En 1836 y 1837 nacieron Rosalía y Bécquer. Tras el lenguaje sonoro
altisonante y romántico de Gertrudis y carolina llegamos a una poesía mas
depurada en Bécquer sin fuerza ya de los
románticos. La poesía narrativa y épica de Gertrudis cuando salio de cuba,
la batalla Roncesvalles o el árbol de Guernica se sustituye por una poesía lírica
y sentimental. Poesía de estrofas cultas, metros largos, muy sonados. Es
la poesía de los post románticos, con versos más breves y formas poéticas más
populares. Reivindican la poesía oral popular como en los Cantares gallegos.
Rosalía recoge, crea recrea leyendas como las que Bécquer recopila, y las
convierte en truculentas. Usa formas poéticas populares. En el 27 Lorca y
Alberti amaran lo popular, el romancero castellano. El Modernismo también mama de
Bécquer y Rosalía en las soledades de Machado o en Juan Ramón en sus arias
tristes. Bécquer nació en el 36 y murió en
1870, 34 años vivió solo. Los románticos no vivían mucho tiempo. Rosalía nació
en 1837 y murió en 1885, 48 años vivió. Bécquer muere De tuberculosis. No era un
poeta conocido Estuvo en el monasterio de Soria. Rosalía era conocida en vida, de
salud precaria, murió a los 48 de cáncer. En Santiago de Compostela vivió. Pasará
en Galicia toda su vida Viaja a Castilla Extremadura levante. En Madrid se casa con Manuel Munguía, profe de historia
en Valladolid. No tuvieron hijos. Vivió en Madrid 2 años. Contactó con
dramaturgos románticos. Volvió a Galicia, se casó. Le destinaron por temporadas a castilla y a Valladolid
con su marido. Lo mal considerados que eran los gallegos y el idioma gallego
por los paletos pueblerinos atrasados. Rosalía es la gran Matriarca de las letras
gallegas. Es el primer escritor que usa el gallego desde la edad media. Rescata
las canticas galaicas creada por mujeres. Esta literatura deja de ser oral y
pasa a escrita, son los hombres las que lo sustituyen, creadoras por mujeres. Estudia
las cantigas de amigo galaico portuguesas. Son canciones del folclore
castellano y gallego recogido por Alfonso 12 sabio. Lo que se desconocía es que
estas cantigas fueron escritas por mujeres. Y cuando llaman amigo en realidad
quieren decir amigas. A veces son
reproches de la mujer gallega al hombre, ¿oísme? Rosalía retoma el gallego como
lengua culta. El antecedente son los escritos y cantares gallegos, la cantiga
medieval en creación y recogida en eel siglo 14 con el idioma gallego del 14. Escribe
muy bien en castellano pero suena mejor en gallego. Tiene 2 poemarios menores que
son cantares gallegos y follas novas (hojas nuevas) Escribe las Orillas del sar
en castellano. El Castellano era una
mezcla con el gallego, el castellano Portugal y el sur, tierra de moros. El Gallego
se crea en Galicia del norte, y el castellano en Valladolid. Armancio Prada puso música a su literatura, en
poemas de sus 3 libros Cuando lo hace en gallego son más sonoros y bonitos Siempre
está presente el sentimientos de morriña por el origen, la nostalgia por una
Galicia soñada en sus orígenes. Se trata
de poemas del folklore tradicional, en el poema en cursiva, acaba la letrilla
popular. Los cantares gallegos es el libro fundamental que crea en gallego como lengua y el libro más luminoso de
Rosalía. Se va oscureciendo la visión que tiene del lugar. Rosalía es poeta del
sitio, Galicia. En su poesía nombra las cosas para crearlas. Es poeta de
despedidas, adiós prados fuentes. Y aparece en su poesía la figura del emigrante gallego, real, como componente
costumbrista social, luego es más metafórico, metafísico; somos emigrantes en
la vida, pasamos por ella y constantemente nos despedimos de ella. Es la visión
ser humano como emigrante. Rosalía observa la vida que va acabar pasando, la
vas a perder y ella la ve perderse. Es creadora
de la novela feminista cuando ni existía la palabra. Los españoles gallegos en Sudamérica
la leen pues hubo mucha emigración a américa
de gallegos. El éxodo rural se dio sobretodo de gallegos y andaluces. Y en
nuestros pueblos hay centros gallegos. Vivió hace los 50 años. Hay andaluces y gallegos
por toda España, las mejores verbenas son las de ellos. Escribió el Caballeros de
las botas azules en 1867 y en 1863 cantares dedicados a Fernan Caballero.
