En este mes de julio hablamos del
Costumbrismo en la narrativa, con dos libros diferentes pero similares; Lui
Aragón, el escritor francés surrealista, político comprometido en su tiempo con
las vanguardias de la Francia de los años 50. Hablamos de su obra el aldeano de
París. También analizamos el trabajo del escritor Josep Pla, en sus notas de París.
Estos libros dentro del costumbrismo,
son una narrativa puntual, que toma al individuo como punto de referencia
dentro de la intrahistoria de la realidad, detallando las cosas pequeñas de lo
cotidiano, que marcan el devenir de la historia que se escribe con mayúsculas.
La intra historia se escribe con mayúsculas también pero incide en la vida al
pie de la calle, pequeñas cosas de la calle, se habla de la vida en los
barrios, tabernas, como son las localidades de este tiempo histórico. Los dos libros
se escribieron en 1926. Los dos libros
reflejan ese tipo de las pequeñas cosas, los ritmos más pausados. Aragón usa el
surrealismo para otros escritos, para poesías y escritos narrativos. En este
diario se limita a decir como es el París de ese tiempo histórico de la misma
manera que Pla usa ese mismo registro en notas de París y habla de esta ciudad
como en otros trabajos; la vida de manolo, el viaje en autobús, o el cuaderno
gris, a modo de autobiografía del autor. En este dietario nos habla Pla de como
es el día a día. Es un fiel cronista y apuntador de la realidad política
catalana, y explica cómo es la vida en ese Madrid de los años 20, como es el
ambiente político, las situaciones de enfrentamiento dialectico en el congreso
de los diputados. Apuntador de la realidad pero que no de la que aparece en los
grandes medios, sino algo más pequeño, más costumbrista, más personalista, más
concreto. Día a día son apuntes de la realidad. El costumbrismo cuando se hace
bien siempre resulta. El escritor lo deja de forma nítida bien reflejado. Lui Aragón
está de reciente publicación (por una nueva redición se entiende=.
Constantemente hay redacciones de estos libros dado que esta forma de escritura
y de expresar la realidad está siempre en plena vigencia. El periodista y
escritor Julio Camba tiene una trayectoria
amplia dentro del noble arte de la narración. En su novela la casa de lúpulo o el arte del buen comer nos ofrece un paseo sentimental
por diferentes lugares, y localidades. Siempre la impronta de apunte del buen
comer, las costumbres y tradiciones, el costumbrismo en las pequeñas cosas del
día a día. Otra novela que trata sobre París como el aldeano en París es París o el mundo es un palacio de José Luis
Avellan, el pensador que en los años 80 tuvo algún cargo importante en la Unesco
de París retrata el París que el vivió, y como estos dos autores lo vivieron en
los años 20. Lo que hace Avellan es un paseo sentimental por el París de los
años 80, reflejando momentos de nitidez y luminosidad que aquellos y a ellos
les motiva
En 1926 se publica Paris es una fiesta de Hemingway, refleja
el Paris de los años 20, el Modernismo y
el surrealismo. Aparece el término costumbrismo
en Pla y Aragón. Es un mundo muy rico no solo por el lenguaje sino por el
tiempo vivido que es la intrahistoria, lo que no sale en otros sitios, porque parece
que carece de importancia. Josep pla nos enriquece con su discurso, las pequeñas
cosas se convierten en absolutos superlativos de la propia realidad que se
trata. Todo eso constituye la historia y la hace transformarse. El sumatorio de
pequeños momentos de intrahistoria hace la historia. La historia desde arriba súper
estructurada es la que nos quieren vender como la única realidad ante nosotros.
Se suman los pequeños detalles, como la taberna, la vida en el barrio. Los personajes
frecuentan esos lugares y esto nos enriquece como individuos ciudadanos y
oteadores de la realidad más próxima. La historia de reyes y batallas se daba
antes pero la historia la forman los seres individuales, con nombre y apellido,
en el día a día. Luchas con lo cotidiano y muestras hasta el más ínfimo detalle
pero sin quedarnos en lo anecdótico. En el futuro verán los videos de Belén
Esteban y dirán que así se era la época de la postmodernidad. La Realidad que se
vende como realidad solo es una entre muchas que hay. La intrahistoria nos
pertenece, es rabiosamente subjetiva, la única que nos enriquece. En la intrahistoria
se hace la historia con mayúsculas. La importancia de estos libros es la visión
del tiempo personal subjetivo que surge de repente y se hace colectivo. Ahora en
Bilbao hay ciclos de cine fantástico o gore, de Koldo Serra, un autor contemporáneo
de los años 70 y profesor en la UPV. No se mete en el cine de mercado y
consumo. Hay muchos nombres propios de directores. Hay un enlace en mi blog a
bilbo arte, podemos ver cine francés, franco portugués…
París es una fiesta es un documento
testimonial de la bohemia, Picasso, Gertrude Stein… las vanguardias europeas en
un momento determinado. Scott Fitserald. Woody Allen en Medianoche en París muestra
como se vivía ese tiempo de manera determinada. Es la vorágine de esa época con
los artistas bohemios. Comprender como era el tiempo del que los autores nos
están hablando, la Rusia de Dostoievski, el realismo francés de Flaubert Balzac
o Zola.
