RAMIRO PINILA nace en Bilbao en 1923 en Santa María de Getxo, en la plaza de Arrigunaga
Allí veraneaba la familia de Ramiro, el verano lo pasaban en libertad. En aquellos
veranos el autor descubrió el mundo, volver a la ciudad era la esclavitud, el
tedio y la negrura Al estallar la guerra se asentaron en Getxo la familia, tenía
él 14 años, era adolescente Vive allí la guerra, la guerra para la visión de un
niño es como una película de aventuras. Trabajó en la marina mercante como
maquinista naval. Pero era una profesión
muy dura. Lo deja y se pone a trabajar en una fábrica de gas y después en una
empresa de creación de cromos. Él tenía que escribir la leyenda que había detrás
del cromo, inventando así sus primeras historias. Esto se refleja en su penúltima
novela Aquella edad inolvidable donde el protagonista hace cromos de
futbolistas. El futbol fue una pasión de Pinilla toda su vida hasta el punto de
que podía quedarse un día sin ir al taller literario pero no perderse un solo
partido del Athletic. Se casó con su primera mujer que sufría trastornos psíquicos
y fue internada y tuvo varios hijos. Se dedicaba a escribir por la noche cuando
volvía del trabajo. Ramiro se ha dedicado a escribir todas las tardes de su
vida y ha robado muchas horas al sueño para escribir sus grandes novelas. Ya le
dijo su abuela que tenía muchas dotes de escritor. En el 71 le dan el premio Nadal con Ciegas hormigas y el segundo premio fue para Matute con Luciérnagas que
lo ganó al año siguiente con Primera memoria. Pero le echan de la fábrica de
cromos porque no se dedica solo a esa tarea sino que escribe en el trabajo. Tiene
el premio de literatura nacional y con Seno se llevó el Planeta. Tiene el
premio de la crítica por Ciegas hormigas y el Euskadi por Verdes valles,
colinas rojas. Nunca quiso irse a vivir a Madrid, le hubieran conocido más. Aquí
era un autor minoritario sólo considerado y reconocido en el país vasco. Pero cuando
ficha con la editorial Tusquets empiezan a publicarse sus nuevas novelas y
personas como Almudena Grandes se interesan por su literatura. La fama le ha venido hace 10 años o así. Ha conseguido
la fama ya de mayor, pero mejor tarde que nunca. Pinilla ha sido muy afortunado
de haber conocido el éxito y la fama estando vivo. Pinilla empezó en los
circuitos marginales de publicación. Pinilla empezó vendiendo libros en la
plaza nueva de Abando, no tenía dinero
para pagar una edición en una tienda de fotocopias. Así que crea su propia
editorial, la editorial Libro pueblo. Las
copias de sus libros le salían muy baratas, casi regaladas. Plantaba su mesita
de campo con Rafa Bilbao en la plaza nueva de Bilbao y allí vendía los libros suyo
auto publicados. También editó a otros autores. Hacía cuentas; nos hemos
gastado esto en edición, esto en bus, lo que valiera la imprenta y el precio
final era muy asequible para el público. Era una edición que solo se distribuía
en el país vasco a precio de coste. Es la época en que escribe Recuerda recuerda en el 74 y Primeras
historias de la guerra interminable del 77, La gran guerra de doña Todo en el
78, Las andanzas de Txiki Baskardo en el 80, el primer volumen de Verdes
colinas en el 87, Quince años en el 90 y Huesos en el 97. Pero de esas novela a la
terminación de la trilogía de Verdes valles, colinas rojas ha pasado mucho tiempo. Estuvo mucho tiempo sin escribir
ni publicar. Ese silencio creativo venía dado por cierta depresión o desgana en
escribir así como porque tenía que cuidar y educar a sus hijos. Y no conseguía
el reconocimiento del público, crítica o de las editoriales. Sus primeras obras
fueron Seno (que se desarrolla en un caserío con el parto de una vaca) o Las andanzas
de Txiki Baskardo donde cuenta como el origen del mundo surgió en la playa
de Arrigunaga. La editorial Tusquets le
empezó a reeditar y esta vez si que Ramiro se hace conocido y popular. Era un hombre cercano y normal, con su boina de
txapelandi o intelectual de pueblo. Había nacido en una familia modesta de
clase medía pero él envuelve a su familia en un halo de fantasía creando la
familia burguesa de Verdes valles. Perteneció toda su vida al comunismo y era
socialista, incluso anarquista. Después
de fundar su editorial libro pueblo fundó su propia revista, la revista Galea. Esta
tiene el nombre de Punta Galea que está en Getxo, por donde el molino de
Arrigunaga. En ese molino le han fotografiado para dar la imagen de un ser
quijotesco peleado con molinos de viento. La revista Galea estuvo años
funcionando. Allí nadie cobraba pero por su redacción han pasado los grandes
nombres de la literatura vasca y española. Por desgracia la revista sufrió un
atentado y pusieron una bomba. Ramiro siempre ha dicho que le gustaría que los
terroristas hubieran dado la cara porque fueran de la postura o cuerda que
fueran siempre se podían debatir las cosas y no arreglarlo todo con bombas.