Fernand Caballero nació en suiza, pero era andaluza, una señora que por ser
mujer y autora sufrió muchas críticas. Caballero amaba los poemas de Rosalía y sintieron
ambas simpatía la una por la otra. Le dedicó un libro. Fernan Caballero es la autora
de la gaviota y clemencia. Grande amor la profesó pues se preocupaban ambas de
los problemas que manchan en el país. También conoció al autor Antonio de Trueba
del país vasco. Con el pobre ingenio que me tocó, quería hacer como Trueba hizo
en el país vasco pero en gallego. Crear una música de vaguedad entre la queja y
el suspiro.
Escribió El hombre de botas
azules. Tuvo 5 hijos Alejandra 59 1937,
Aura, dos gemelos gala y lidio… (Coronado no tuvo hijos) Hacia la habana vendieron
su carro dejando solo suspiros. Antonio Trueba hacía descripciones de la pobre
gente. Rosalía retrata la Galicia profunda. Castelao alabó la crítica de propio país, podía
dibujar desde una corriente nacionalista
toda una historia de lo gallego. Rosalía defiende y revindica la propia lengua.
Hija natural de un cura de aldea, no
tenía figura paterna Ese punto de desenraizarse, siempre le faltó la raíz. Por eso
la añora en su nostálgica. Quizá sufrió un complejo de Edipo que la hacía
rebelarse. La melancolía de no tener padre, de no tener familia, de haber
recibido una educación diferente y no haber tenido un núcleo que sintiera
sólido, ese desgarro de no poder formar parte de algo
En Rosalía
está siempre la falsa modestia. Ella en sus poemas dice que no es buena poeta, que
hace lo que puede, porque tienen voluntad de hacerlo más que por su talento. La
creación como inspiración romántica y revelación divina y como fruto de un
trabajo de estudio y composición. Revindica la Galicia suya. Canta
al propio dolor, le llega hasta el dolor mas ajeno. Tiene una reivindicación que
hoy consideramos machista, pues la mujer tiene el papel secundario respecto al hombre
pero cree en el matriarcado gallego. Los románticos hablan mucho de puñales
clavados en el corazón; Tenia un clavo en el
corazón de hierro, lloraba Bécquer. Su poema tiene forma de puñal. Recordemos la
Olvidada espinita en el corazón de Machado.
Amancio Prada canta los poemas de
follas novas. Rosalía está enterrada en cementerio de padrón junto a cela, en iria
Flavia donde esta la fundación Cela y el museo de Rosalía. Al morir en santo domingo de Santiago le
entierran allí, pero luego construyeron un sepulcro hecho por suscripción
popular, todos dieron dinero para su tumba. Ella murió en iria Flavia y allí es
donde ahora está enterrada en una modesta tumba. Enterrada en el panteón de los hombres
ilustres de santo domingo de monabal en Santiago Compostela pero con una
modesta tumba en Iria Flavia. No entrare en la gloria, por
las fáciles canciones breves, por poemas mas complejos y largos, mas ambiciosos.
Brilla rio, la fuente y el sol, no brilla para mi, el árbol y arbusto canta su
enamorada canción. No cantan para mi, para todos aire luz y calor. Amor para
todos alla, para mi no, no habrá una tumba. En 1884 escribe su ultimo
libros; moría el sol, marchitas las flores, tan puros
en abril vinieran a la vida, en tumbas muertas. Las hojas vienen en esperanzas
y sonrisas. Estalló el trueno, murieron. Cuan caprichosa es la alegría
Rayo
bosques, rio henchido, grave sauces en flor. Espíritu sublime, cristalino,
vegetación tierra, nuestra Rayo de hermosura, sentimiento de este pueblo Cantar
bellezas de la tierra, dialectico mimoso dulce armónico furente a otras lenguas
Escuela de aldeanos de palabras cariñosas Gestos nunca olvidados recogidos por
mi corazón desde niña. Poetas de costumbres,
dialecto dulce y sonoro, acto para versificación. Libro cantares de Trueba, me inspiro y dio
aliento. Asomar lágrimas en mis ojos,
bellezas costumbres Paginas frías insulsas, esforzarse por desvanecer amores en
cantos y lágrimas, suspiros, atardeceres, riveras, costumbres Tierra digna de alabanza,
falsedad que pintan a Galicia. Soledades de castilla del desierto, Extremadura
feroz, color de paja seca, sin hierba destroza la mirada. Se pierde el cielo
sin nubes. Alicante, olivos oscuros,
llorar de verse solitarios. Vegetación
paisajes pintados en un cartón Lagos valles horizontes nublados, riberas apacibles
serenas mar inmenso. No hay pluma que enumere tanto encanto y belleza según el cristal que se mira Valle
vera Cáceres
Yo las amo, yo las oigo,
cual oigo el rumor del viento,
el murmurar de la fuente
o el balido del cordero.