El Dadaísmo del cabaret Voltaire,
en París la realidad era insuficiente, y es necesario una nueva realidad. Las nuevas
tecnologías han encontrado la fibra, el átomo distinto, una nueva composición
realidad. Se inventa una nueva realidad, la anterior era insuficiente,
alimentamos una nueva realidad. Encontramos nuevos modelos, lo anterior no servía,
estaba superado, saturado. Esto se traduce en el mundo de la narrativa. La realidad
es insuficiente, hay que inventar. Basta ya de parte consciente. Brota el subconsciente,
inconsciente, los sueños, el mundo onírico, donde se inventa o crean imágenes, la
nueva realidad del psicoanálisis, la cámara de fotos y cine filma la
realidad. Es el origen del grupo pánico,
Jodorowsky, Topor, Fernando Arrabal se dan cuenta que el lenguaje es ilimitado
e insuficiente y hay que abrir, expandirse. Entrar en otros ámbitos, en otras categorías
de interpretación de la realidad. Escritores y pintores, teorías que encierran
este nombre propio para aplicarlo a
todos los terrenos de ese tiempo histórico. Los movimientos de
vanguardia tenían su manifiesto, un decálogo, un catecismo (Tristan Tzara) Eran
partidarios de ese movimiento siempre sujeto a normas, en ellos hacían sus
propia literatura, cualquiera no podía someterse, o formar parte de ese ámbito
de decisión. Breton, erguido como padre surrealista, podía expulsarles del
grupo. Marinetti crea un manifiesto
futurista. Las artes de vanguardia son mas o menos violentas, contrarios al
poder, a la sociedad y lo llevan a la praxs. El futurismo tendía mas al
fascismo y surrealismo y dada mas al comunismo. Dali, Óscar Domínguez, maruja
mayo, Leonora Carrington, Paul del vaux…
Es la surrealista una pintura de
silencio, incomunicación, de sueños y surrealistas. Rene Magritte, cest no es
una pipa. Era una pipa, te dice que no lo es. Inventar algo interpretativo de
que es la pipa. El no nos quiere decirnos que esto es una pipa, ni imponérnoslo
sino que tú lo interpretes como quieras interpretarlo. Quiere que llegues tu
solo a la conclusión; no es una pipa sino la representación escrita o visual de
la pipa. El surrealismo es polisémico, pone una forma de pipa, quiere que trascienda
eso. Los significados que tu das a la visión de la pipa no son la impresión de
realidad de la pipa. Revolucionarios del
arte serán los artistas abstractos. Implica una ruptura. Aquella bohemia se exageró,
llegó a extenderse de forma comercial; aire de parís, mierda de artista. Pero el
trasformar la realidad, eso no termina. Siempre hay un momento mas para dar otra
visión surrealista de la realidad. Se convirtió en una especie de negocio con Dalí
y gala, figura del capital y otros absolutos. La esencia se perdió, supeditada
al movimiento de ese capital. París como un disneylandia de los vendedores de
los cuadros, y los pintores bohemios que ya no hay. Marcel Duchamp desnudo
bajaba sus propias escaleras. A la Mona lisa la crecieron bigotes. Trasgredió
la realidad Duchamp jugando al ajedrez. Italia Francia España, la vieja Europa e
Inglaterra se llenaron de bohemios vanguardistas. Lo cotidiano en la realidad
trascendió a la política. La política no era lo que se veía como tal, había posibilidades
revolucionarias de que lo social tuviera otros mecanismos estructurales. Clases
sociales en auge y la aparición del marxismo que va a generar en ellos una atracción
muy fuerte, y una ruptura con lo anterior, con lo convencional, con una
sociedad burguesa. Es un arte muy individualista, subjetivo, herederos del
romanticismo. Se populariza el comunismo, y los movimientos de salvación
personal individualidad de cada cual, a través del mundo interior. Los surrealistas
acaban formando el grupo frente a la individualidad al ser obligatorio que
todos fueran comunistas. El grupo como sumatorio de individuos forman un todo. Un
absoluto. Tantas peleas y tantos artistas que se fueron pues chocaba el
individualismo y el comunitarismo del surrealismo, la psicología y los
personajes. Se generan descubrimientos científicos, el psicoanálisis avanza, la
tecnología, la bici, los trenes. Todo es movimiento, futurismo,
enriquecimiento, todo es velocidad, el puñetazo, todo es dadá. Dadá surge de
forma aleatoria. Encontraron el nombre del movimiento en un diccionario que
abrieron al azar con una pluma. Dada es balbuceo de bebe.
