LOS AMORES DE ABELARDO Y ELOISA

El conferenciante presenta al autor del libro los amores de Abelardo y Eloísa de José Ramón Arana. Le presenta como portador de matrícula de honor en la universidad Complutense. Allí estudia clásica y filosofía. En Madrid estudia ciencias, sacando el primer premio de la carrera. Los exámenes eran serios con un  tribunal. Recibe becas para Munich y Alemania. Estudiaron a tomas de Aquino después de Kant Hegel y Heidegger. Hubo un episodio doloroso, no está en la prensa, pero está en boca de todos hoy; después de ganar el concurso sus compañeros le negaron la posibilidad de enseñar y acudió a los tribunales. Entonces la universidad funcionaba con otras formas que las de ahora. Consiguió la Catedra de filosofía en Donostia, por su afán de saber. Cuando tuvo esta  primera oportunidad de año sabático volvió a Alemania a estudiar las doctrinas no escritas de Platón. Esto supone un reto en su vida. Estudiar en un corpus amplísimo. Lo que platón pudo enseñar en academia de Atenas estaba ahora dispuesto para que él lo leyera. Son escritos dedicados al gran público, escritos exotéricos. Tiene mucho interés por la interpretación de textos, por la hermenéutica. De su trabajo quedo constancia en un volumen, un libro de 600 páginas, 3 veces esta novela. Se dedicó a la catedra, a dejar constancia de las enseñanzas de Platón con el tratado de hermenéutica. Ahora el autor nos dedica una novela al año, de corte parecido, novelas siempre sobre un personaje relevante de la historia. Este cambio de dirección ¿cómo lo explica? ¿por qué pasa del tratado sesudo, serio y aburrido de la  hermenéutica a la novela? El autor habla en la carpa de la feria del libro de Bilbao sobre su última novela dedicada a los amores de Abelardo y Eloísa.

Abelardo poseía una inteligencia prodigiosa, salió triunfante en sus debates con las personas más relevantes de la época. Probablemente este hombre libre se metió en todos los barros posibles, tenía conflictos con todo hijo de vecino, por su libertad de espíritu no se amoldó a las condiciones de su época. Nos dejó su autobiografía, historia de mis calamidades. Son reflexiones de ética. Como actuar en mundo cambiante, lleno de posibilidades y de riesgos, parecido al mundo de 2016. El conferenciante presenta al autor del libro, una persona entre la espada y la pared. No deja de elogiarle, habla también de lo menos bueno en el, los pesares se multiplicaron en su vida. El conferenciante y el autor del libro son amigos desde hace 50 años, medio siglo. El autor del libro sobre Abelardo y Eloísa habló de la falta de generosidad intelectual al recopilar documentos La información en la universidad no siempre se utiliza, se oculta información a otros Este individuo ¿qué va a hacer con esta información? ¿me va a citar, va a saber más que yo? Es difícil que en la universidad te pasen apuntes. Y le ha sido difícil documentarse sobre esta historia de amor clásica de Abelardo y Eloísa. El autor vuelve la vista atrás, al Renacimiento del siglo XII, el primer renacimiento, donde la inteligencia está abierta a todo. El autor se pregunta: ¿Hay libertad de pensamiento en nuestra época, en la vida diaria? Tenemos la cabeza llena de tópicos, prejuicios a la hora de pensar.