Como los pájaros, ellas,
tan pronto asoma en los cielos
el primer rayo del alba,
le saludan con sus ecos.
Y en sus notas, que van prolongándose
por los llanos y los cerros,
hay algo de candoroso,
de apacible y de halagüeño.
Si por siempre enmudecieran,
¡qué tristeza en el aire y el cielo!
¡Qué silencio en la iglesia!
¡Qué extrañeza entre los muertos!
cual oigo el rumor del viento,
el murmurar de la fuente
o el balido del cordero.
Como los pájaros, ellas,
tan pronto asoma en los cielos
el primer rayo del alba,
le saludan con sus ecos.
Y en sus notas, que van prolongándose
por los llanos y los cerros,
hay algo de candoroso,
de apacible y de halagüeño.
Si por siempre enmudecieran,
¡qué tristeza en el aire y el cielo!
¡Qué silencio en la iglesia!
¡Qué extrañeza entre los muertos!
Campanas de Bastabales,
cuando os oigo tocar,
me muero de añoranzas.
cuando os oigo tocar,
me muero de añoranzas.
Cuando os oigo tocar,
campanitas, campanitas,
sin querer vuelvo a llorar.
Cuando de lejos os oigo
pienso que por mí llamáis
y de las entrañas me duelo.
Me duelo de dolor herida,
que antes tenía vida entera
y hoy tengo media vida.
Sólo media me dejaron
los que de allá me trajeron,
los que de allá me robaron.
No me robaron, traidores,
¡ay!, unos amores locos,
¡ay!, unos locos amores.
Que los amores ya huyeron,
las soledades vinieron...
de pena me consumieron.
campanitas, campanitas,
sin querer vuelvo a llorar.
Cuando de lejos os oigo
pienso que por mí llamáis
y de las entrañas me duelo.
Me duelo de dolor herida,
que antes tenía vida entera
y hoy tengo media vida.
Sólo media me dejaron
los que de allá me trajeron,
los que de allá me robaron.
No me robaron, traidores,
¡ay!, unos amores locos,
¡ay!, unos locos amores.
Que los amores ya huyeron,
las soledades vinieron...
de pena me consumieron.
Allá por la mañanita
subo sobre los oteros
ligerita, ligerita.
Como una cabra ligera
para oir de las campanas
la campanada primera.
La primera de la alborada
que me traen los aires
por verme más consolada.
Por verme menos llorosa,
en sus alas me la traen
retozona y quejumbrosa.
Quejumbrosa y temblando
entre la verde espesura,
entre la verde arboleda.
Y por la verde pradera,
sobre la vega llana,
juguetona y juguetona.
subo sobre los oteros
ligerita, ligerita.
Como una cabra ligera
para oir de las campanas
la campanada primera.
La primera de la alborada
que me traen los aires
por verme más consolada.
Por verme menos llorosa,
en sus alas me la traen
retozona y quejumbrosa.
Quejumbrosa y temblando
entre la verde espesura,
entre la verde arboleda.
Y por la verde pradera,
sobre la vega llana,
juguetona y juguetona.
Despacito, despacito
voy por la tarde callada
de Bastabales camino.
Camino de mi contento;
y en tanto el sol no se esconde
en una piedrita me siento.
y sentada estoy mirando
como la luna va saliendo,
como el sol se va poniendo.
Cual se acuesta, cual se esconde
mientras tanto corre la luna
sin saberse para dónde.
Para dónde va tan sola
sin que a los tristes que la miramos
ni nos hable ni nos oiga
Que si oyera y nos hablara
muchas cosas le dijera,
muchas cosas le contara.
voy por la tarde callada
de Bastabales camino.