Ramiro había creado su editorial, su revista y le faltaba una cosa; su taller
literario. Empezaron a reunirse en la
librería Ancares donde está en la ficción el despacho del detective Manuel
Esparta. Luego se han reunido en la biblioteca, en una lonja de un bar, en el
garaje o txoko de Víctor Abad… sus miembros más asiduos son Víctor Abad, Marta
Barrón, Julen Ariño, Mario Montenegro, Willy Uribe, Jon Bilbao
...por
ella han pasado escritores como Fernando Aramburu (que junto a Víctor Abad hace
mucho por que corrija sus escritos y publique en Tusquets), Unai Elorriaga,
Kirmen Uribe, Arkaitz Cano, Fernando de la Sota, Karmelo Iribarren, miembros de Zurgai etc Pinilla ha creado un universo propio donde se recrea y refleja las
las costumbres del País Vasco y su barrio Getxo. es la Historia de Euskadi
desde mitad del siglo XIX hasta la guerra civil Se repite mucho, su literatura
está llena de repeticiones y hay quien dice que se debe a que escribe de forma
obsesiva. Su filosofía tiene mucha influencia de Nietzsche y sus personajes son
Kafkianos, realistas, no planos sino diagonales Su escritor preferido es
Faulkner que era un escritor del pueblo más que de la ciudad, de la generación
sureña de EEUU. La higuera es una novela fácil de leer. Pinilla habla mucho del
refrote de las minas en La Reineta y en
Triano, Gallarta Trapagarán. Mikel Alvira, profesor de historia y geografía en
los salesianos de Baracaldo también habla mucho de las minas de La Arboleda. El autor
vive en Zuazo. Bernardo Atxaga también se ha influenciado mucho en Pinilla. Los
protagonistas de Pinilla suelen ser comunistas. Aparece Isadora (la comunista
Dolores Ibárruri), la novia de Roque, y sus narraciones tienen una polifonía de voces, varias
voces, varios monólogos interiores. En la novela de Antonio el ruso cuenta la
historia de un rojo. Se extiende el comunismo por el país vasco. Incluso en
profesores como el de la novela Quince años o el profesor Don Manuel de Asier Altube en Verdes valles. En aquella época de posguerra (Pinilla pertenece a la generación del
40, 50, de posguerra) eran comunes las denuncias entre vecinos. Varios vecinos
de Mondragón se denunciaron por comunistas. Sacaron a un hombre que dijo que
siempre había estado con Franco, eran denuncias del pueblo. Franco era el
salvador, que nos salva de la diabólica república. La literatura de Pinilla huele a
campo, a hierba verde, a vegetales frescos. En aquel país vasco del franquismo
echaban las puertas abajo y te llevaban esposado a comisaria y suerte si no te
fusilaban. El franquismo iba a salvar a España del ateísmo y el comunismo,
regeneraría la patria. Dios nos dice lo que tenemos que hacer en la vida.
Pinilla es solo un niño, asustado. Muchos
narradores de sus novelas son niños que son los seres más inocentes. Y se ve la
guerra desde el punto de vista del niño. En la higuera un militar asesina a los
padres de un niño que eran rojos. El militar vive toda su vida con el miedo a
que ese niño de mayor lo mate a él por venganza. Dejarle en paz, solo es un
niño pero los niños crecen. Peter Pan se lleva a los niños huérfanos. El niño
no dejaba de mirarle, solo a él. Dentro de 6 años será un niño de 16. Recordará
lo que hicimos con su padre y hermano. Estará
convertirlo en un izquierdista rojo. Este es miedo del combatiente nacional
entre tanto viva España. De la novela Higuera se está ahora mismo rodando una
película. Se ha rodado en Getxo. Yo me presenté al castin pero no me cogieron. Cogieron
a una amiga del taller literario de Pinilla que además es actriz eventual. También
cogieron al sobrino de una amiga mía para el personaje principal del niño. Pinilla saca su obsesión con la Pasionaria en Isadora, que fundó el partido
comunista en Gallarta. Pinilla es mejor en sus relatos breves que en sus
novelas. Seno, Las ciegas hormigas, son novelas desarrolladas e el campo, en caseríos,
son además novelas experimentales, cuando las vanguardias surrealistas se están
extendiendo por el país vasco. Por ejemplo en el taller La galleta del norte en
Baracaldo con Josu Montero y Maria Felicidad Perea donde también participaba
Pinilla. Pinilla retrata las minas abiertas y cubiertas, los cargueros de
carbón, los ferrocarriles y trenes de minacion, los que trasportaban el hierro
desde el monte a la industria de Sestao, Bilbao, Baracaldo; a la naval
euskalduna en Sestao, a la fábrica altos hornos de Vizcaya que alumbraba a todo
