada al andar)          

 Para juzgar a un sujeto no interesa lo subjetivo (la voluntad buena o mala, la intención) sino lo que se ha hecho. No se trata de buena voluntad, sino de resultados pragmáticos. (los motivos me son indiferentes) “obras son amores y no buenas razones” El mundo afectivo, interior, subjetivo... es privado y no interesa a la ética que sólo define el comportamiento social deontológico. No existen acciones buenas o malas.

 Sólo existen acciones útiles o inútiles para promover el bienestar (que causan el infortunio) La droga es mala no por sí, sino por sus consecuencias. NADIE TIENE DERECHO A LA VIDA DE UNO, SINO DEBER A LA VIDA DE LOS DEMÁS. (el hombre deja de ser un fin en si mismo y se convierte en un medio, en un tonto útil, en un instrumento de los demás) El “No mataras” de la Biblia es absurdo, no hay que matar pero por deber utilitario y el responsable es la sociedad, no el individuo (como con Hitler o Aznar).

La fundamental diferencia con Kant

EN LA ETICA NO IMPORTA EL COMO, SÖLO LO QUE CONSIGAS: NO IMPORTAN LOS MEDIOS; SOLO LOS FINES; NO IMPORTA LA VOLUNTAD O INTENCIÓN; SOLO LOS RESULTADOS (¡Hay que ser pragmáticos!)

 7)      En una sociedad civilizada la única responsable es la comunidad y no el individuo que actúa por egoísmo. (no son culpables de nada, todos son así, asesinos) No se trata de buscar culpables, pues la sociedad es la única culpable directa (como los crímenes fascistas) La sociedad posee dos formas de cohesión social:
A)    La manipulación educativa. Formación para convertir al egoísta individual en alguien que busque el bien comunitario.
B)    Código penal apropiado, equitativo. Mejor prevenir que curar.
C)    Desarrollo del cuerpo policial, represión y opresión. (profesores- policía y policías en las calles para intimidar a quienes intenten cometer actos delictivos)

FORMA DE LLEGAR AL BIENESTAR

A)    Evitar el dolor, la pena, el sufrimiento, todo lo que también forma parte de esta tragicomedia de la vida.
B)    Elegir entre los placeres vitales lo más conveniente puntualmente. Son placeres cuantitativos y no cualitativos. CRITERIOS DE PLACER
1)      La duración. Lo bueno si dura mejor. (los placeres que duran el doble valen el doble) Dosificar el tiempo.
2)      La intensidad. Los placeres mas refinados son más intensos, profundos que los puramente físicos.
3)      La proximidad. Lo vivido en el presente vale más que el futuro. (mejor pájaro en la mano que ciento volando)
4)      La extensión.  El placer compartido socialmente vale más que el solitario e individual.
5)      La fecundidad. El placer que engendra otros placeres importa más que el que se agota en sí mismo. (economicismo moral)
6)      La pureza. Un placer exento de padecimiento y malestar es el más puro y perfecto.
7)      El valor monetario del placer. Lo mejor es lo más caro, el precio que le ha puesto por convencionalismo la sociedad es mayor. Tanto vales, tanto eres. El placer por el que más pagaría es el mejor placer.

 Vivir la vida, lo que esta ofrece en cada momento, evitando el dolor. (no luchar por un ideal, no perder la vida)
Desarrollar el espíritu practico- pragmático. Huir de los grandes ideales.
Hay que ser desapasionados, ser fríos, taimados, desconsiderados. Saber calcular. Evitar los sentimientos causa de sufrimiento.

VIRTUDES QUE DEBEMOS COSECHAR (parábola de los talentos. Los utilitaristas no dejan de ser cristianos protestantes)
Prudencia, templanzaà huir de los errores vitales, previsión, más vale prevenir que curar.
-Benevolenciaà simpatía hacia nosotros mismos, y empatía hacia los demás.
-negativa: nos previene de que no seamos faltos de amor para nosotros mismos y los demás.
–positiva: nos incita  a ser causa de placer y de gozo, sin masoquismo y sadismo.
DIFERENCIAS ENTRE MILL Y BENTHAM

El discípulo de Bentham fue J. Stuart Mill, más social y menos individual. Le corrigió en algunos importantes aspectos. Dos obras: “El utilitarismo” (1863) y “Sobre la libertad” (1859). Corrige a Bentham en tres aspectos fundamentales.