A Abelardo le castran, el tutor de su mujer indignado le castra, se mete en san Deni en la abadía donde enterraban reyes franceses. Había sido fundada por un alumno de Pablo de Tarso del nuevo testamento. Abelardo estudia en la biblioteca. San Dionisio Erepajita no había estado ahí ni en bromas. San Deni es punto de referencia para los reyes franceses. Abelardo no piensa si favorece a unos o a otros. Abelardo es una inteligencia libre, un modelo paradigmático. El autor recuerda la novela del doctor Zivago; un chico casado medico joven se enamora de otra chica, la dedica muchas poesías, viene revolución y los separa. Cuando termina la revolución el estado vuelve a estar en tranquilidad y él viaja en tranvía, la ve en la calle, va a hablar con ella, le da un  ataque corazón y ella se muere. El mensaje de la peli es que el amor es imposible. Cuando hay amor interviene la revolución. Cuando no hay obstáculo ni revolución no se puede vivir por las razones que sean. Esta novela está hecha para resignarnos a la falta de amor, del amor imposible. Es el tema de Romeo y Julieta. Los padres de las familias impiden el matrimonio entre los enamorados. Se matan unos a  otros, los Capuletos o se suicidan. Es la misma historia que Piramo y Tisbe, Tristán Isolda. El mito de la cultura europea. ¿Por qué tiene tanto éxito este mito? Está en las novelas modernas; en Bobary, la regenta, Ana Caterina… las relaciones de Abelardo con Eloísa son de amor imposible pero históricas. Amores de ficción en la novela pero fueron relaciones auténticas. Así lo atestigua la historia. Dos personas que se enamoran. Él es profesor de ella, deciden casarse en secreto, el tutor lo manda castrar. Abelardo impide a Eloísa que se haga monja. Comienza otro tipo de vida. Eloísa es la única mujer filosofa de la edad media. No escribió nada más que cartas que se conservan. Escribía cartas a Abelardo en la distancia. Cartas de amor. Se ven en esas cartas los conflicto con el abad. La única filosofa del siglo XII escribe ensayos dedicados a las mujeres que toman el mando. En el linaje de palacio no son ya mujeres de sino algo más. Hasta el xx no ha habido filosofas. Aspasia era la concubina de Pericles, recibía a los filósofos socráticos, discutían temas del tenderero. Hipatia, como vemos en la película, fue una matemática del siglo V.¿y Diotima, la filósofa del amor? Aspasia no llegó a filósofa, Hipatia era matemática y Diotima no existió. Esas son las tres únicas mujeres relacionadas con la filosofía en la antigüedad clásica.  Eloísa es la amante exclusiva de Abelardo. Describe sus relaciones con Abelardo en frases patéticas; “me mandaste ser monja y me metí pero podría haber sido concubina tuya toda la vida, si me hubieras dicho que fuera meretriz seria meretriz”. Abelardo es un creador en la nueva edad media. El momento culminante en que la filosofía sale de los monasterios y la sacan a la vida cotidiana. Abelardo contaba con la oposición de monjes, de Bernardo de clavaral, por ejemplo, el gran inquisidor que sale en el nombre de la rosa. Gran organizador pero chapado a la antigua. Abelardo es un  profesor lo que hoy llamaríamos pogre. No había sitios ni plazas ni locales para atender a su público. Lo destierran fuera de París. Tienen que construir edificios porque la gente no tiene dónde dormir. Abelardo fue un hombre dotado, un poeta teólogo, un abad reformador. Tiene todo. Es revolucionario. Aparece en el ambiente del obispo Godofredo, en el momento de transición de la reforma política y social dentro iglesia. En esos claustros Abelardo recibe la sonrisa de la filosofía. En un ambiente oscurantista la filosofía abre horizontes nuevos. La alegría era completamente diversa al conocimiento antiguo, lo que se suponía es que el hombre había venido a sufrir al valle de lágrimas medieval. Al hombre por ser un revolucionario no le dejan ser y le castran. La imposición malvada se refleja con ironía. Le prohíben amar a ELoisa. Los amores de los dos son lo mismo, los dos vivían el amor de misma manera. Esto es un error para un factor antropológico fundamental. El amor aunque sea en una  pareja juega un papel distinto en cada miembro de la pareja. Abelardo es un intelectual que ama. El amor es secundario. La sociología es fría y no da imagen de cómo era por ejemplo Felipe II, que era un vividor. La novela permite sacar la opacidad del personaje. Es más cómodo. No le critican porque es ficción y novela. Parte de lo exterior, de recopilar datos en  buenas bibliotecas, y biografías que te agencias. (Escribir libros excelentes hace años era una aventura absoluta. Pides un libro esquimal y te lo traen). En la información exterior juega un factor importante la imaginación. Has manejado su autobiografía, cuentas lo que le ha pasado según las Cartas de Eloísa que se editan junto con las de Abelardo. Pero luego lo aderezas con fantasía. Barruntas como eran las relaciones entre los dos, por qué Eloísa se queja de que él la obligara a meterme monja. Abelardo no lo dice, no es una imposición a su amada, era un rasgo típico que el marido impusiese como tiene que vivir o dejar de vivir la mujer. Contraponemos las épocas como si fueran diversas pero si leéis las tragedias griegas (que son breves y no muchas) veremos lo que se parecían los griegos a nosotros. Las tragedias griegas son portentosas y te das cuenta de que el problema que tiene Medea o Edipo son los mismos que tenemos nosotros, no son otros. De hecho por eso Freud usa estos personajes como metáforas de sus complejos psicológicos. Leer las tragedias griegas sirve para conocer mejor nuestros propios problemas. Es la manifestación de fuera de tus problemas. La vivencia de tus problemas te hace conocer a estas personas. Dos amantes a los que no les dejan ser amantes. Ella toma la decisión equivocada, meterse a monja. La imaginación de tu propia experiencia te permite elaborar la historia, añadir la cultura que había en ese tiempo, meterte en esos personajes en la novela. El talento juega con esta información y la imaginación adereza de detalles la novela. ¿Qué paso con Jesús y la magdalena, con Felipe II y la princesa de Éboli o Isabel de Osorio con su amante declarada?. La novela histórica contiene mucha filosofía. ¿Qué hay de realidad y qué de ficción? Léelo. Revela el horno de cómo se ha cocido la novela de Abelardo y Eloísa. Dos capítulos son históricos, los siguientes son de ficción. La novela es un conjunto de estructura unitaria pero se mezcla lo histórico y lo ficticio. Bajo una base histórica ha añadido su filosofía y su visión de cómo eran ambos amantes.  Como un matemático ha reconstruido el universo. Abelardo murió en el 54, en conexión con no se qué concilio. El texto del historiador te dice cómo era el centro de París, el metro cuadrado, quien vivía allí, que antes de la catedral de Notredame había otra, que los  arqueólogos hacen planos. Pero la Imaginación envuelve la historia, todo aquello que el historiador científico no ha descubierto.      

