Zola
nació en París, en 1840, se fue a vivir con sus padres a la Provenza. Su padre era
ingeniero, allí murió el que mantenía a la familia. Estudio con Cezanne en 1839,
eran de la misma edad. Los pintores
impresionistas son coetáneos de Zola. Vivió con la madre en parís. Trabajó de
joven en alguna empresa del puerto, del Sena, de escribiente. Sentía el gusanillo
de la literatura, era progre, liberal. Conoció a los escritores de la editorial
Gachet, y al jefe de la editorial. Sabe vender las cosas. Suspendió el examen de
acceso a la universidad. No dominaba el francés. Su padre era italiano, falleció
cuando era joven. Escribe en periódicos, es un intelectual comprometido, toma
parte activa y opina. Escribía de política, es defensor analista del
impresionismo. Con sus críticas de Sociedad y teatro vive de lo que escribía. Teresa
Rasquin es la historia social natural de una familia bajo el segundo imperio.
Zola
se influenció por La alegría de las damas, cuentos completos de Maupassant que
trata de unos grandes almacenes en París, paraíso de las mujeres. De ahí saca
ideas para El vientre de París, donde aborda el número del proletariado, la felicidad
de las mujeres, la orgia germinal del dinero. Debate sobre las batallas y las
viviendas y las huelgas mineras. Hace un ejercicio de periodismo, y documentación
de bibliotecas. Escribir de tal hora a tal hora. Escribir es una actividad
científica como el padre y la madre que eran químicos famosos. En sus novelas
hay una pugna entre ciencia y religión. Su escritura choca con refortalecimiento
de la fe y la Inefabilidad del papa de los dogmas cristianos. Zola visita el
sagrado corazón pero más como monumento artístico que como iglesia. Tiene una
crisis de fe en su viaje a Lurdes. Está
en silla de ruedas. Visita Roma para curarse. Zola no está en contra de la
iglesia más progresista. Intenta que le reciba el papa pero este le prohíbe la
obra. París. Zola es un anciano, vive en un barrio depauperado, un barrio
obrero. Le acogen en un asilo comunitario caritativo. Retrata la falta de escrúpulos
de esta gente. Retrató políticos, periodistas, vendidos al poder, corruptos,
interesados. Salvat es un anarquista con que habla y que aparece en su novela.
Zola es de mayor un pobre hombre, viejillo, y muere. Siempre recordará a ese anarquista.
En el exilio en Inglaterra escribe el caso Deyfrus, yo acuso. Pide Justicia y
verdad. Murió asfixiado. Tuvo un funeral pomposo. Murió en 1902, cuando se fundan
los altos hornos de Vizcaya. Es el creador naturalista, realista, llevado al
extremo.
Su Teoría
de la literatura pasa por la novela experimental, los autores naturalistas.
Sometemos los hechos de la experiencia al juicio de la razón. No tiene nada que
ver con los escritores idealistas románticos. La novela es una ciencia, una herramienta
más para investigar el mundo, el funcionamiento de la sociedad. No deja de ser Idealista.
La ciencia tiene buena prensa en la época. Europa se cree que ha llegado a su
punto álgido en ciencia y tecnología con la exposición universal de París. El Comunismo
y el marxismo se pretenden científicos; el materialismo didáctico, el socialismo
científico. Lo conciben como una ciencia, no como una paja mental. Para Engels
Marx era un científico como Darwin que intentó mejorar la sociedad, a través de
un ideal determinado o indeterminado. Reduce lo ideal al campo de lo fenomenológico
para conquistar la verdad, desocupamos los ideales. La verdad está en los
ideales pero tratados de forma científica. Es un observador, experimentador. No
existe moralidad en no saber, existe el error, la confusión. Retrata el pan que
se come en el día a día. Se vive con la ciencia, con el ideal se muere. Escribe
sobre las miserias y locuras humanas. Hay que dominar el bien o el mal, como piedras
desempotradas. Son las palabras las que han llevado a la ruina del oficial
Deyfrus. Los idealistas románticos no observaban ni experimentan, son
cerebrales. No cree en el destino, ni fatalismo ni determinismo. No cree en la
espontaneidad, la inspiración el genio natural, los dones o dotes naturales. Solo
cree en el trabajo del día a día, es un artesano del lenguaje. La novela naturalista es impersonal. El sabio
expone los hechos sin arriesgarse en analizarlos. Expone lo que se ve, la
realidad, razón del arte, intención del escritor. Bardo Bazán estudio la fisonomía
de las personas. Zola se mete con el idealista romántico, la miseria les
parecía bonita a los románticos y triste a los realistas. Blasco Ibáñez y
Galdós son traductores de Zola que en París escribe el ciclo de los cuatro evangelios.
Pardo Bazán intento entra en la rae, pero esta era conservadora y no la dejaron.
El escritor debe ser aséptico con las emociones. La novela realista del XIX va contra
el romanticismo, la ciencia pasa a pasos agigantados. Copia de Maupasant la relación
entre lo leído y lo vivido, los mecanismos sociales de sus personajes. Los
reportajes de Zola reflejan una época, una sociedad. Zola elabora su poética de
forma consciente y sistemática. Dumas o los tres mosqueteros están desfasados. Toda
novela se puede analizar científicamente. Nos debe servir para cambiar la
sociedad que va a desaparecer. Con Zola leemos una novela con personajes
mediatizados. Los personajes son impredecibles, la realidad social que viven, no
hay determinismo, el ser humano puede cambiar, evolucionar. Retrata ciudades,
como han cambiado con el tiempo, es irónico cínico. En Germinal describe la lucha
del capital contra el trabajo. Retrata la gran marcha de obreros reducidos, la
revuelta, el salvajismo de la lucha, la derrota por el hombre, el trabajo en la
mina, las escenas del patrón, el pobre contra el rico, las mujeres con su lujo.
Germinal relata la huelga de las minas de
Provenza, minas absorbidas por una gran empresa. También escribe sobre sus
vivencias en la comuna de París. El canto del pájaro, el viejo mundo, y la
nueva primavera. Odia a la burguesía, el olor de los patronos. Siempre hay en
sus novelas un pequeño triunfo del pueblo. El pueblo no lo devorará a él, cada
uno busca su propio beneficio, había dicho Darwin; los fuertes se comen a los
débiles. La burguesía había devorado a la aristocracia y ahora se trataba de
devorar a la burguesía y derrotarla. Tiene fe en la próxima revolución, la de
trabajadores. Los obreros se rebelan al trabajo bruto y mal pagado. Había racismo
y los compañeros negros eran maltratados. Los burgueses querían vencer sobre el
proletariado y en su empeño dejaban un reguero de sangre de muertos. Refleja su
narrativa la crisis industrial, la caída
de las fábricas una por una. Es su novelística un grito de justicia. Los
burgueses seguían golpeando a los obreros.
La
violencia no adelantaba ni arreglaba las cosas. Los altor hornos eran como
infiernos de chimeneas, hornos y baterías. Se firmaban manifiestos, se hacían
huelgas y manifestaciones. Pero la violencia revolucionaria era inútil. Solo costaba
más sangre. Pero en el siglo XVIII y XIX los obreros conseguían más poder.
Después de tantos siglos de caridad cristiana se hablaba por primera vez de
solidaridad y justicia social. La ley del mundo no escrita obligaba al
trabajador a su eterna tarea. Trabajaba la tierra pero no conseguía justicia ni
felicidad.
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