1-concepto de bienà el bien son los bienes que se ofrecen del exterior a mí persona, para Bentham. Mill dice que el bien no tiene porque ser lo que me gusta, agrada en un momento determinado. El bien no es necesariamente el placer individual sino el bienestar social. Por eso vale más ser un hombre desgraciado que un cerdo satisfecho. Vale ser más Sócrates descontento que un imbécil contento.

2-el placerà Para Mill es más importante la calidad que la cantidad del placer pues no todos son cualitativamente idénticos. Bentham piensa que hay que evitar todo lo que nos haga sufrir, y Mill piensa que sin cierto sacrificio no se conseguirá el bienestar. Hay que ser capaces de renunciar a placeres dañinos (ascética del protestante, espíritu del capitalista)

3-conflicto de interesesà Bentham cree que el interés general es la suma de los intereses generales, voluntad general o contrato social como suma de individuos. Mill cree en un conflicto de interés pues a veces el individuo es contrario a su sociedad y ese individuo ha de sacrificarse por su sociedad (mártir, tonto útil) 

En este extracto Stuart Mill, fundador del utilitarismo, define su corriente deontológica como camino hacía la felicidad individual y social, fin ultimo de toda moral “para la vida feliz” (tipo Sócrates o Aristóteles). Entiende la felicidad como el mayor placer posible y la prevención y ausencia de dolor.  Se refiere a dolores y placeres tanto físicos como espirituales.

A la hora de elegir estos placeres (Aristóteles diría bienes) hay que buscar el más perfecto, los mejores placeres, pues no se trata de acumular cuantitativamente placeres (el mayor número de ellos) como de cosechar placeres de calidad.

El hombre tiende a placeres más elevados que el animal y cuanto más civilizado es y más educado esta más tenderá a placeres espirituales intangibles. Stuart Mill cree que hay dos tipos de hombres; los superiores y los inferiores, la elite y la masa. Los súper  hombres superiores sufren más y por tanto también necesitan más placeres. Son más inconformistas. Es mejor ser un hombre insatisfecho que un animal – cerdo- satisfecho, mejor ser Sócrates que un estúpido, pues tanto los placeres como los dolores los toman con mayor sensibilidad los hombres superiores. (sigue creyendo en el intelectualismo moral) Los hombres inferiores se quedan con los placeres inferiores, animales, porque no conocen otros (por ignorancia, piensa Stuart Mill, al igual que Sócrates).

Es obvio que los placeres no duran eternamente y son efímeros, así que debemos buscar placeres imperecederos o al menos duraderos. (Los placeres espirituales como una vocación artística duran más que los físicos como la comida o el sexo) La felicidad consiste también en no esperar de la vida más de lo que esta puede ofrecernos, alega, criticando así el inconformismo desmesurado.

La felicidad personal puede alcanzarse sacrificándose por los otros, pero siempre con el objetivo o fin muy claro de la felicidad comunitaria. Importan los fines, no los medios para conseguir esos fines. El sacrificio por sí mismo, sin fin social, es baladí, porque hasta los santos y lo mártires se movían por un interés personal o social.

(El utilitarismo jamás entendería el suicidio o el ataque contra uno mismo por ejemplo) Stuart Mill resume su pensamiento con la consigna de Jesús “haz con los demás como quisieran que hicieran contigo. Ama a tu prójimo como a ti mismo”

OPINIÓN


Para estos teóricos utilitaristas es obvio que el hombre no nace, sino que se hace. Ellos más que de educación, hablan de formación, de forjar hombres de provecho. Nacemos animales, inconscientes, sin raciocinio, en un estado primario y salvaje. Los utilitaristas parten de que el hombre es malo por naturaleza, es egoísta, “el hombre es un lobo para el hombre”. Es la tesis inversa a la concepción roussiana o bakunista de que el hombre nace inocente y la sociedad le cambia, le malea, le hace ser egoísta. No creo que el niño nazca egoísta. Nace individualista y con un instinto de supervivencia por encima de su sociedad, pero no egoísta. Los animales no son egoístas, sino instintivos (no disciernen bien de mal, altruismo de tacañería). El niño nace con instintos de supervivencia y de amor, como decía Freud. El bebe llora por instinto, no por egoísmo (para ser egoísta hay que tener conciencia de ser egoísta y el inocente no es consciente). 

