Filipo Tomaso Lampedusa1893 1957
Noble príncipe siciliano que
vivió en Palermo, capital de Sicilia. Retrata un mundo perdido, en trance de separación.
Un mundo de nobleza duques y príncipes durante el Ancine régimen. Es el último
de una estirpe de siglos de familias nobles venidas a menos Mantienen el
palacio No tienen dinero porque se lo gastaban todo en libros. Muere cuando
tiene ya decrepitud física y problemas físicos. Le dan dinero por escribir y
para escribir Su mujer le quiere sacar del ensimismamiento Le publican un libro
de poemas a un amigo de su primo y a él le pica el gusanillo de escribir. Su única
novela es el gatopardo Año pico después muerto se publica. En las editoriales
sicilianas le habían respondido negativamente. La Literatura de la Italia de la
época no comprendía al genio. En italia, estaba surgiendo el neorrealismo, mezcla
del conformismo de la burguesía y la hipocresía política. Surgirá junto a Lampedusa un genio como fue Alberto
Moravia (el conformismo, la romana) Lampedusa intenta publicar en contramano pero
las editoriales le rechazan. Era una persona erudita cultivada en la Literatura
inglesa y francesa y había escrito mucho sobre Shakespeare. Le daba a clases a
Moravia de literatura, se las prepara y así le enseña ingles. Eran eruditos
alegres buceando en las vidas que creó Shakespeare. Era dueño del tiempo en su
juventud. Con 20 años iba a las librerías a Palermo y compraba cosas de comer,
tomaba café y siempre se llevaba alguna obra de Shakespeare. Estuvo en la
guerra hecho prisionero, Italia estaba del lado de los vencedores y luego
perdedores Participa en la guerra española y Viaja por Europa, tiene una vida
aristocrática y bohemia en Sicilia. Se casa en Inglaterra, con la baronesa de
Lituania, su sicoanalista. Esta fue la triste historia de Lampedusa; Lector
insaciable y obsesivo de exhaustivos conocimientos. En su biblioteca se
mezclaba la Literatura y la historia. Tenía allí a los grandes escritores y también a los mediocres; Kafka, Woolf, Rimbaud, Wilde, Proust, Sartre, Beauvoir. También hay que saber aburrirse.
Por eso lee literatura mala. Su único gasto o lujo es comprar libros. Sabe
francés, ruso, español, inglés, al fin de su vida. Inspecciona la librería, la visita
a diario durante diez años, eran las mañanas del perfecto ocioso. Su mujer
sicoanalista dormía mientras el se levantaba temprano y leía novelas en una
panadería, cuatro horas leyendo una novela de Balzac. Pasea por las librerías,
se sentaba en los cafés, no se mezclaba, escuchaba estupideces, no participaba.
Era de descuidados andares, bolsa de piel cargada de libros, dulces y pastas.
la famosa bolsa la acarreaba con
naturalidad. Llevaba libros de Proust, más libros de los necesarios. Teme quedarse
sin lectura durante la merienda, Shakespeare le consuela si ve algo malo en la
calle. Metía dinero dentro libros. Al descubrir su biblioteca los herederos
encontraron muchos tesoros. En vida no le faltaron ambiciones, y la herencia la
dejó repartida. El gatopardo representa la crisis del siglo, el noble venido a
menos,. La aristocracia se empieza a mezclar con la masa y va a librerías, al
cine, quedan en restaurantes, los obreros viajan…él mismo veía dos pelis a la
semana. Vio 20 mil leguas de viaje
submarino. Era una persona solitaria, 6 horas de vigilia diaria, en soledad. Se
divierte escribiendo teorías literarias, de mil páginas. Hace críticas a la literatura inglesa y francesa, destinatario de
las obras de Francesco Orlando, eximio lector de Dickens, de Shakespeare. Fue en
él sin embargo tardía la decisión escribir. Quería trasmitirles algo a sus amigos.
En la vida de Byron apreciamos una amable ironía, finura. Lampedusa no tiene
descendencia, ha vivido con su mujer 37 años. Un matrimonio epistolar, porque
estuvieron mucho tiempo separados. Ya en su vejez era maniático, amanerado,
detesta la ópera italiana, el melodrama y lo explícito. Prefiere a Shakespeare,
recurría a las pastillas de inminente ejecución, fumaba mucho, en sociedad se
mostraba triste taciturno y solitario. A veces se negaba a hablar, en lo íntimo
con sus discípulos era amable, sarcástico, pedante, habla a sus perros con sus
lenguas. Habla a sus perros en francés español y alemán. Sus libros de recuerdos,
sus diarios nunca publicados, ocupan mil páginas. Es un lector de Shakespeare y
Balzac. Dos jóvenes se alejan dejar paso a otras parejas, se les ablanda el
corazón. Son seres fugaces, ante el exiguo rayo de luz, solo tenemos derecho a
odiar lo que es eterno. Odio Sicilia y a los sicilianos, condena las clases sociales,
es anti clerical. Su vocación de escribir nace cuando uno de sus primos, Lucio,
obtiene un premio por un volumen de poesía. Entonces escribe el gatopardo, temiéndose
fuera una porquería. Muere de cáncer de pulmón la madrugada de julio del 37. A
la edad de 77 años. No conoció el éxito. En su lápida se puede leer; Cuidado
con la dureza del corazón, no os pase lo mismo que a mí.
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