JUAN
GOYTISOLO. Nace Juan en 1931 en Barcelona
en una familia acomodada de la burguesía ilustrada; la madre pogre y padre
clerical. La madre murió en el 38, en la guerra civil. El padre es empresario
autoritario poco dado a la cultura. La madre era una mujer intelectual
ilustrada burguesa y el padre muy clerical. La madre muere en un bombardeo
franquista. Siente rechazo hacia el padre franquista y por eso se hace
comunista, marxista. Los hermanos son marxistas del partido comunista. Estudia
derecho en Madrid y Barcelona. Su primera
novela existencial es angustia vivir, con influencia de Sartre. En la década de
los 50 escribe Juegos de manos, duelo en el paraíso, mañana efímero, la resaca,
joven delincuentes, y el lumpen chabolas de Madrid. A finales del 50 y principios del 60 vira al compromiso
social y político. Afiliado al partido, quiere cambiar sociedad.
Novelas la isla o fin de fiestas así lo atestiguan. Libros de viajes son campos
de nijar, o excursión y viaje por Almería. Pueblo en marcha lo escribe en el 63
en la Cuba de la revolución. Se exilia en París y allí publica en la editorial
galimar libros sobre el recuerdo. Se traduce al francés por Carlos Fuentes, Llosa,
Márquez que él lee. Descubrió el amor en Marruecos. Allí tiene sus amigos, y canta
el himno nacional. Tiene amigos en la Barcelona de los años 50 perseguidos por
la poli. Se citan en un bar a beber para despedirse. Se exilia en parís. Su narrativa
es existencial y social. Publica en los tiempos del boom latinoamericano. De
esa estética social pogre va a un Goytisolo que rompe con todo, un iconoclasta,
que se mete con los franquistas, pero también con los luchadores
antifranquistas, contra todo, contra la transición y la democracia. La historia la escriben los vencedores y
también la literatura. Los escritores falsamente encumbrados se valorar sobre otros
ninguneados. Pero en mi opinión la historia la escriben los perdedores que son
los resentidos en ella. Hizo una adaptación de la Lozana andaluza de francisco
delicado, novela del XVI, primera novela picaresca erótica. La iglesia lo
condenó, la película se hacía en la época del destape con Ana belén, amparo
muñoz. Querían recuperar autores clásicos. Su hermano José Agustín Goytisolo fue
también poeta y escribió palabras para julia y fragmentos de sexo pero a pesar
de ese poema optimista, de ese canto a la vida, acabó suicidándose. Goytisolo
es defensor de la novela y no la comercial sino la buena. Buscamos la comodidad
a la hora de leer, pero esa comodidad no la encontramos en su trilogía en Francia;
señas de identidad 66, reivindicación del
conde Julián 70 y juan sin tierra en el 71.
Señas identidad, 66, es muy
experimental, da saltos en tiempo y espacio. Va de un enfermo que viene a España a curarse, busca su vida familiar
política social. Está desarraigado, no encuentra su sitio, no le gusta nada lo
que ve, buscan otras señas de identidad. Esta novela supone una ruptura con la historia
cultural de España, no es autobiográfica pero parte de su propia vida. Rompe
con su pasado, la historia oficial de España, y encuentra sus señas de
identidad familiares, personales, de su país. No le satisface para nada su
pasado familiar, político, la España de los apóstoles del franquismo. Es el descubrimiento
de ser un desarraigado sin familia, ni pasado, que ve la vida como algo ajeno.
En busca de su tiempo perdido. Conde Don Julián. Los árabes conquistan
España. Es la reivindicación del traidor. El monologo interior de un personaje en Tánger,
el otro lado. El protagonista lanza un discurso furioso contra alguien, contra
la cultura de España. Don Julián es el traidor que revindica, hay que
traicionar España porque es una mierda. El hermano del rey don Rodrigo, el
conde don Julián tiene una hija y el tío se aprovecha de ella y don Julián le
destierra. Está escrito en forma de romance, de cantar gesta. Roldan es el hermanastro
de Carlomagno. Don Julián es el traidor que ha de destruir España. Goytisolo
despotrica de la España interior, con este monólogo interior caótico, una diatriba
contra el pingando. La historia de la literatura la escriben los vencedores. Juan sin tierra es el rey inglés del
tiempo de robín Hood. Este rey habla en español, y escribe el final en árabe. Se
coloca del lado de los parias frente al occidente y a España. Toca todos los tópicos
de la poesía social. Todo es chachara, sin acción, palabrería llena de tópicos que
al principio gusta, luego aburre. Es la novela de los españoles en el exilio; en
las 400 revistas que había escrito había perdido su infancia y juventud
Goytisolo
vive actualmente en Marraquest, y es pareja de maric Blanch, tiene una relación
parisina y abierta como la de Sartre. Conoce a Marcel campus, jean Genet, siempre
al lado de los oprimidos, los marginados sociales, y el lumpen. Ya desde los años
70 toma partido por los parias de la tierra, los africanos, reniega de su
identidad. En sus textos arremete contra la violencia, no contra el fascismo,
contra los españoles, y los literatos. Defiende la lucha obrera, y no la vendería
por un plato de lentejas. El ave fénix renace de sus cenizas, agustina sirve ahora
hot dogts en un parador de turismo. Igual que Gil biedma reniega de su condición
social franquista. Barcelona no es buena cuando la bolsa suena. Jean Genet escribe y no sabe a dónde va, no
le gusta a Goystisolo un viaje en bus donde sabes a dónde vas. Prefiere los
viajes a ninguna parte, sin destino. Despotrica contra la comercialización de
todo, leemos lo cómodo, no es literatura sino melodramas románticos. Escribe en
el país a sus 83 años. Ha escrito carajicomedia y el libro de los herreros, la
saga Marx. Habla de la libertad, las disidencias, las crónicas sarracenas, la contracorriente
de la ceca a la meca, el cogitus interruptus, el exiliado de aquí allá. Tiene muchas
novelas de escenas de la guerra civil y su Antagonia teatrologia. Opina que el
literato no tiene que criticar a otro escritor aunque sea bazofia, solo por el
hecho de escribir ya es honorable. Impera el mamoneo, las sonrisitas, las puñaladas
traperas a la espalda. No es literatura la pelea entre Góngora y Quevedo, opina
el autor. Se ha exiliado en Marruecos desde hace mucho tiempo. Ve a España
desde lejos. De aquellos barros estos lodos. Juan como él no tiene tierra, está
desenraizado. Las últimas páginas están escritas en árabe, sin traducir. Los filósofos
alternan contra el entretenimiento, nos hacen divergirnos y salir fuera de
nosotros. En su Funeral irán sus familiares, habla consigo mismo, nada le une
aquí con España.
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