Josep Pla nos habla de la
sencillez. Crea un arte en aparente simpleza. Cuando uno lee a Azorín nos damos
cuenta de que son frases breves, descripciones perfectas, un discurso
denotativo muy bien reflejado. En el caso de Josep Pla todo es sencillez y
costumbrismo lo allí plasmado. Son
ámbitos de psicología de personajes sencillos. Refleja la psicología de los
tiempos, la política, la gastronomía, le interesa la intrahistoria de las cosas,
todo lo hace desde allí, los grandes hombres de historia importan muy poco. Leamos
sus libros de gran delicadeza, sencillez. La escritura como apunte de lo
cotidiano, de lo sencillo. Pensar sobre cosas tan débiles en apariencia para
comprender que lo grandioso y lo fuerte de las cosas esta en esa aparente
sencillez. Arte de la sencillez, de los verbos muy legibles, de los adjetivos
precisos, la palabra precisa, con concreción, nada barroco en el, muy lineal y directo.
Los significados los consigue a la perfección con esas técnicas literarias. Le
comparan con pio Baroja que también escribía con frases directas sencillas.
Acusado de colaborador con el franquismo., tuvo muchas contradicciones. Fue un
hombre liberal medio anarquista pero cansado de los movimientos democráticos y
con cierta simpatía por el fascismo. Como Borges. El cuaderno gris cuenta
cuando iba a la universidad, delicado en su verbo preciso, gran conocedor del
lenguaje.
Nuestros significados a través
del término de la polisemia se abren al infinito al leer las descripciones de
ese hombre tan precisas. El arte de la concesión, del gozo de la palabra bien
empleada. Múltiples posibilidades de entrar en nuevos mundos, dentro de esa
intrahistoria con su verbo en pasado. En el programa a fondo, contó al
entrevistador que se ponía a entrevistar a la gente o hablarlas para sus
novelas. Usa el lenguaje como forma libertaria de ser con sus giros. Conoce la realidad
de la calle, a la gente, sus costumbres y vivencias… le hizo en el 66 Joaquín
soler serrano una entrevista para el programa, como hizo con otras primeras
figuras de las letras y artes. Carlos ha metido esa entrevista de una hora en
complementos. Se trata de otro tipo de hacer tv de otros años, del contenido
del entrevistador y entrevistado. En la entrevista vemos sus pausas, la
importancia de sus silencios, de su quietud, y la forma de usar el lenguaje de
forma menos alocada. Sánchez dragó, en blanco sobre negro, hace un programa
para su solo lucimiento y no llega al programa a fondo a la suela de sus
zapatos. Traía a Aznar y a gente así, (tiene que haber de todo pero para preguntarle
de literatura no se si era el más indicado)
El surrealismo en España aquí se
desarrolló poco (salvando la excepción de Dalí, Lorca, Buñuel). La capital del mundo era la ciudad de la luz y el amor. La vieja
Europa marcaba su pauta pero aún pesaban la cultura y manera de pensar de la España
profunda. En la época república, hubo bastante movimiento vanguardista pero
aquello duró poco. El perro andaluz, Buñuel, la Generación del 27, el Exilio,
la segunda edad de oro, o la edad de plata esos 6 años hasta el golpe militar. En
el franquismo las luces se apagaron. La vieja Europa volvió a su lugar de
creación más allá de estas fronteras. África empezaba en los pirineos. La luz
se apagó, reinaban las tinieblas, y la sociedad oscurantista. Los del miembro surrealista en España
marcharon a Francia. En España con Fernando VII, fue la década ominosa. Luego
vino Primo. La Ilustración casi no llegó. En Francia tienen grandes pensadores como
Montaigne. Aquí teníamos a Baltasar Gracián (el criticón), a Balmes (el criterio),
a Santa teresa, f Luis león, a San Juan de la Cruz, a Esopo y las fábulas de
Samaniego. Esa fue nuestra ilustración, nuestra edad de luces. Nuestra cultura está
más necesitada de aire y de luz. Leonora Carrington, de ascendencia española,
vivió la cultura española con intensidad. Tenía un bagaje cultural influenciada
por estos lares pero acabó en un sanatorio mental de Santander del que intentó escaparse
con una sabana anudada, por la ventana. En otros artículos del blog hablo
de Las sin sombrero, las mujeres del 27 como Maruja Mallo o la propia María Zambrano que
fueron olvidadas, silenciadas y eclipsadas por los hombres del 27.
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