                                             

 La novela está escrita para reconciliarnos con la idea de amor, y con la falta de amor. En una novela no te reconcilias con la pobreza. Toda novela negra es una rebelión  contra la muerte. Encuentras al asesino, pero la muerte no es la última palabra. Hay muchas novelas donde juega un papel importante el amor. El amor tiende a que sea el desamor la última palabra. No les dejaban amarse. Antes de que seas de otro nos metemos a monja, era el pensamiento de la época. Abelardo queda frustrado y sin deseo sexual. Que en el Amor hay una dialéctica está claro. Hegel decía que el amor es la dialéctica de la libertad y que debemos aceptarlo a la manera de cada cual. Amar al otro como a ti mismo. Es posible que dos sean uno sin dejar ser dos, hay más amor que desamor. Es posible que la tesis se funda con la antítesis en una síntesis y que no se quede sólo en hipótesis. No es noticia que un perro muerda al hombre y si lo es que el hombre muerda al perro. En la vida cotidiana todos moriremos y sin embargo el tema de la muerte en la literatura no aparece sólo como valor negativo. La muerte es un factor que subleva, igual que el tratamiento del amor en la vida cotidiana. La condición básica de la sociedad es vivir, si no vives no puedes inventar libertades. El autor habló del problema del conocimiento. La novela policiaca está ligada a la falta de conocimiento; el asesino se escapa en Patricia Higimsn o no conocemos al asesino  En la novela policiaca no hay amor o desamor sino como los principios básicos de la organización social. Es el problema de la frustración. La novela policiaca es la tragedia actual, ponen sobre el tapete los fundamentos de una sociedad; su prohibición de incesto, el asesinato del padre o de la autoridad que fundamenta el orden social, el problema de la venganza y el matrimonio. Son  fundamentos del orden social, igual que los que cantó el coro griego ante los griegos libres que asistían a los teatros. Los problemas básicos son los mismos. Y así remitiéndonos a Hegel el conferenciante termina de responder a su público que ha acudido hoy a la carpa de la feria del libro para hablar de su libro.