Camino de mi contento;
y en tanto el sol no se esconde
en una piedrita me siento.
y sentada estoy mirando
como la luna va saliendo,
como el sol se va poniendo.
Cual se acuesta, cual se esconde
mientras tanto corre la luna
sin saberse para dónde.
Para dónde va tan sola
sin que a los tristes que la miramos
ni nos hable ni nos oiga
Que si oyera y nos hablara
muchas cosas le dijera,
muchas cosas le contara.
Cada estrella, su diamante;
cada nube, blanca pluma;
triste la luna marcha delante.
Delante marcha clareando
vegas, prados, montes ríos,
donde el día va faltando
Falta el día y noche oscura
baja, baja, poco a poco,
por montañas de verdor.
De verdor y de follaje,
salpicada de fuentecillas
bajo la sombra del ramaje.
Del ramaje donde cantan
pajarillos piadores,
que con la aurora se levantan.
Que con la noche se adormecen
para que canten los grillos
que con las sombras aparecen.
cada nube, blanca pluma;
triste la luna marcha delante.
Delante marcha clareando
vegas, prados, montes ríos,
donde el día va faltando
Falta el día y noche oscura
baja, baja, poco a poco,
por montañas de verdor.
De verdor y de follaje,
salpicada de fuentecillas
bajo la sombra del ramaje.
Del ramaje donde cantan
pajarillos piadores,
que con la aurora se levantan.
Que con la noche se adormecen
para que canten los grillos
que con las sombras aparecen.
Corre el viento, el río pasa.
Corren nubes, nubes corren
camino de mi casa.
Mi casa, mi abrigo,
se van todos, yo me quedo
sin compañía ni amigo.
Yo me quedo contemplando
las llamas del hogar en las casitas
por las que vivo suspirando.
................................
Viene la noche..., muere el día,
las campanas tocan lejos
las notas del Ave María.
Ellas tocan para que rece;
yo no rezo que los sollozos
ahogándome parece
que por mi tienen que rezar.
Campanas de Bastabales
cando vos oio tocar,
me muero de añoranzas.
Corren nubes, nubes corren
camino de mi casa.
Mi casa, mi abrigo,
se van todos, yo me quedo
sin compañía ni amigo.
Yo me quedo contemplando
las llamas del hogar en las casitas
por las que vivo suspirando.
................................
Viene la noche..., muere el día,
las campanas tocan lejos
las notas del Ave María.
Ellas tocan para que rece;
yo no rezo que los sollozos
ahogándome parece
que por mi tienen que rezar.
Campanas de Bastabales
cando vos oio tocar,
me muero de añoranzas.
(recuerda a la descripción naturalista de pereda en peñas arriba)
Adiós, ríos; adiós, fuentes
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos:
no sé cuando nos veremos.1
Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié,
huertita que quiero tanto,
higueritas que planté,
prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajaritos piadores,
casita de mi contento,
molino de los castañares,
noches claras de luar (luna llena)
campanitas *timbradoras,
de la iglesia del lugar;
moritas de las zarzamoras
que yo le daba a mi amor,
caminitos entre el mijo
¡adiós, para siempre adiós!
¡Adiós gloria! ¡Adiós contento!
¡dejo la casa en que nací,
¡dejo la aldea que conozco,
por un mundo que no vi!
Dejo amigos por extraños,
dejo, la tierra por el mar,
dejo, en fin, cuanto bien quiero...
¡Quién pudiera no dejarlo!...
Más soy pobre, y ¡mal pecado!
mi tierra no es mía,
que hasta le dan de prestado,
la orilla por donde camina,
al que nació desdichado.
Os tengo, pues, que dejar,
huertita que tanto amé,
hoguerita de mi hogar,
arbolitos que planté,
fuentecita del cabañal.
Adiós, adiós, que me voy,
hierbecitas del camposanto,
donde mi padre fue enterado,
hierbecitas que besé tanto,
tierra que nos crió.
Adiós, Virgen de la Asunción,
blanca como un serafín;
os llevo en el corazón;
pedidle a Dios por mí,
Virgen mía de la Asunción.
Ya se oyen lejos, muy lejos,
las campanas de O Pomar,
para mi, ¡ay!, pobrecito,
nunca más han de tocar.
