martes, 30 de agosto de 2016

MARCEL PROUST


Nació el 14 noviembre de 1871 y murió joven a los 51 en 1922, por lo tanto vivió los dos siglos. Se sentía del fin de una aristocracia, del viejo mundo y que comenzaba una nueva época en la que él era ajeno. Por eso decidió tumbarse a escribir en busca del tiempo perdido como testimonio y crónica de ese mundo que desaparecía. La edición la pagó él con su dinero pues a la sombra de las muchachas se lo rechazaban las editoriales. Fue premio goncourt de las letras francesas. Era un aristócrata y vivía de las rentas. Era enfermizo, sufría de asma. Se relacionó con lo más selecto de la nobleza. Vestía botones de charol, guantes blancos, levita con flor en el ojal, el pelo engominado y raya en el pelo y sus famosos bigotes enroscados. La vida fue fácil y sencilla, invertía en empresas si le gustaba el nombre, como en el ferrocarril de la robla. Visita los salones de Paris, vive de noche. Su obra se basa en recuerdos de su vida, primero vivir, luego recordar. La novela es circular, al final de la novela el personaje decide escribir una novela. Describe los salones de las casas lujosas y recuerdos sin orden cronológico sino analógico, un recuerdo lleva a otro. Recuerdo a fulanito. No hay principio nudo ni desenlace, no hay acción. Cada frase tiene 518 palabras, son frases largas, alambicadas, llenas de adjetivos, adverbios, subordinadas. Escribe al ritmo del recuerdo, con una percepción impresionista. Proust es el Monet, el Manet, el Pisarro, el Renoir de la literatura.  Busca la forma de parar el tiempo. Los detalles tienen mucha importancia. El tiempo le angustiaba, lo trasforma todo;  las cosas, los seres humanos. Vive el tiempo con angustia, son momentos vitales, de su vida, en los que el tiempo se detiene. Recorrer estos recuerdos hace que el tiempo se detenga. La propia escritura, con su minuciosidad, congela el tiempo. La abuela le da una magdalena y empieza a recordar. Toma una cucharilla de te, y una madalena; recuerda las personas fallecidas, las casas derrumbadas, los olores, los sabores, reconstruye el mundo perdido. Se levantaba muy tarde, asmático, pasa los últimos 10 años de su vida en la cama. Tenía las paredes acolchadas con una concha. Vivió sólo hasta los 51 años pero escribió una de las obras monumentales del siglo XX. Si nos tocan el culo, si nos pintan bigotes, hemos de sentirnos orgullosos de que nos estén llamando vagos, Prousts, pues fue un auténtico genio de las letras. Y de vago nada.  
Resultado de imagen de marcel proustResultado de imagen de marcel proustResultado de imagen de marcel proust

No hay comentarios:

Publicar un comentario