Bilbao con su horno Messenger. Retrata como trasportaban el carbón desde
Cantabria en el ferrocarril de La Robla, y el tren la Luchana Mining y el
franco belga, los cargaderos de mineral, las oficinas de altos hornos, el
edificio Igner de los ingenieros igner, las casas obreras y casas baratas, las casas
inglesas de la burguesía…los altos hornos eran enormes, tan grandes que hacía
falta un tren para trasportarse por dentro de la fábrica. Las fabricas más
importantes estaban en la vega de Ansio y donde ahora esta el BEC feria de
muestras de Bilbao. Los mineros vivían en Gallarta Ortuella, los obreros en
Baracaldo Erandio Sestao y la burguesía en la margen derecha, Negurí, Algorta,
Plentxia… de donde era Pinilla. Allí Pinilla se compra una casa con el dinero
de los premios Nadal y Planeta y se dedica a construirla él mismo. Quería
emular a Henry David Thoreau, el periodista que abandonó su trabajo y su vida
en la ciudad para vivir en los bosques de Walden. Por eso Pinilla llamó Walden
a su casa donde vivía con su mujer e hijos. Ramirito era su hijo. Pasó mucho
tiempo en soledad en su estudio de aquella casa escribiendo. Se quedaba
escribiendo de noche. También llevaba una librería en Getxo donde lee sobretodo
a los filósofos alemanes, a los socialistas utópicos (Saint Simon, Proudhon, Fournier..) También escribe sobre Facundo Perezagua y las casas obreras, sobre
los regímenes de esclavitud de los obreros y sobre los maquetos extranjeros. Existían
ya antecedentes de esa literatura obrera por ejemplo en El otro árbol de Guernica
que va de la guerra civil y el traslado de unos niños de Baracaldo a Bélgica. O
en la novela social realista española, sobretodo en la obra El intruso de Blasco Ibáñez. Pinilla no quería
escribir un libro demasiado panfletario. Al final de su vida se dedica a
escribir novela policiaca negra con su detective Manuel Esparta. En Verdes
valles que es su obra cumbre aparece de nuevo el vasco que lucha en solitario
con el puño en alto. Isadora es un trasunto de dolores ibarruri la pasionaria.
Pinilla era de izquierdas pero también nacionalista vasco y le hubiese gustado
un equilibrio ideológico entre PNV e IU (o Podemos) sin el terrorismo de Eta. Después
de su primera mujer se hizo novio de la periodista María Bengoa a quien conoció en una entrevista. Siempre recordará
a su madre cuando vivían en el Caserío de la amatxu y le compraba carolinas o
merengue. Pinilla murió en el hospital de Cruces hace ya un par de años. Se le complicó
un resfriado. Le hemos hecho ya dos homenajes en Algorta y varios en Bidebarrieta, uno de ellos con Almudena Grandes, a quién al principio el escritor vasco le parecía un personaje excéntrico. Su reconocimiento ha llegado por fin hasta Madrid. Es sin duda el mejor escritor vasco muerto Baroja. Todos le recordamos por sus excelentes novelas pero sobretodo por su calidad humana, por su bondadosa forma de ser.
PINILLA
Montó una tienda librería en Getxo. De los Altos hornos de
la vega de Ansio solo nos queda las oficinas y el edificio Igner. Pinilla vive
en la margen derecha, Neguri, Getxo, donde los ricos. Se explotaron las minas y
montes de Triano Gallarta Ortuella. Los obreros trabajaban en regímenes de
esclavitud. Vivian en casas obreras. Los extranjeros eran maquetos. El
intruso de Blasco Ibáñez nos enseña como vivían los obreros en la época.
Pinilla no quería hacer una novela demasiado panfletaria. Se sirve de la novela
policiaca negra para retratar la realidad de esa época. El vasco lucha en
solitario con los puños. Isidora, un personaje de su novela, es un trasunto de
Dolores Ibarruri la pasionaria. En el país vasco siempre ha gobernado el nacionalismo
con un equilibrio ideológico entre PNV, PSOE e IU. El protagonista se enamora
de la activista y la sigue. Se retrata el caserío de la amatxu y se ve el complejo
de Edipo. El libro describe la fe nacionalista y la otra realidad del país
vasco; la mujer que se prostituye en La Arboleda. Pinilla vuelve a la novela
detectivesca de Sherlock Holmes o de Agatha Christie que es demasiada
amanerada, falsa, repetitiva, para el escritor. También se influencia en la serie
negra de Chandler; como describe esa época negra de crímenes en los barrios
marginales de ciudades caóticas y criminales. Los ciudadanos son peligrosos
cuando se arman.
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