Ya se oyen lejos, más lejos...
cada redoble es un dolor;
me voy solo, sin cariño...
Tierra mía, ¡adiós! ¡adiós!
¡Adiós también, queridita...!
¡Adiós por siempre quizás...!
Te digo este adiós llorando
desde la orillita del mar.
No me olvides, queridita,
si muero de soledad...
tantas leguas mar adentro...
¡Mi casita!, ¡mi hogar!
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos:
no sé cuando nos veremos.1
Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié,
huertita que quiero tanto,
higueritas que planté,
prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajaritos piadores,
casita de mi contento,
molino de los castañares,
noches claras de luar (luna llena)
campanitas *timbradoras,
de la iglesia del lugar;
moritas de las zarzamoras
que yo le daba a mi amor,
caminitos entre el mijo
¡adiós, para siempre adiós!
¡Adiós gloria! ¡Adiós contento!
¡dejo la casa en que nací,
¡dejo la aldea que conozco,
por un mundo que no vi!
Dejo amigos por extraños,
dejo, la tierra por el mar,
dejo, en fin, cuanto bien quiero...
¡Quién pudiera no dejarlo!...
Más soy pobre, y ¡mal pecado!
mi tierra no es mía,
que hasta le dan de prestado,
la orilla por donde camina,
al que nació desdichado.
Os tengo, pues, que dejar,
huertita que tanto amé,
hoguerita de mi hogar,
arbolitos que planté,
fuentecita del cabañal.
Adiós, adiós, que me voy,
hierbecitas del camposanto,
donde mi padre fue enterado,
hierbecitas que besé tanto,
tierra que nos crió.
Adiós, Virgen de la Asunción,
blanca como un serafín;
os llevo en el corazón;
pedidle a Dios por mí,
Virgen mía de la Asunción.
Ya se oyen lejos, muy lejos,
las campanas de O Pomar,
para mi, ¡ay!, pobrecito,
nunca más han de tocar.
Ya se oyen lejos, más lejos...
cada redoble es un dolor;
me voy solo, sin cariño...
Tierra mía, ¡adiós! ¡adiós!
¡Adiós también, queridita...!
¡Adiós por siempre quizás...!
Te digo este adiós llorando
desde la orillita del mar.
No me olvides, queridita,
si muero de soledad...
tantas leguas mar adentro...
¡Mi casita!, ¡mi hogar!
,
¡Adiós!, montes y prados, iglesias y campanas
¡Adiós!, Sar y Sarela, cubiertos de enramada ¡Adiós!, Vidán alegre, molinos y hondonadas Conxo, el del claustro triste y las soledades plácidas San Lorenzo, el escondido, cual un nido entre las ramas Belvís, para mí siempre el de los profundos recuerdos Santo Domingo, donde cuanto quise descansa vidas de mi vida, pedazos de mis entrañas. Y vosotras también, sombrías paredes solitarias que me visteis llorar sola y desventurada. ¡Adiós!, sombras queridas; ¡Adiós!, sombras odiadas; ...............otra vez los vaivenes de la fortuna ...............para lejos me arrastran. - Cuando vuelva, si vuelvo, todo estará donde estaba; los mismos montes negros y las mismas alboradas, del Sar y del Sarela, mirándose en las aguas; los mismos verdes campos, las mismas torres pardas de la catedral severa, mirando las lontananzas; pero los que ahora dejo, tal como la fuente mansa, o en el verdor de la vida, sin tempestades ni lágrimas, ¡cuánto, cuando yo vuelva, víctimas de la mudanza, habrá de prisa avanzado en la senda de la desgracia! ...............Y yo..., pero yo ¡nada temo en el mundo ...............que ya la muerte me tarda! |
CASTRO, ROSALÍA DE
|
ya un pinar, ya una fuente aparece,
que brotando en la peña musgosa
con estrépito al valle desciende,
y brillando del sol a los rayos
entre un mar de verdura se pierde,
dividiéndose en limpios arroyos
que dan vida a las flores silvestres
y en el Sar se confunden, el río
que cual niño que plácido duerme,
reflejando el azul de los cielos,
lento corre en la fronda a esconderse.
No lejos, en soto profundo de robles,
en donde el silencio sus alas extiende,
y da abrigo a los genios propicios,
a nuestras viviendas y asilos campestres,
siempre allí, cuando evoco mis sombras,
o las llamo, respóndeme y vienen.
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