Para ellos el estado salvaje se domina según la ley de la selva, la ley del más fuerte como demostraba la teoría darvinista de la época; sólo sobreviven las especies más fuertes (sin embargo sabemos que también en esas “hordas primitivas” como ellos las llaman, la madre protege a la camada, se establecen relaciones afectivas...)  Para Stuart Mill esa sociedad incivilizada, salvaje, representada por una selva anárquica, ha de ir paulatinamente convirtiéndose en una sociedad de derecho, no de hecho.

Contrapone de esta forma Naturaleza y Civilización. Estas ideas de Mill se entendían en la época de forma racista y colonista. Los estados avanzados debían civilizar a los inferiores, a las colonias. No estoy de acuerdo. No creo que los países desarrollados sean mejores que los mal llamados países tercermundistas, la zona Sur. Es muy elitista y esnobista esta idea de hombres superiores e inferiores. Se supone que el patrón comparativo es la renta per capita, el dinero, el PIB... pero no puede reprochárseles ser moralmente inferiores. 
A nuestra sociedad se la llama del Bien-estar y sin embargo tenemos tasas de suicidios o de patologías clínicas muchísimo más altas que los países pobres, entre otras muchas más manifestaciones de la crisis que atraviesan los estados avanzados económicamente. Quizá aventajemos a estos países “inferiores” económicamente, en bienes muebles materiales, pero ellos nos superan a nosotros en calidad de vida, en salud mental, en  contacto con la naturaleza, en formas trascendentes no institucionalizadas, en una mayor espiritualidad... (los indios, los aborígenes australianos, los africanos tenían su propia cultura que nosotros  rechazamos. Les in culturizamos, superpusimos un tipo de vida sobre otro, igual de interesante y dignificable mientras respete la vida humana)
Sí comparto que las personas no obramos bien o mal sino por interés. Identifica el Bien con el placer y el Mal con el dolor, lo cual es también la tesis epicúrea o freudiana. El hombre obra bien cuando se guía por su instinto hedonista de buscar placer (el eros de Freud) y obra mal cuando le guía el instinto estoico del dolor (el concepto de Thanatos para Freud) Sin embargo, el dolor es una parte esencial de la vida y no podemos esconderlo, hay que vivir esta tragicomedia que es la vida, vivir el instante tanto de los dolores como de los placeres. La vida puede ser una fiesta y a la vez un valle de lágrimas, lo importante es no dejar de sentir porque siento, luego existo. Los utilitaristas estarían orgullosos de esta sociedad capitalista, egoísta, individualista, aislada, movida sólo por intereses económicos, y que huye del dolor, de la muerte, de todo lo que tambalee su pequeña felicidad burguesa. Es una aptitud cobarde la de sedarse con el placer y dejar de implicarse en las tragedias de los demás.

Una sociedad que se aísla en su torre de marfil, en su pequeño microcosmos cibernético y virtual, que ya no intenta mejorar el mundo sino sólo su pequeño mundo, su parcela de vida. Sólo le importa al yuppi su éxito laboral y se desinteresa de dolores ajenos.

La decadencia de la civilización clásica nos ilustra sobre lo que ocurre a una sociedad cuando se aísla en sus placeres hedonistas y finge no ver los problemas que la asolan. (Las invasiones bárbaras: las olas de inmigrantes que reclaman su derecho a un trozo de este papel económico y a no ser consideradas inferiores como las llama Mill, sino simplemente diferentes. Ningún hombre es superior o inferior a otros, todos somos diferentes de hecho e iguales en derechos) 

Los utilitaristas también hablan de sacrificarse por los demás, como promulga el cristianismo, pero esto puede llevar también a un menoscabo de la persona en aras de su sociedad, de su ley. Según el utilitarismo sería correcto sacrificarse por la voluntad general (el contrato social de Rosseau) y sería legitimo morir por la patria, inmolarse por la comunidad como hacían los nazis o los actuales kamikazes musulmanes. Porque en el utilitarismo lo importante es que la persona sea útil a su estado, a su sociedad. Por eso los hippies hablaban del TONTO ÚTIL, ese hombre que actúa según quiere la colectividad, porque es un mandado como en la novela de El Conformista en la que el protagonista mata a los judíos porque así lo quiere su régimen político.
Por último no comparto la idea utilitaria de que los bienes sean todos económicos. Igual que los placeres no son sólo inmanentes sino también trascendentes – en el sentido de intangibles- (como los sentimientos y los pensamientos) El mismo autor, Mill, reconoce que el hombre tiende a cultivar, cuanta más educación tiene, placeres intelectuales o espirituales. El bienestar no es sólo físico, ese estado burgués de conformismo y acomodamiento económico, sino que el mayor bienestar hemos de buscarlo interiormente. Y los místicos y románticos siempre nos han reprochado que las posesiones materiales nos impiden cultivar nuestro interior. No todo se compra con $: las emociones, los momentos vitales, las ideas, las sonrisas, la serenidad interior, el amor... son valores inestimables, inapreciables, invalorables. Para un utilitarista hasta la prostitución (vender el bien económico del cuerpo), mientras sea legal, es moral. Mill también veía bien la esclavitud de la América del sur que conocía.

Tampoco comparto que el individuo se deba a una deontología, pues el hombre no sólo tiene deberes. En la frase “no debes matar” va implícito el derecho a la vida de los demás. Es paradójico que hable de una sociedad de derecho y luego sólo crea en imperativos, en ordenes, en deberes sociales. (debe haberse resumido mal el pensamiento de este autor) “Nadie tiene derecho a la vida de uno sino deber para con la vida de los demás” es la frase que excusa que los hombres mueran por la patria, que los asesinos sean ejecutados en la silla eléctrica, que ETA mate por la patria, que los soldados hagan la guerra, que los musulmanes kamikazes se estrellen contra las torres gemelas o que los cristianos “amen a Dios hasta el desprecio de si mismos” (la gran frase de San Agustín). Por eso me mantengo en la frase de Kant como si de baluarte de racionalidad se tratara: los fines no justifican ni excusan los medios. La utilidad no excusa los métodos. Y el hombre siempre es un fin para el hombre, no un medio. El utilitarismo cree que hay hombres útiles a su estado, a la ley, e inútiles, población inactiva y sedentaria, zánganos, ociosos (por ejemplo los artistas) que no tienen ninguna utilidad estatal. (La utilidad para ellos es mejor si es inmediata, pues más vale pan para hoy que hambre para mañana y mejor pájaro en mano que ciento volado según su visión mercantilista y comercial. La literatura o la religión o la cultura en general al ser a largo plazo se ven como algo inútil. Es mucho más útil un ferretero o un soldado que un escritor. Los sentimientos son improductivos, nada útiles socialmente.) 

El placer por el que más pagarías es el mejor placer, ¿acaso pueden poner precio al placer de un matrimonio o al placer de un hijo? Seguramente sí porque en su época los matrimonios eran concertados. Además creen en el  concepto de pureza (los utilitaristas no dejan de ser unos cristianos protestantes sumados al carro del capitalismo) y la pureza, la perfección, no existe, ya que no hay vida sin padecimientos.  Su ideal de vida es la del banquero; ahorrar en emociones, ser parcos en sentimientos, taimados, templados, fríos, glaciares, calculadores, hasta a la hora de hablar economizan, ¡se ahorran hasta los besos!. La moral utilitarista es una de las predominantes en nuestra globalización asediada de pragmatismo y materialismo, de un neocapitalismo feroz e inhumano que ni siente ni padece los dolores de los menos favorecidos por su sistema egoísta. ¡Qué sencillo excusar nuestro egoísmo diciendo que hemos nacido así por naturaleza!

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